Las declaraciones de Francisco sobre la renuncia del arzobispo francés , en la entrevista en la parte posterior de vuelo después del viaje a Chipre y Grecia , son sorprendentes. Discreción y silencio, pero sin mención a la doble vida.
La nota es del sitio web Sacerdoti Sposati , 12-07-2021. La traducción es de Moisés Sbardelotto .
Para el Movimiento Internacional de Padres Casados , en la respuesta del pontífice a las preguntas de los periodistas, era deseable una clara condena de actitudes similares a las que llevaron a la dimisión del arzobispo de París .
Bergoglio perdona y deja lugar a críticas e insinuaciones. En el ámbito de las reformas necesarias para la vida de la Iglesia, todavía deja fuera del ministerio a sacerdotes casados sin doble vida y con un camino regular de resignación, exención de las obligaciones del celibato y del matrimonio religioso.
El Papa Francisco en la entrevista de regresa de Grecia
“En cuanto al caso Aupetit : me pregunto, pero ¿qué hizo él que fue tan grave que tuvo que renunciar? Que alguien me responda, ¿qué hizo?
No sabemos ... problema del gobierno o algo así.
Y si no conocemos la acusación, no podemos condenar ... Antes de contestar diría: investiga, eh, porque existe el peligro de decir "fue condenado". ¿Quién lo condenó? Opinión pública, chismes ... No sabemos ... Si sabes por qué, dilo, de lo contrario no puedo responder. Y no saben por qué fue su culpa, una falta contra el sexto mandamiento, pero no total, de caricias y masajes que solía hacer en su escritorio, esa es la acusación . Este es un pecado, pero no es el más grave de los pecados, porque los pecados de la carne no son los más graves. Los más graves son los que tienen más ' angelicidad' : orgullo , odio .
Entonces Aupetit es un pecador, tal como yo soy, no sé si usted siente ... tal vez, como lo fue Pedro , el obispo sobre quien Jesucristo fundó la Iglesia. ¡Porque la comunidad en ese momento había aceptado a un obispo pecador , y ese estaba con tales pecados de 'angelicalidad', como lo era negar a Cristo! Porque era una Iglesia normal, estaba acostumbrada a sentirse siempre pecaminosa , todos, era una Iglesia humilde . Vemos que nuestra Iglesia no está acostumbrada a tener obispos pecadores, pretendemos decir: mi obispo es un santo ... No, este sombrero rojo ... Todos somos pecadores. Pero cuando el chismeCrece, crece, crece, le quita la reputación a una persona, no, no puede gobernar porque perdió su fama, no por su pecado, que es un pecado -como el de Pedro, como el mío, como el tuyo- sino por los chismes de la gente. Por eso acepté la resignación, no sobre el altar de la verdad, sino sobre el altar de la hipocresía ".
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