EL AMOR NO TIENE LÍMITES
En el año 2020 fuimos azotados por la pandemia de covid 19.
La terrible experiencia que pasaron miles y miles de familias me tocó de cerca, pero lo que aquí quiero testimoniar es cómo, el amor no tiene límites y de que Jesús siempre saca un bien, aunque sea de una situación trágica.
Mi familia vive toda en Brasil, en el estado de Santa Catarina. Mi madre vivía en la casa de una de mis siete hermanos; Bárbara que tenia 43 años y su hijo 15. Bárbara, falleció por covid.
No fue una muerte rápida, todo lo contrario, estuvo 40 días en un CTI. Durante ese lapso en que mejoraba y otra vez recaía, la volvian a intubar, las enfermeras hacían videos cuando mejoraba y lo enviaban a la familia, situación muy dolorosa, por cierto.
Entonces decidimos entre todos, reunirnos por zoom a las 20 horas todos los días para rezar por Bárbara.
Mi familia es muy grande, nos empezamos a conectar para rezar.
Al principio todos empezaron a decir de qué religión eran, empezando por Bárbara que era umbandista, con lo cual yo no lograba cogeniar, no lo aceptaba, cuando iba de visita a su casa, veía ese altar con imágenes, lo rechazaba totalmente, no lo admitía.
Resulta que mis sobrinas son, una espiritista de Alan Kardek, otras budistas, otra seguidora de Iemanjá, algunos evangélicos, otros católicos, y algunos que no son “nada”.
Al principio yo estaba cerrada a todos ellos, no sentía que pudiéramos rezar a un mismo Dios. Pero pasó que cada uno empezó a traer su oración con mucha fe y amor a aquellas reuniones.
Bárbara iba y venía en su estado grave. Un día se me ocurrió llevar una Biblia a la reunión y propuse leer un versículo para rezar con la Palabra. Todos aceptaron.
Una tarde leímos el pasaje de la Resurrección de Lázaro; cuando las hermanas ven llegar a Jesús y se lamentan que no estuvo alli antes de la muerte de su hermano. Jesús llora y le resucita... ¿cuál es el mensaje de la resurreccción de Lázaro ? Se nos enseña que Jesús es solidario con nuestro dolor, porque Él es el Dios que sufre con los que sufren, es el Dios solidario con mujeres y hombres, no creamos que en ese momento de dolor, el Señor nos ha abandonado, siendo indiferente con lo que nos pasa..no!
De a poco todos empezaron a traer biblias que tenían guardadas en algún rincón de sus casas.
Con el transcurrir de los días me di cuenta, de que ya no veía las diferencias, y sí, un mismo Dios. Un mismo amor. Una misma fe, Jesús me abrió la cabeza y el corazón a través de aquella experiencia dolorosa y de fe.
Mi hermana Bárbara falleció el 4 de octubre, el día antes del cumpleaños de su hijito -
Sin embargo, Dios unió a la familia en una misma fe de una forma extraordinaria. Algunos siguieron leyendo la biblia, los lunes se reúnen por zoom y hacen un momento de reflexión leyendo la Palabra, le dieron el nombre de: El Evangelio en tu casa.
Hoy acepto a todas las personas con diferentes creencias religiosas, y sé que para Dios todo es bueno, que las semillas del Reino están en el corazón de todos y que florece de formas diferentes.
Que el amor no tiene limites cuando es verdadero.
Madilene
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