Madilene, acepta y refuerza el pensamiento....
Querido hermano Gabriel; coincido contigo en que la paz no es solo la ausencia de las guerras, es mucho más que eso, y también reconozco que en mi reflexión ahonde poco en esta de los bienaventurados los que trabajan por la paz.
Todo lo que dices es cierto, y no habrá paz mientras haya injusticia social, niños muriendo de hambre, (incluidos los yanomamis en Brasil, muriendo envenenados por el mercurio de los garimpeiros) los que no acceden a la salud, la educación, la vivienda y podríamos seguir.
¿pero qué hacer?
Hay que trabajar por esa paz transmitida por Jesús. Ayudar y fortalecer a los débiles y desposeídos a protegerse de los poderosos y opresores, como bien dices. Pero de manera concreta. Luchar por esa justicia igualitaria.
¿qué hacer entonces?
A ejemplo de las primeras comunidades, “ Acudían con frecuencia a escuchar las enseñanzas de los apóstoles sobre la vida de Jesús, sus obras y sus palabras; su muerte y su resurrección. Los que pertenecían a la comunidad eran un solo corazón y un solo espíritu, y lo ponían todo en común; como hermanos y nadie pasaba necesidades” y además con esa actitud daban testimonio de que era posible vivir mejor siguiendo el proyecto de Jesús, y muchos se convertían.
¿hoy lo podemos hacer?
Sí. Yo pienso que cada uno de nosotros que tratamos de seguir a Jesús y sus enseñanzas debemos adherir a su proyecto de alguna forma, de la que esté a mi alcance. Si no puedo solucionar en las macro injusticias, hago algo aunque sea chico en lo micro, en mi barrio, con mis vecinos, pero con eso damos testimonios de que se puede trabajar por la paz y esas acciones también contagian a otros.
Hasta el saludo franciscano de Paz y Bien es vigente hoy.
Usar la palabra, no callar, denunciar, invitar a otros a trabajar juntos por esa paz tan necesaria.
Y así ir logrando de a poquito algún cambio en la sociedad.
Y teniendo siempre presente que Jesús va con nosotros , nos da la paz interior para trabajar por ella y la fuerza de la fe. (la paz les dejo Mi Paz les doy)
Un abrazo de paz y bien, querido hermano Gabriel.
Pienso que la Paz que Cristo nos trasmite es mucho más que eso. Es la ausencia de la violencia ejercida por el que tiene poder hacia el desposeído, la del fuerte frente al débil. Es la de una justicia igualitaria, el que todos tengan derecho a las necesidades básicas de todo ser humano, vivienda, salud, trabajo, educación. Y Jesús nos indica el camino....
Madilene coincido en todo contigo, más creo que has marcado uno de los posibles caminos a seguir. Recuerdas a las primeras comunidades que periódicamente se reunían para escuchar la palabra. Esto podemos interpretarlo como una reunión en la cual vamos a educarnos. Eso entiendo que es lo que nos está faltando como sociedad, la falta de educación en materia de convivencia, en respeto y en solidaridad.
Hoy formamos jóvenes para la superación individual, para aprender a superarse, incluso a costo del sufrimiento de muchos otros. Vivimos un individualismo que la propia sociedad alimenta. Se trata entonces de logran nuevamente un nosotros en contraposición de un yo. No es fácil pero se puede, más cuando contamos con la fuerza y respaldo del Espíritu.
