Primera lectura de la profecía de Malaquías 1,14-2,2b.8-
«Yo soy el Gran Rey, y mi nombre es respetado en las naciones –dice el Señor de los ejércitos–. Y ahora les toca a ustedes, sacerdotes. Si no obedecen y no se proponen dar gloria a mi nombre –dice el Señor de los ejércitos–, les enviaré mi maldición. Los apartaré del camino, han hecho tropezar a muchos en la ley, han invalidado mi alianza con Leví –dice el Señor de los ejércitos–. Pues yo los haré despreciables y viles ante el pueblo, por no haber guardado mis caminos, y porque se fijan en las personas al aplicar la ley. ¿No tenemos todos un solo padre? ¿No nos creó el mismo Señor? ¿Por qué, pues, el hombre despoja a su prójimo, profanando la alianza de nuestros padres?»
Palabra de Dios
Palabra de Dios
Salmo R. Guarda mi alma en la paz, junto a tí Señor
Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad. R/.
Sino que acallo
y modero mis deseos,
como un niño
en brazos de su madre. R/.
Espere Israel en el Señor
ahora y por siempre. R/.
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad. R/.
Guarda mi alma en la paz, junto a tí Señor
Sino que acallo
y modero mis deseos,
como un niño
en brazos de su madre. R/.
Guarda mi alma en la paz, junto a tí Señor
Espere Israel en el Señor
ahora y por siempre. R/.
Guarda mi alma en la paz, junto a tí Señor .-
Segunda lectura de la primera carta de Pablo a los Tesalonicenses
Les tratamos con delicadeza, como una madre cuida de sus hijos. Les teníamos tanto cariño que deseábamos entregarles no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas, porque se ganaron nuestro amor. Recuerden si no, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas; trabajando día y noche para no serle gravoso a nadie, proclamamos entre nosotros el Evangelio de Dios. Ésa es la razón por la que no cesamos de dar gracias a Dios, porque al recibir la palabra de Dios, que les predicamos, la recibiste no como palabra de hombre, sino, cual es en verdad, como palabra de Dios, que permanece operante en ustedes los creyentes.
Palabra de Dios
Evangelio según la comunidad de Mateo 23,1-12
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: hagan y cumplan lo que les digan; pero no hagan lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos hacen fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: agrandan las capas y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros. Ustedes, en cambio, no se dejen llamar maestro, porque uno solo es su maestro, y todos ustedes son hermanos. Y no llamen padre nuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es el Padre, el del cielo. No se dejen llamar consejeros, porque uno solo es consejero, Cristo. El primero entre ustedes será su servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»
Palabra del Señor
Palabra del Señor
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