Una Iglesia que se estructura en torno al poder sagrado cumple lo que C. G. Jung denunciaba: “donde predomina el poder ahí no hay amor ni ternura”. Es lo que ocurre con el machismo y la rigidez, en parte, en la Iglesia. Para corregir este desvío, el Papa Francisco no se cansa de predicar “la ternura y el encuentro afectuoso”.
Fragmento del texto de Leonardo Boff. del 15.3.2019.-
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