lunes, 25 de febrero de 2019

DETODASPARTESVIENEN.-De España. Sugerimos tenerlo muy en cuenta para reflexión de las Cebs.


Benjamín Forcano1Visto desde la perspectiva del Evangelio
(Conferencia dada en el M A S – 16 febrero 2019)
1.Planteamiento y descripción del tema
2.La secularización
a) Aclaración de algunos términos
b) La secularización tiene su historia
c) La secularización en la modernidad
d) La secularización al interior de la Iglesia
3.La secularización,textos indicadores:
-EMILI DURKEHIM
-SALVADOR GINER
-PETER L. BERGER
4.La secularización según el concilio Vaticano II
5.La secularización desde el paradigma de la identidad de Jesús
a)Jesús “el hijo del hombre”
-Su misión: anunciar el Reino de Dios
-Su estilo de vida
– Causantes de su muerte
-Significado de su muerte: el silencio y abandono de Dios
b) Jesús, víctima, cree en Dios a pesar de la cruz
c) La cruz en la negatividad de la historia
d) La revelación de Jesús “hijo de Dios” conferida por su resurrección
1.Descripción del tema
“Hoy vivimos un tiempo espiritual postsecular y postreligioso a la vez…Lo viejo se desvanece y lo nuevo no ha hallado aún su forma dinámica, mutante y transformadora, su forma fecunda. Todo indica que, para una mayoría creciente, ya no será una forma religiosa en el sentido tradicional: un sistema de creencias, ritos y normas inmutables, fundadas en seres “sobrenaturales” y sometidas a una autoridad sagrada, jerárquica, infundida de lo alto.

Como nunca hasta hoy desde el origen de las grandes culturas religiosas, se dibuja en el horizonte el ocaso de este marco religioso tradicional.
En el continente europeo, eL cristianismo, por su pujanza espiritual, por su creatividad cultural y por sus alianzas con el poder político, absorbió y reemplazó las viejas religiones. Solo quedó el cristianismo. Pero hoy, a su vez, ¿no está quedándose el propio cristianismo solo y aislado, disociado del marco de lo “creíble” y practicable, perdida su credibilidad cultural?
La razón crítica, la difusión de las ciencias y el principio de la libre decisión personal acarrean inevitablemente la superación de todas las religiones tradicionales, incluido el cristianismo. En esta situación nos hallamos. Ése es el horizonte que se abre ante nosotros”.
(José Arregui)
2.La secularización
Cuando se me encargó el tema que voy a desarrollar, me puse a pensar cómo debía tratarlo. Y, la verdad, le dí muchas vueltas, recapitulé mi pensamiento, anduve tras autores y lecturas hasta dar con un enfoque que me satisfaciera.
Comencé por abordar directo el tema bajo el prisma de la secularización. De la secularización primera ,como movimiento que, por los años 1960, reivindicaba la autonomía de lo mundano y humano, sin que instancia alguna pudiera frustrar su realidad. Y también la secularización segunda tal como en nuestros días se propone en la posmodernidad y en la globalización, con la afirmación de la autonomía total del ser humano , en pura inmanencia.
Entendí, sin embargo, que las cosas no eran tan simples y que un estudio histórico mostraba que esta división binaria, dualista, de la realidad humana no era tan evidente, pese a intromisiones disolventes y contradictorias de lo sagrado y que no se podía concluir que, por esas infidelidades, resultase ilusoria y enajenante toda dependencia con un ser trascendente.
a).Aclaración de algunos términos
Dicho esto, conviene que aclaremos desde el principio el significado de algunos términos:
-Secular es la condición misma de las cosas, de las personas, de las instituciones con objetivos propios y normas de funcionamiento propias.
-Sagrado es lo trascendente, algo distinto y mayor que lo inmanente y que le da sentido.
-La secularización estudia el desajuste de la relación establecida entre lo secular y sagrado debido a una exaltación de lo sagrado en deterioro de lo secular y busca un equilibrio respetuoso entre ambos, como proceso saludable para la humanidad y la fe.
-El secularismo es la secularización exarcebada hasta la negación de lo sagrado, hasta la interpretación inmanentista de la historia y una visión atea de la existencia.
– Sacralizar significa despojar a lo creado de su verdadera consistencia por motivos religiosos, despojar a las personas de su valores o bloquear su desarrollo por causas religiosas, poner las instituciones al servicio de lo religioso….
b) La secularización tiene su historia
Para el desarrollo del tema, considero necesario situarlo un poco históricamente . La secularización, dentro del mundo en que vivimos, tiene raices judeocristianas.
La historia del pueblo judio muestra que Israel , sin llegar a una secularización radical, profesó una desacralización frente al entorno mítico de otros pueblos como Babilonia, Egipto, Asiria. En estos pueblos reinaban los dioses solares, fluviales, astrales, hasta el punto de que el mundo se regía, más que por su propia estructura y leyes, por la voluntad de los dioses.
Por el contrario, el Dios bíblico es uno y distinto del mundo y del hombre. Dios es Dios y el mundo es el mundo. No hay más que un Dios, Yahvé y desaparecen las otras divinidades.Se produce, en consecuencia, el desencanto de la naturaleza, su desdivinización . Y seproduce también el desdencanto de la política, en el sentido de que los reyes no encarnan la voluntad de Dios, no son lugartenientes visibles suyos.
Esto, sin embargo, no impidió que Israel se organizase en muchos aspectos teocráticamente haciendo que la base de su legislación y de su derecho fuera la palabra de Yahvé más que de la razón, la ciencia y la experiencia.
Surgen en ese contexto la voz de los profetas que proclaman que religíón y política no se identifican, que ningún rey es Dios , que ninguno de sus crímenes pueden justificarse por el oficio que desempeñan y emprenden una crítica fuerte contra un culto convertido en fin más que en medio para asegurar el cumplimiento del amor a Dios y al prójimo.
Como veremos, el Jesús hombre, plenamente secular, asume la línea profética del Antiguo Testamento y la transmite viva con su vida y enseñanza. Esto explica que los cristiano de los tres primeros siglos fueran considerados ateos. Ateos porque no estaban dispuestos a admitir que categoría humana o natural alguna pudiera ser Dios. Ni la naturaleza es Dios, ni lo es el hombre. Tampoco el emperador y se negaban a quemar incieso en su altar.
Pero en el siglo IV, con los emperadores Contantino y Teodosio surge la primera Iglesia – Imperial – Cristiana. Y acepta características de la antigua y sacralizante religión pagana, en alianza de gobernadores y obispos con privilegios y poderes indebidos y una transferencia de la pompa de la corte a la liturgia cristiana.
Desde entonces se van sucediendo intentos de sacralización, por más que teólogos, filósofos y juristas pugnan por hacer valer el derecho natural sobre el derecho positivo. Y dichos intentos continúan acrecidos durante la Edad Media hasta el Renacimiento, que supone un salto en la desacralización del mundo con la reivindicación del hombre con sus valores de la autonomía, de la ciencia, de la cultura, del pensamiento, del arte, de la política, del comercio y de la economía.
c) La secularización en la modernidad
Es importante subrayar que este movimiento secularizador es netamente laico y en su gran mayoría cristiano. Pero, posteriormente esta cultura desacralizada se hace cada vez más independiente de la Iglesia, precisamente porque la Iglesia oficial reacciona hostilmente contra ella.
La culminación filosófica de de esta nueva cultura se da con lo que se llama Ilustración (s.XVIII), cuyas ideas se proyectan en el orden político por la revolución francesa y alcanzan un nuevo cambio de la sociedad con la industrialización y aparición de la clase proletaria, una gran transformación de la vida por la técnica y la máquina.
No pretendo ahora citar autores y textos que se expresan con más o menos radicalidad en una línea secularista. Tan solo quiero traer algunos que indican el futuro por el que íbamos a avanzar.
Así por ejemplo, Nietzsche:
“Toda moral es una tiranía contra la ´naturaleza´, también contra la ´razón ´….Lo esencial y lo inestimable en toda moral consiste en que es una coacción prolongada …Lo esencial en el cielo y en la tierra es, según parece, obedecer durante mucho tiempo y en una única dirección” (F. Nietzsche, Más allá del bien y del mal , Madrid, 1975, p. 117)
“Yo os conjuro , hermanos míos, permaneced fieles a la tierra y no creais a quienes os hablan de esperanzas sobreterrenales. Son envenenadores, lo sepan o no. Son despreciadores de la vida, son moribundos y están , ellos también, envenenados; la tierra está cansada de ellos: ¡Ojalá desaparezcan! En otro tiempo el delito contra Dios era el máximo delito, pero Dios ha muerto y con El han muerto también esos delicuentes…¡Evitad a todos los incondicionales de esa especie! Es una pobre especie enferma, una especie plabeya: contemplan malignamente esta vida, tienen mal de ojo para esta tierra” (Idem, Así habló Zaratustra, Madrid, 1975, pp. 34 y 391).
Quizás por textos como este, podamos entender estas palabras del teólogo J. Moltmam:
“Si la modernidad ha convertido al hombre en palabra iconoclasta contra Dios….es porque al Dios auténtico se le ha convertido en palabra iconoclasta contra el hombre” ( (J. Moltmam, El hombre, Salamanca, 1973, p. 145
Los moralistas católicos no hicimos durante mucho tiempo sino presentar y legitimar la moral dominante. Lo afirma con naturalidad el teólogo Metz:
“ Yo vengo de una cultura cristiana y teológica en la que los procesos revolucionarios se han hecho o en contra de la Iglesia y la Religión o sin ellas, como la Reforma, la Ilustración, la Revolución francesa y la Revolución rusa. Por ello , esos procesos han conducido a una debilitación masiva de la identidad religiosa….Entre nosotros, la identidad cristiana está marcada, no exclusivamente, pero sí fundamentalmente , por lo que llamaría religión burguesa. Nosotros sólamente tenemos experiencia de una Iglesia que ha legitimado y apoyado los poderes estatales” (J.B. Metz, Servicio Euménico de Valdivieso, entrevista sobre “La Iglesia en el proceso revolucionario de Nicaragua” nº 4, Managua, 1981).
Y en otra parte añade:
“Si la Iglesia procediera como anunciadora del Evangelio, su alianza sería con los no-hombres, con los pobres. Eso sería un paso histórico dentro de la historia del Cristianismo y de la Iglesia. El tiempo en el cual la Iglesia legitima a los poderosos habría pasado y habría llegado la época de la liberación y de la función subversiva de la Iglesia.” (Idem)
En el fondo, después de todo esto, la cuestión parece ser esta: ¿la secularización afecta de verdad a la fe cristiana, desproveyéndola de sentido y credibilidad?¿ No es verdad que la fe cristiana comporta en sí misma una visión secularizadora del mundo y del ser humano,sin que por ello pierda credibilidad?
Lo iremos viendo.
d) La secularización al interor de la Iglesia
“La Iglesia católica vivió, según Fernando Urbina, en un estado de sitio los siglos XIX y XX. …creando unos muros frente al espacio real de la vida y del pensamiento moderno. Pero, el Vaticano II optó por volver a abrir el diálogo con la historia en marcha. Se abrió la ventana y entró un huracán. ¿De quién fue la culpa? Cuatro siglos de desafase y de empeñarse en mantener lenguajes dogmáticos , éticos, teológicos, espirituales… desfasados y sin vigencia para el hombre real que vive a la altura del tiempo. … Hacía falta coraje para saltar por encina del abismo abierto entre la Iglesia y la historia”. (Modelos de santidad sacerdotal, en Concilium, nº 149, 1979,p.450).
Es difícil imaginar lo que de novedad representó el concilio Vaticano II y las expectativas de cambio que a todos nos hizo abrigar. Había una conciencia colectiva de los graves problemas de la humanidad, de que muchos de ellos no encontraban respuesta adecuada en la en la Iglesia, de que la Iglesia debía salir de sí misma y establecer un puente de diálogo y colaboración con la sociedad , de que nuestro momento histórico era antropológica, científica , sociopolítica y culturalmente nuevo y requería una adaptación valiente. Por algo, el Papa Pablo VI repetía que el concilio era el nuevo catecismo para todos los católicos.
Pero, a los pocos años, surgió un movimiento anticoncilio , pilotado por Juan Pablo II y el cardenal Ratzinger, luego Papa Benedicto XVI, que fueron cerrando puertas y apagando las mil luces que se habían encendido. Era la restauración.
¿Cómo se iba a poder superar entonces la antítesis creada por siglos entre la Iglesia y la Sociedad? ¿Cómo se iba a hacer verdad lo promulgado por el mismo concilio?
Si ya llegamos al conclilio con siglos de retraso, de atrincheramiento contra la modernidad, ¿qué iba a suponer este nuevo período posconciliar que, desde el vértice más representatitivo de la Iglesia , se proponía ignorar y combatir las reformas del Concilio Vaticano II?
Este colocarse contra la Modernidad y contra el Evangelio, trajo como consecuencia que la cristiandad, al no haber tenido acceso al contenido y espíritu del concilio, lo desconociera y siguiera anclada en la mentalidad tridentina. El concilio quedo cómo un libro cerrado por más de 35 años, sustrayendo las respuestas que aportaba a las nuevas situaciones culturales y socio-políticas de nuestro tiempo.
El alejamiento, la indiferencia y el abandono de la Iglesia fue en aumento. Hoy es ya innegable una búsqueda de algo intramundano absoluto que reemplace al Dios cristiano y confiera unidad y consistencia al funcionamiento de la sociedad y de la convivencia humana.
4.La secularización en textos indicadores
Expongo ahora algunos textos de autores muy conocidos sobre el tema.
. EMILI DURKEHIM
”Los antiguos dioses envejecen o mueren, y aún no han nacido otros nuevos. …Llegará el día en que nuestras sociedades producirán nuevas ideas e inventarán nuevos fórmulas que durante un tiempo servirán de guia a la humanidad.
Tal vez nunca ha sido tan acusado el contraste entre la fe y la razón. Tanto la ciencia como la religión persiguen el mismo objetivo , y el pensamiento científico no es sino una forma más perfecta del pensamiento religioso. La ciencia, surgida de la religión , tiende a sustituir a esta última en todo lo concerniente a las funciones cognitivas e intelectuales.
El Cristianismo ya ha consagrado definitivamente esa sustitución en el orden de los fenómenos materiales. Pero no podía deshacerse tan fácilmente del mundo de las almas, pues el Dios de los cristianos aspira sobre todo a reinar sobre las almas, razón por la cual se ha resistido a someter la vida psíquica a la ciencia y se resiste todavía más a hacer lo mismo con los fenómenos religiososy morales.
. SALVADOR GINER
“ La convivencia de la religión y sus feligreses con la culturas democrática y liberal de nuestra época, además de la científica, obliga a la fe sobrenatural a adaptarse en alguna medida. (Pg. 35).
“Frente a los extremismos de los fundamentalistas o radicales religiosos, por un lado, y de los nihilistas y secularistas , por el otro, – tambien fundamentalistas en sus actitudes antrirreligiosas- el verdadero humanista adopta una tercera posición , basada en hechos y en el espíritu crítico y racionalmente analítico. El humanismo rechaza ambos fanatismos e intenta poner paz contra el combate ciego entre ellos. Un amargo combate de nuestra era” (Pg. 39) .
.PETER L. BERGER
“ La teoría de la secula rización , basada en la idea de que la modernidad conlleva necesariamente un declive de la religiosidad, ha servido durante mucho tdiempo como paradigma para el estudio de la religión. Pero, a la luz de la evidencia empírica , ya no puede sostenerse. Es preciso un nuevo paradigma. Creo que este debe basarse en las muchas implicaciones del fenómeno del pluralismo. Propongo que el nuevo paradignma sea capaz de afrontar la coexistencia de religiones diferentes y la coexistencia de los discursos secular y religioso; ambas se dan tanto en la mente del individuo como en el espacio social “ (Pg. 10).
4.La secularización según el concilio Vaticano II
La historia de estos último 50 años de la Iglesia, dan cuenta por sí mismos del abismo entre la renovación decretada por el concilio y la mentalidad imperante en la cristiandad.
Los teólogos lo venían anunciando: “ Se requiere , escribía Hans Kúng, un cambio de rumbo de parte de la Iglesia y de la teología; abandonar decididamente la imagen del mundo medieval y aceptar consecuentemente la imagen moderna del mundo , lo que para la misma teología traerá como consecuencia el paso a un nuevo paradigma” (Ser cristiano, p. 173).
José Mª Gonzáslez Ruiz acuñó esta frae: “El concilio tumba del régimen de cristiandad ”.
Metz escribió: “Hoy, la Iglesia se encuentra ante un cambio que, a mi juicio, es el más profundo de la historia desde la época primitiva. El último concilio Vaticano II puede entenderse como expresión institucionalmente manifiesta del paso de una Iglesia culturalmente más o menos unitaria y monocéntrica al de una Iglesia culturalmente policéntrica” (Concilium, Unidad y pluralidad, problemas y perspectivas de la inculturación, n. 224 , julio 1989, p.91).
El nuevo pensar del concilio se había ido fraguando lentamente en la conciencia cristiana y había llegado la hora de formularlo y hacerlo llegar a la Iglesia universal.
Escribe Schileebeeckx: “El concilio Vaticano II consagró los nuevos valores modernos de la democracia, de la tolerancia, de la libertad. Todas las grandes ideas de la revolución americana y francesa, combatidas por generaciones de papas; todos los valores democráticos fueron aceptados por el concilio …Existe ahora la tendencia a ponerse contra la modernidad, considerada como una especie de anticristo.El Papa actual parece negar la modernidad con su proyecto de reevangelizar a Europa. … Para Evangelizafr Europa es necesario superar la modernidad y todos los valores modernos y regresa al primer milenio…Yo critico es retorno porque los valores modernos de la libertad de conciencia, de religión, de tolerancia, no son, desde luego, los valores del primer milenio” (Soy un teólogo feliz, pgs.73-74).
El concilio mismo da cuenta del cambio histórico producido:
“Vivimos en un momento en que el espíritu científico modifica profundamente el ambiente cultural y las maneras de pensar . Todo el género humano corre una misma suerte y hemos pasado de una concepción más bien estática de la realidad a otra más dinámica y evolutiva de donde surge un nuevo conjunto de problemas que exige nuevos análisis y nuevas síntesis. Asistimos a un cambio de mentalidad y estructuras que somete con frecuenciaa a discusión las ideas recibidas,. Las instituciones y las leyes, las maneras de pensar y sentir , heredadas del pasado , no siempre se adaptan bien al estado actual de cosas. Surge una perturbación en el comportamiento y hasta en las mismas normas reguladoras de este” (Cfr. GS 1-7).
El concilio cuida de recalcar por activa y pasiva que la fe nunca puede ser un obstáculo a la autonomía del hombre , de las sociedades o de la ciencia, pues todas las cosas están dotadas de propia firmeza, verdad y bondad, y está obligado a respetar esa autonomía reconociendo el método de cada una de las ciencias o artes (Cfr. GS, 36..) Es decir, el concilio pretende mostrar que “la misión de la Igesia es a la vez religiosa y sumamente humana “(Gs, 11) .
La realidad, sin embargo,es que el pueblo de Dios, en general , y los que ejercen el ministerio presbiteral, sufren la honda huella de la involución posconciliar . El Papa Francisco representa un giro totalmente nuevo respecto al concilio. Y ha hecho justicia a la labor de la teología, tan abnegada y competentemente desarrollada por los teólogos:
“ No haría justicia a la lógica de la encarnación pensar en un cristianismo monocultural y monocorde. En la Evangelización no es indispensable imponer una determinada forma cultural y a veces hemos caído en en la vanidosa sacralización de la propia cultura” (GE 11).
“La teología, en diálogo con otra ciencias y experiencias humanas, tiene gran importancia para pensar cómo hace llegar la propuesta del Evangelio a la diversidad de contextos culturales y destinatarios. La Iglesia, empeñada en la evangelización, aprecia y alienta el carisma de los teólogos y su esfuerzo por la investigación teológica, que promueve el diálogo con el mundo de las culturas y de las ciencias. Convoco a los teólogos a cumplir este servicio como parte de la misión salvífica de la Iglesia” (GE 133).
El concilio puso en entredicho todo un modelo de teología, de moral, de espiritualidad y de liturgia uniformemente arraigado desde siglos y que posibilitaría la ofensiva involucionista de los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI. Los teólogos moralistas hemos intentado elaborar lo que esta renovación ha supuesto respecto al modelo de teología, de moral y de espiritualidad heredados.
Podríamos contraponer, a doble columna, la diferencia entre la moral evangélica y la moral autoritaria y legalista vigente hasta el Vaticano II , que trató de moldearnos por siglos: una moral burguesa, eminentemente legalista, basada en la “Imitación de Cristo” según el libro de Tomás Kempis. De esta obra escribe Luis Segundo:
“Monacal en su esencia , este libro y tipo de espiritualidfad se convierte por siglos en el manual de perfección cristiana, tanto para religiosos como para los seglares” (Teología abierta para el adulto II, Buenos Aires, 1969, pg. 129).
Este tipo de moral y espiritualidad se caracteriza por un dualismo irreconciliable entre Dios y el mundo, la dedicación ción a sí solo para mejor unirse a Dios, uso sin deseo de las cosas, desprendimiento de todo para vivir en completa libertad y soledad, obedeciencia ciega para mejor adquirir la indiferencia absoluta y , soportar los males, más que intentar suprimirlos.
Evidentemente iba a resultar una tarea ímproba, arriesgada , para quien intentara reponer este modelo a la altura del Evangelio y del Vaticano II, en medio de una Iglesia posconciliar, que oficialmente, apostaba porel retorno a Trento.
La secularización desde el paradigma la identidad de Jesús
Si el concilio aparece como paradigma de la secularización, es porque tiene a Jesús como referente histórico y teológico desde el que comprender su proyecto de sentido. Los evangelios reflejan su personalidad, su forma de ver la vida y su interpretación de la religión y de la sociedad.
1. Jesús, “hijo del hombre”
¿Quién es este hombre? Su misión de anunciar el reino de Dios.
Jesús, al entrar en contacto con la sociedad de su tiempo, no abdica de la vida religiosa y moral de su pueblo. No viene a aniquilar el código que regula la vida de su pueblo. Para El, también aquel código contenía de alguna manera la sabiduría y voluntad de Dios, pero El viene a perfeccionarlo.
Jesús comienza a anunciar el reino de Dios y llegalas gentes a escucharle de todos los puntos, le oían pasmados de su inteligencia y respuestas, el pueblo le escuchaba embelesado y su fama se propaga cada vez más.
Los príncipes de los sacerdotes, y ancianos del pueblo, los escribas y fariseos, los legistas le preguntan, le reprenden, le calumnian, quedan corridos sin saber que responderle, le odian y se confabulan y deciden eliminarle.: “Ved cómo todos se van tras él” /(Jn 12,19) “Si lo dejamos suelto, todos vazn a creer en él” (Jn 111, 48).
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Jesús no pretende adueñarse del poder civil ni religioso, sino acabar con sus retorcidas cavilaciones, que desfiguran el plan de Dios y sumergen al pueblo en hipócritas sujeciones.
Su enseñanza brilla por la autenticidad, el sentido común, la ternura y la sencillez, la justicia, el amor. El pueblo se adhería espontáneamente a su enseñanza, pero le contristaba la dureza de sus adversarios.
Lo primero que propone Jesús, a quienes quieran seguirle es vivir como él, continuar en la tierra su estilo de vida. El es hijo de Dios, pero es tambíen un modelo de hombre. Seguir a Jesús es admitirlo:
-Como enviado y manifestador del Padre, como hijo suyo , como modelo y camino que nos lleva hasta él: “Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues lo somos” (1 Jn 3, 1).
-Si Dios es Padre, hay que tener a todo hombre como hermano. El amor a Dios y al prójimo son inseparables.
– Seguirle es perdonar de corazón como el Padre, amar a los enemigos, preocuparse y gozar más por el descarrriado que por el justo, saber que lo hecho al prójimo y al prójimo más necesitado es heho a él.
La causa de Dios jamás se puede confundir con la defensa abstracta de la ley, de la raza, de la nación, de la tradición, de la religión. Son causas particulares que entorpecen la libertad y la justicia y que jamás pueden ser válidas ante Dios.
– Seguir a Jesús es también vivir con independencia y libertad, nota central de la personalidad de Jesús, que “enseñaba y obraba como quien tiene autoridad y no como los escribas y fariseos”.(Mc 1,22) “De dónde le viene todo esto? Y ¿qué sabiduría ha sido esta que le ha sido dada” (Mc 6,2).
El pueblo y sus mismos familiares se escandalizan de él, creeen que ha perdido el juicio y van a buscarlo para hacerse cargo de él. Pero, Jesús no se deja encadenar por ellos, afirma su libertad.
No tiene miedo a la casta religiosa de su país, a las reacciones que provoca, les dice que están equivocados, que son guias ciegos, leguleyos sofisticados, duros con los demás, dominadores de las conciencias, hipócritas, que el sábado esta hecho para el hombre y no el hombre para el sábado,que no se puede honrar a Dios sin practicar la justicia y la misericordia. El presenta su nuevo programa frente a la tradición: “Habéis oido que que se dijo a los antepasados….”(Mat 5,7) .
Jesús es un hombre con autoridad y libertad y, para colmo, se atreve a curar y a perdonar los pecados. Y este su modo de proceder no despierta ningún temor, al reves las turbas le oprimen por todas partes, los enfermos lo imploram , los pecadores se sienten perdonados, los excluidos de la sociedad comprendidos. Su autoridad y libertad no le apartan de los pobres y de los pequeños.
-Seguirle es vivir con sinceridad y por eso le indignan las imposturas de la conducta farisaica: aparentar , figurar , no cumplir lo que se enseña, imponer yugos a los demás, presumir de justos, creerse superiores por su poder:. “¿Cómo vosotros podéis hablar cosas buenas siendo malos” (MT 12, 34).
Se es bueno o no se es. Esa dualidad de querer aparentar lo que no se es. es la hipocresía : “Fariseo ciego, limpia primero por dentro la copa , para que también por fuera quede limpia” (Mt 23, 26). “De lo que rebosa el corazón, habla la b oca” ((Mt 12, 33-34). “Si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de Dios” (Mt. 5,20).
No hemos atendido, creo, a captar la originalidad de la moral evangélica respecto a las otras éticas humanas. En Jesús, Dios nos manifiesta su ser y el nuestro, su verdad y la nuestra.
Pero, la originalidad de la moral evangélica no niega la validez de la moral humana, sino que la incluye y la perfecciona. La moral cristiana cuenta con un elemento imprescindible: la moral que le corresponde al hombre por su misma naturaleza , con autonomía y significado propios, llamada a consumarse en el plan divino de la salvación.
Pero, no es verdad que la moral cristiana se reduzca a la moral humana, sino que la supera pudiendo acoger libremente el don superior de la revelación sobrenatural comunicada por Jesús. Debido a él, la existencia de un Dios personal, subsistente, infinito, creador y padre es afirmada decididamente y en él , al morir , encontramos la felicidad absoluta: “Mañana estarás conmigo en el paraiso”.
Esta centralidad de Jesús en la moral cristiana, señala que sus actitudes básicas son:
1ª-Tenerle a él como nueva ley de vida en relación consigo y los demás. Por su Espíritu, que vive y actúa en nosotros , cumplimos la nueva ley, que es la ley del amor. Una ley que que no resulta coaccionante, porque brota desde dentro como algo propio.
2ª-Elevar al hombre a un plano de amistad inigualable con Dios a través de la filiación divina.
3ª- Saber que nuestro vivir terreno contiene ya el vivir eterno. Comienzo y desarrollo histórico del reino hasta lograr su plenitud en el momento final.
2. La muerte de Jesús, consecuencia de su estilo de vida. Causantes de la muert e de Jesús y significado de la misma.
a. La vida de Jesús le llevó a la cruz
Es un hecho histórico la muerte violenta de Jesús, causada por los dirigentes de la religión de su pueblo. Sus discípulos jamá pensaron en este desenlace, convencidos como estaban de que tal cosa no podía suscederle a Jesús,el Mesías esperado. Dios no podía abandonarlo. La frustración fue tal que les hizo desaparecer y ausentarsse de todo el proceso de su pasión.
A todos constaba el sinificado de la crucifixión en el imperio romano.Y todos los judío creían que el Mesías no podía morir crucificado. Entonces, si Jesús no murió por rebeldía al imperio ni por ser el Mesías, ¿cuál fue la causa de su muerte?
Simplemente, sería la voluntad divina. Jesús habría sido castigado por blasfemo, por haberse arrogado una falsa identidad miesiánica y divina. Su fracaso probaba el rechazo divino, pues Dios castiga a los malos y premia a los buenos. Su llamada a Dios, desoida, muestra que su proyecto era ilusorio, que no podía contar con la ayuda divina. De ser el Mesías no podía morir crucificado.
Por esta razón, hubo un dilema que se planteaba a los primeros cristianos: ¿la muerte de Jesús es un castigo divino o Jesús, que no había pecado, se mantiene fiel a Dios a pesar de la crucifixión?
Obviamente se comprendió que no era un castigo divino. Jesús murió sin renegar de Dios, por más que no interviniera para liberarle.
Hay causas intrahistóricas , que se imponen en contra de Dios y sin que él intervenga para evitarlas. En la muerte de Jesús, hay unos agentes históricos, causantes de su muerte. La muerte forma parte de todos los vivientes, y tiene lugar en el contexto y circunstancias concretas de cada peresona. El mal y el sufrimiento son parte de la vida.
La intención de Dios, después de crear, se contrae y retira para crear espacio en el que surge el mundo y pueda actuar libremente. La creación es una pérdida del poder divino , hay una dejación en favor de la persona, lo cual explica acontecimietos como los de Auchswitz y el colapso divino en la modernidad.
Por eso, Dios no interviene contra los que crucificaron a Jesús ni tampoco contra los que, a lo largo de la historia, se convierten en agentes del mal. Dios sólo se impone en la historia mediante la persona , que es su agente y se declara impotente ante la libertad que opta por hacer el mal.
b. Lo sagrado presente en lo más indigno de la divinidad, en la cruz
Jesús, que muere ignominiosamente en la cruz, expresa que Dios se manifiesta ante el mal y la injusticia. La cruz es el lugar de la solidaridad divina con los ajusticiados y las víctimas. Es Dios quien muere, -Jesús es el hijo de Dios- . Dios no cambia los hechos causados por los hombres y se solidariza con ellos. Pero, eso no cabe imaginarlo, si no se admite que en Jesús se hace presente la divinidad mediante la resurrección.
Jesús se encuentra solo, sin apoyo divin, o desea evadir la muerte y no va a experimentar la ayuda del omnipotente. En él actúa y aparece el Dios escondido de las víctimas y no de la majestad y de la omnipotencia divina. La vida hunana muestra ahí una carencia de sentido, como les ocurre a todos, él lo comparte y así se diviniza. Existe el Dios de los perdedores, al que únicammente se encuentra viviendo la fraternidad con los perdedores y no con los vencedores.
A los cristianos, Dios se nos hace presente en Jesús.Su muerte por crucifixión muestra un nivel divino en medio de la negatividad histórica del mal y de su triunfo. ¿Cómo otorgar significado salvífico a un asesinato?
Lo que para la razón es un escán alo, cobra luz con la resurrección. El Dios conocido a través del crucificado, es distinto del Dios de la racionalidad helénica y la teología hebrea. Desde una y otra no es posible la salvación desde el crucificado, que no reclama una salvación desde el poder y el triunfo. Enacarnarse en lo más deshumanizado es una forma de trascendencia que aturde . Ese Jesús débil, humilde ,anonadado, manifiesta lo absoluto de la exitencia, dando muerte a otras imágenes gloriosas de Dios. Racionalmente no es posible asumir a un Dios carente de poder , a un Dios crucificado.
EL Dios de Jesús es así el Dios del perdón y de la misericordia. “La donación del sentido de la vida y de la historia cobra nuevo significado, precisamente en el momento de mayor derrota de Jesús con la muerte en la cruz. El Dios Padre no baja a Jesús de la cruz, colisionaría con la libertad humana.
Jesús asume la dureza de implantar el reino , pero busca liberar a los pecadores, perdona, se deja corregir y alaba la fe de otros , busca la compañía de sus discípulos y presenta la imagen de un Dios bueno y misericordioso.
El crucificado –Jesús Hombre/Dios, revela en plenitud la misericordia divina . El mal infligido inclina al rencor y venganza . Castigar al culpable no es el camino para reparar la injusticia, tarea que asumen los defensores de la cólera divina. Esta sería una divinidad a semejanza humana, impregnada de violencia, una mediación de instinto homicida. Esta es una apelación a un Dios justiciero, que se lo hace prisionero de la necesidad de venganza.
Su Dios aparece en el crucificado ,impotente, nada violento, sólo espera que los agresores se conviertan ante la víctima inocente. Jesús responde con el perdón gratuito “Padre, perdónalos, que no saben lo que hacen”. No exige la reparación ni el castigo. En su muerte,muestra la trascendencia divina con la oferta del perdón. Manifiesta el poder del amor junto a la impotencia histórica de la divinidad. Perdonando al morir, le aleja del Dios colérico que castiga el pecado..
c. La revelación de Jesús “hijo de Dios” conferida por su resurrección .
Sin la resurrrección , nosotros no podríamos proclamar que Jesús de Nazaret es al mismo tiempo humano y divino, hijo del hombre e hijo de Dios. Quedaríamos sin respuesta ante la posición secularista, a la que tanto horroriza esta proclamación.
Recuerdo que , en un intercambio epistolar, con Himkelamert e n que le comentaba este tema me dijo: “Menos mal que todavía hay alguien que cree en la resurrección”.
Doy fin a estas mis reflexiones con dos textos, uno de Jon Sobrino y otro de A.Torres Queiruga. Ambos ofrecen una buena clave para entender en su totalidad la secularización.
. JON SOBRINO
“ El resucitado es Jesús de Nazaret, que se dedicó a proclamar el reino de Dios a los pobres y denunciar a los poderosos, quienes lo ejecutaron sin que renegara de Dios ni dejara de obedecerle.
Dios mostró su omnipoptencia resucitándolo , anulando esa acción criminal de los seres humanos y haciendo prevalecer la justicia sobre la injusticia y la víctima sobre el verdugo
Pareciera que Dios no despierta esperanza con lo ocurrido en la crucifixión de Jesús, pues se mostró impotente, impotente por compartir hasta el final el destino de los pobres. Pero ese silencio e impotencia de Dios, -escándalo para la razón y la modernidad- atestiguan a los pobres que Dios se hizo uno de ellos hasta en la cruz por su extrema cercanía amorosa. Dios no les falla pues desde su identificación con ellos muestra su poder resucitano a Jesús.
La muerte cristiana universaliza la resurrrección, que se convierte en Buena Noticia para los crucificados y para cuantos trabajan para bajarlos de la cruz.
Cuando nuestra muerte es producto de entrega a los otros y a lo que hay en los otros de desvalido, pobre, indefenso, producto de la injusticia, entonces existe una analogía entre esa vida y muerte y la vida y muerte de Jesús.
Vivir y actuar como Jesús nos hace comunidad suya , con la esperanza de que se realice en nosotros, lo que en él mismo se realizó”
.ANDRES TORRES QUEIRUGA
“La resurrección ratifica que nada de lo que en ternura y humanidad fue la vida deJesús, se perdió, sino que pervive pero “infinitizado”, no atado a ningún tiempo ni lugar. Con él no pudo el pecado, no pudo el dinero arrebatar su libertad, vivió en radical entrega al amor, la justicia y la paz tan menguados en nuestro mundo, no perdió en ningún instante su confiianza en Dios aun cuando aparecía ausente, no se airó contra los mecanismos de la naturaleza y de la historia. Jesús se mostró resucitadamente vivo contra todo esto.
Con la resurrección Jesús entró en su gloria, previa eliminación de la atadura de la finitud. Finitud que se albergaba en su cuerpo, pero que con la resurrección, se transforma traspasado por la divinidad, sin ningún límite para su libertad y presencia ilimitada. De aquí que su presencia corporal se mantiene también, pero espiritualmente, sin ningún límite de tiempo y espacio, su presencia se hace universalmente consistente y es la que liga todo y a todos a él, fundiéndonos en total comunidad y comunión con él, humana y planetariocósmicamente.
Se entiende entonces que el resucitado aparezca y se deje ver, pues para él no hay distancia s ni muros que atravesar. Se muestra como Señor soberano de todas las leyes del cuerpo y del mundo.
Cristo es el hombre esencial, no roto por ninguna de las alienaciones tremendas de la existencia, plenamente reconciliado con mismo, con los hombre , con el mundo y con Dios. En él se realiza la comunión sin trabas ni fronteras, el amor universalmente relizable, la vida que vence a la muerte.
“ Si Jesús de Nazaret no hubiera resucitado, habría quedado reducido a ser uno de tantos personajes que se estrellaron contra el frio muro de la historfia. Y todo lo di cho sobre su salvación para nosotros sería un sueño. Pero, no, Dios reivindica al condenado por blasfemo y vuelve a ser visto vivo y triunfante (Recuperar la salvación, ST, 1995, pp. 195-203).
¿Quién fue Jesús? Nultima e ineludible prevunta. Se la hace de esta manera José Antonio Pagola: ¿ Qué secreto se encierra en este galileo fascinante , nacido hace dos mil años en una aldea insignificante del impeiro romano y ejecutado como un malhechor cerca cde una vieja cantera, en las afueras de Jerusalén, cuando rondaba los 30 años? ¿Quién fue este hombre que ha marcado decisivamente la religión, la cultura y el arte de Occidente hasta imponer incluso calendario?
Probablemente nadie ha tenido un poder tan grande sobre los corazones ; nadie ha expresado como él las inquietudes e interrogantes del ser humano ; nadie ha despertado tantas esperanzas. ¿Por qué su nombre no ha caido en el olvido? ¿Por qué todavía hoy, cuando las ideologías y las religiones experimentan crisis profunda , su persona y su mensaje siguen alimentando la fe de tantos millones de hombres y mujeres?”.
Y es respuesta certera y excelent la que da el teólogo Christian Duquoc:
“La soberanía de Cristo remite a Jesús de Nazaret, que en su trayectoria vital, prefirió prescindir de la omnipotencia imaginaria y asumir el riesgo que corren en este mundo la justicia frágil y el amor discreto. El ha considerado más benficioso para los hombres esa retirada al margen de todo esplendor. El Resucitado, mediante el don del Espíritu, invita a la Iglesia y los creyentes a seguir un camino análogo: el de romper con la esperanza ilusoria, abrir una esperanza lúcida y sólida, y sustentarse en la fe que supera la duda engendrada por el esplendor tamizado del Reino que adviene” (Chritian Duquoc).

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