En el día de hoy los distintos noticieros radiales , televisivos, escritos comunicaron con profusa y hasta cansadora repetición, como por otra parte lo hacen todos los días las medidas adoptadas y las que probablemente se adopten mañana. Entre las noticias destacadas figuró la suspensión de las actividades religiosas presenciales, aún con los protocolos que se venían llevando a cabo.
Motivo por el cual, se pudieron ver y escuchar algunas repercusiones de las medidas aprobadas. En lo que respecta a nuestra Iglesia oficial, aparecieron repetidamente los obispos M.Trócoli y D. Sturla, de Maldonado y Montevideo respectivamente. El primero de los nombrados lamentó profundamente con inmenso dolor la suspensión máxime teniendo en cuenta la proximidad de la Navidad, el segundo luego de expresar su descontento recordó que la Constitución consagra la libertad de cultos.
En cierta forma sorprende tal disconformidad ante un gobierno que al decir de la CEU viene trabajando con excelentes resultados.
Cuando el obispo Trócoli se expresaba con profundo dolor pensamos se iba a referir a los fallecidos, pacientes en CTI, a los miles de compatriotas que van quedando a la vera del camino sin trabajo, familias que no saben cómo pagar el alquilesr, la olla, trabajadores que son amenazados a aceptar rebajas salariales del 65% o son despedidos y muchísimas calamidades por la pandemia y muchas aprovechadas por la pandemia y un Ministerio de Trabajo conducido por un cristiano que mira para el costado. Luego el obispo D. Sturla cuando se refiere a la Constitución y sus consagraciones, también creímos se referiría al derecho al trabajo, salario digno, al techo en momentos que se desalojan a familias que se asentaron en terrenos baldíos de privados, a personas que al perder el trabajo quedan sin apoyo mutual; pero no, hizo incapié a la consagración de libertad de culto.
Estamos a las vísperas de conmemorar el nacimiento de un laico que vino a trastocar todo, todo entre ello el culto, poniendo siempre delante de todo la dignidad de los hermanos, así de sencillo. Somos de mala memoria pero creemos hay un pasaje donde ese laico estaba conversndo con muchas y muchos otros laicos, la gente seguía llegando, su familia al tener conocimiento del hecho, salen corriendo a decirle vamos para casa, estás loco te van a llevar preso; su hermano Santiago llevaba una cuerda para atarle, su madre lloraba rogando abandonara el lugar. Alguién se arrima y le dice tu madre y hermanos piden vayas con ellos. Él les contesta mi madre y mis hermanos están acá son los que me siguen, digánles se vayan....
No era un templo; los templos en esta pandemia hermano Milton, han seguido siempre abiertos; nuestras CeBs, nunca cerraron, las iglesias domésticas mantuvimos y mantendremos abiertas las puertas, con aciertos y errores pero tratando de mantener las lámparas encendidas para el utópico seguimiento de Jesús.
Al decir del obispo que nunca se revistió con ropas que le otorgaran poder ante sus hermanos y por mitra usó un sombrero de paja tejido por los hermanos del caserío, por báculo una rama de árbol, decimos...:
Qué sea NAVIDAD, la verdadera....
Las barbas crecidas y blancas,
y los SUPERMERCADOS del consumismo
deben quedar al margen
Y nosotros debemos plantarnos en medio del egoísmo
y negarnos a la profecía absurda,
para abrir espacio al llanto y al canto de la solidaridad
y al grito de los pequeños y excluidos
Que sea verdad todo lo que decimos en la liturgia y el folclore.
Que sea una NAVIDAD de las raíces de Belén
el Misterio de la Encarnación llamándonos a hacer Reino cada día.
Que sea NAVIDAD, que no nos perdamos la NAVIDAD.-!!!
Pedro CASALDALIGA cmf.