El domingo
próximo pasado asistimos al Encuentro de Comunidades, ahí en diferentes mesas
se conversó de la situación mundial y nacional
desconcertante ante nuestros ojos.
Se
mencionó el voto de abstención del gobierno nacional cuando
se consultó la posibilidad de crear un
CORREDOR SANITARIO, ante la cantidad de heridos graves sin atención. MSF está diciendo se realizan operaciones sin anestesia y sin medios para
tapar heridas, falta total de medicinas, en esa situación nos negamos o mejor dicho el
representante gubernamental negó la
posibilidad de alivio…. Desconcertante, insólito….
En nuestro país estamos asistiendo a una
escalada nunca vista de irregularidades gravísimas que están poniendo al borde la institucionalidad nacional.
Desconcertante, insólito……
Muchos de los presentes también coincidimos que es desconcertante el silencio de la Iglesia oficial ante estos sucesos insólitos que estamos viviendo pasivamente. Siempre nos han dicho; ante situaciones extremas que nos preguntemos; que haría JESÚS ¿? ...........
Ceb. SanFelipeySantiago
Perfecto Es necesario que se difunda hasta que llegue a los responsables ( CEU )
ResponderEliminarSi bien todos somos iglesia, desde un mismo bautismo, y formamos con nuestros pastores una misma comunidad, un cuerpo, constatamos con pena que el conjunto de los Obispos de la Conferencia Episcopal Uruguaya vive bastante ajeno a la vida de los uruguayos tanto católicos como de los que no lo son. Esta afirmación proviene del silencio prolongado que estamos percibiendo ante los hechos que viven nuestro país y el mundo No pretendemos que hagan un relevamiento permanente de todo lo que sucede. Y mucho menos que se presente ante la sociedad como quien tiene la respuesta justa para cada situación. Lo que desearíamos es ver que nuestra iglesia no termina en los actos litúrgicos, procesión del Corpus, la imagen de la Virgen en el Buceo, misas en la Rural, etc. sino que siente con cuanto afecta a la vida digna de los uruguayos y se expresa en consecuencia con palabras que advierte e iluminan acerca de los valores irrenunciables que no deben ser negociables. La defensa de la vida ante el proyecto de la eutanasia o del aborto, suscitó mucha preocupación y valoramos su mensaje. Quizàs habría que ampliar ese horizonte. Las palabras del Concilio nos afirman es esta postura.
ResponderEliminar"Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón. La comunidad cristiana está integrada por hombres que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar hacia el reino del Padre y han recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos. La Iglesia por ello se siente íntima y realmente solidaria del genero humano y de su historia". Const. Gaudium et Spes.
Jorge Alonso
Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón. La comunidad cristiana está integrada por hombres que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar hacia el reino del Padre y han recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos. La Iglesia por ello se siente íntima y realmente solidaria del genero humano y de su historia.
Destinatarios de la palabra conciliar
2. Por ello, el Concilio Vaticano II, tras haber profundizado en el misterio de la Iglesia, se dirige ahora no sólo a los hijos de la Iglesia católica y a cuantos invocan a Cristo, sino a todos los hombres, con el deseo de anunciar a todos cómo entiende la presencia y la acción de la Iglesia en el mundo actual.
Tiene pues, ante sí la Iglesia al mundo, esto es, la entera familia humana con el conjunto universal de las realidades entre las que ésta vive; el mundo, teatro de la historia humana, con sus afanes, fracasos y victorias; el mundo, que los cristianos creen fundado y conservado por el amor del Creador, esclavizado bajo la servidumbre del pecado, pero liberado por Cristo, crucificado y resucitado, roto el poder del demonio, para que el mundo se transforme según el propósito divino y llegue a su consumación.
Al servicio del hombre