Asunto: semblanza de un nuevo Papa- lo que
deseamos....
El
texto del 78 es amplio, generoso, se situa en la trayectoria de desarrollo del
Vaticano II y no ha perdido actualidad.
CARTA ABIERTA A LOS
CARDENALES PARTICIPANTES DEL CÓNCLAVE
Hoy el Papa Benedicto XVI renunció, se abrió un nuevo tiempo en la Iglesia.
Nuevamente el mundo, en silencio, estará expectante esperando el humo blanco que nos dirà: Habemus Papa.
Qué nos dirá el nuevo Papa? , nos habrá escuchado? Habrá entendido el Signo de los Tiempos que sancionaron en el Concilio Vaticano II? Cómo conducirá nuestra Iglesia?
Quiero entregar la semblanza del Papa que en el año 1978 escribimos con Jerónimo porque siento la necesidad de llegar a manos de los electores para ayudarlos a pensar.
Buenos Aires 28 de febrero de 2013
Semblanza de un nuevo Papa
Año 1978
Los hechos
…En el curso del año pasado, 1977, tuvimos ocasión de informarnos, a través de los medios masivos de comunicación, de cálculos y previsiones referentes a la futura sucesión del actual Pontífice Romano Pablo Vi.
En nuestro grupo de base yo comenté: ¿otra vez más los cristianos del mundo entero permaneceremos pasivos mientras en la superestructura del "poder" se manipulan informaciones y se ejecutan maniobras tendientes a presionar o influenciar la decisión de la Iglesia? ¿otra vez más los cristianos seremos convidados de piedra como los que solían acudir a la Plaza de San Pedro para observar la columnita de humo blanco o negro?...
Propuesta
…Al pronunciarnos acerca del Papa que desearíamos, más que la designación de una persona, manifestamos la opción por el rumbo que creemos debe seguir la Iglesia. Decir qué Papa queremos significa pues manifestar qué Iglesia deseamos…
…Así se cumplirá la máxima característica exigida por Cristo: "Yo soy el Buen Pastor y conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a mí".
Esta no debe ser una prerrogativa exclusiva de Cristo. En la historia reciente tuvimos el caso conmovedor de Juan XXIII, Juan El Bueno, a quien el pueblo identificó espontáneamente y sintió suyo.
Como latinoamericanos no podemos dejar de señalar, entre tantos otros, a un pastor como Dom Helder Cámara, conocido y amado más allá de las fronteras de su país y su continente, reconocido y amado por todos los hombres de buena voluntad. Creemos que su caso es un hecho excepcional en la historia y un sencillo pero auténtico símbolo de la imagen que el pueblo tiene del Buen Pastor. Sin embargo, puede y debe repetirse con mayor frecuencia en la medida que se responde a las expectativas populares.
No será siempre posible que la designación de un pastor, sobre todo en el caso del Papa, recaiga sobre alguien ya conocido, pero en todo caso debe ser un "Pontífice", puente entre Dios y los hombres, es decir un pastor que hubiera demostrado su decisión de hacer suya la causa del pueblo, de los humildes y desheredados; un hombre que posea el "carisma" o el sentido de lo humano y popular. No un "príncipe" ni un "señor", no un hombre de Curia o Doctor de la ley, sino un Papa capaz de renunciar a la imagen del poder, para asumir la del Siervo de Jahvé, el Cristo pobre del Evangelio.
El pueblo quiere un Papa libre y valiente frente a los poderes mundanos y a los condicionamientos e intereses meramente institucionales de la Iglesia y que no permita se oscurezcan las exigencias de la verdad y de la justicia en función de consideraciones humanas o políticas, un Papa con coraje y decisión para colocar su visión de Fe más allá de los sistemas y culturas, es decir, en la trascendencia del Evangelio.
Queremos un Papa con sentido profético, que sepa discernir los signos de los tiempos, que no se ate al pasado, sino que mire hacia adelante en la perspectiva del retorno de Cristo e impulse a la Iglesia hacia la utopía del Evangelio.
Queremos un luchador por la justicia y la Paz, con hambre y sed de justicia, que promueva la liberación de los hombres sin temor a la persecución.
Queremos un hombre de corazón abierto y espíritu amplio, capaz de comprender y amar a los hombres y al mundo de hoy, dispuesto a hacer entrar a la Iglesia en la corriente viva de la historia; un hombre de dimensión ecuménica, inspirado en la oración sacerdotal de Cristo y decidido a hacer efectivas las esperanzas que promovió el Concilio Vaticano II.
En la presente coyuntura de cambio se necesita un Pastor atento a los carismas personales y respetuoso del pluralismo de las Iglesias locales, dispuesto a unir sin centralizar, a conducir iluminando más que imponiendo, servidor de un pueblo que debe construirse desde la base; un Papa que gobierne con la Iglesia sirviendo a los hombres y al mundo.
Queremos un Papa que manifieste su calidad de "hombre de Dios" por su capacidad de ser un "hombre entre los hombres" y por su generoso compromiso con los hombres y su liberación.
Como militantes hacemos pública nuestra adhesión al Vicario de Cristo. Al expresar maduramente nuestras convicciones intentamos ser instrumentos de la Providencia y participar activamente en la Historia de la Salvación.
Jeronimo Podesta ex obispo de Avellaneda y Clelia Luro
1978
Esperamos que sea de su interés.
Un cordial saludo
Emilia Robles
Coordinadora de Proconcil
Hoy el Papa Benedicto XVI renunció, se abrió un nuevo tiempo en la Iglesia.
Nuevamente el mundo, en silencio, estará expectante esperando el humo blanco que nos dirà: Habemus Papa.
Qué nos dirá el nuevo Papa? , nos habrá escuchado? Habrá entendido el Signo de los Tiempos que sancionaron en el Concilio Vaticano II? Cómo conducirá nuestra Iglesia?
Quiero entregar la semblanza del Papa que en el año 1978 escribimos con Jerónimo porque siento la necesidad de llegar a manos de los electores para ayudarlos a pensar.
Buenos Aires 28 de febrero de 2013
Semblanza de un nuevo Papa
Año 1978
Los hechos
…En el curso del año pasado, 1977, tuvimos ocasión de informarnos, a través de los medios masivos de comunicación, de cálculos y previsiones referentes a la futura sucesión del actual Pontífice Romano Pablo Vi.
En nuestro grupo de base yo comenté: ¿otra vez más los cristianos del mundo entero permaneceremos pasivos mientras en la superestructura del "poder" se manipulan informaciones y se ejecutan maniobras tendientes a presionar o influenciar la decisión de la Iglesia? ¿otra vez más los cristianos seremos convidados de piedra como los que solían acudir a la Plaza de San Pedro para observar la columnita de humo blanco o negro?...
Propuesta
…Al pronunciarnos acerca del Papa que desearíamos, más que la designación de una persona, manifestamos la opción por el rumbo que creemos debe seguir la Iglesia. Decir qué Papa queremos significa pues manifestar qué Iglesia deseamos…
…Así se cumplirá la máxima característica exigida por Cristo: "Yo soy el Buen Pastor y conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a mí".
Esta no debe ser una prerrogativa exclusiva de Cristo. En la historia reciente tuvimos el caso conmovedor de Juan XXIII, Juan El Bueno, a quien el pueblo identificó espontáneamente y sintió suyo.
Como latinoamericanos no podemos dejar de señalar, entre tantos otros, a un pastor como Dom Helder Cámara, conocido y amado más allá de las fronteras de su país y su continente, reconocido y amado por todos los hombres de buena voluntad. Creemos que su caso es un hecho excepcional en la historia y un sencillo pero auténtico símbolo de la imagen que el pueblo tiene del Buen Pastor. Sin embargo, puede y debe repetirse con mayor frecuencia en la medida que se responde a las expectativas populares.
No será siempre posible que la designación de un pastor, sobre todo en el caso del Papa, recaiga sobre alguien ya conocido, pero en todo caso debe ser un "Pontífice", puente entre Dios y los hombres, es decir un pastor que hubiera demostrado su decisión de hacer suya la causa del pueblo, de los humildes y desheredados; un hombre que posea el "carisma" o el sentido de lo humano y popular. No un "príncipe" ni un "señor", no un hombre de Curia o Doctor de la ley, sino un Papa capaz de renunciar a la imagen del poder, para asumir la del Siervo de Jahvé, el Cristo pobre del Evangelio.
El pueblo quiere un Papa libre y valiente frente a los poderes mundanos y a los condicionamientos e intereses meramente institucionales de la Iglesia y que no permita se oscurezcan las exigencias de la verdad y de la justicia en función de consideraciones humanas o políticas, un Papa con coraje y decisión para colocar su visión de Fe más allá de los sistemas y culturas, es decir, en la trascendencia del Evangelio.
Queremos un Papa con sentido profético, que sepa discernir los signos de los tiempos, que no se ate al pasado, sino que mire hacia adelante en la perspectiva del retorno de Cristo e impulse a la Iglesia hacia la utopía del Evangelio.
Queremos un luchador por la justicia y la Paz, con hambre y sed de justicia, que promueva la liberación de los hombres sin temor a la persecución.
Queremos un hombre de corazón abierto y espíritu amplio, capaz de comprender y amar a los hombres y al mundo de hoy, dispuesto a hacer entrar a la Iglesia en la corriente viva de la historia; un hombre de dimensión ecuménica, inspirado en la oración sacerdotal de Cristo y decidido a hacer efectivas las esperanzas que promovió el Concilio Vaticano II.
En la presente coyuntura de cambio se necesita un Pastor atento a los carismas personales y respetuoso del pluralismo de las Iglesias locales, dispuesto a unir sin centralizar, a conducir iluminando más que imponiendo, servidor de un pueblo que debe construirse desde la base; un Papa que gobierne con la Iglesia sirviendo a los hombres y al mundo.
Queremos un Papa que manifieste su calidad de "hombre de Dios" por su capacidad de ser un "hombre entre los hombres" y por su generoso compromiso con los hombres y su liberación.
Como militantes hacemos pública nuestra adhesión al Vicario de Cristo. Al expresar maduramente nuestras convicciones intentamos ser instrumentos de la Providencia y participar activamente en la Historia de la Salvación.
Jeronimo Podesta ex obispo de Avellaneda y Clelia Luro
1978
Esperamos que sea de su interés.
Un cordial saludo
Emilia Robles
Coordinadora de Proconcil
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