Perciballe destacó que era un militante sindical y político y que fue asesinado por el “sólo hecho de resistir a la dictadura”. Fue trasladado al centro de detención clandestino La Tablada, donde sufrió diversas torturas y fue enterrado posteriormente en el Batallón 14. Perciballe sostuvo que con esta noticia se buscaba “establecer un poco de paz para la familia, fundamentalmente, y para toda la sociedad”.