martes, 6 de agosto de 2013

EL PAPA PIDE...

 
Nuevo diario
“Ustedes no son príncipes”, les dice
El máximo jefe de la iglesia Católica explica que los obispos deben conducir el rebaño, “que no es lo mismo que mandonear”
El papa Francisco dijo el domingo que los obispos deben conducir el rebaño, “que no es lo mismo que mandonear”, y tienen que ser pastores cercanos a la gente, sencillos y austeros, “hombres que no tengan ‘psicología de príncipes’, que no sean ambiciosos”.

El pontífice hizo estas manifestaciones en el discurso que dirigió al comité de coordinación del Consejo Episcopal Latinoamericano, Celam, formado por 45 obispos de América Latina, con los que se reunió en Río de Janeiro antes de regresar a Roma, una vez clausurada la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud.
El papa Bergoglio se refirió a la Misión Continental, el documento surgido de la V reunión del Celam, celebrada en Aparecida (Brasil), en 2007, donde se trazaron las líneas a seguir por la Iglesia latinoamericana para encarar el siglo XXI y la nueva evangelización.
Refiriéndose a los obispos, el Papa dijo que los prelados son quienes conducen la pastoral. “El Obispo debe conducir, que no es lo mismo que mandonear”, expresó el pontífice.
Los prelados, subrayó, deben ser pastores, cercanos a la gente, padres y hermanos, con mucha mansedumbre, pacientes y misericordiosos, “hombres que amen la pobreza, sea la pobreza interior como libertad ante el Señor, sea la pobreza exterior como simplicidad y austeridad de vida”.
“Que no sean ambiciosos”
“Tienen que ser hombres que no tengan “psicología de príncipes”, que no sean ambiciosos, que sean capaces de estar velando sobre el rebaño que les ha sido confiado y cuidando todo aquello que lo mantiene unido: vigilar sobre su pueblo con atención sobre los eventuales peligros que lo amenacen, pero sobre todo para cuidar la esperanza”, dijo.
Francisco agregó que el sitio del Obispo para estar con su pueblo es triple: “o delante para indicar el camino, o en medio para mantenerlo unido y neutralizar los desbandes, o detrás para evitar que alguno se quede rezagado, pero también porque el rebaño mismo tiene su olfato para encontrar nuevos caminos”.
“Estamos un poquito retrasados en lo que a Conversión Pastoral se refiere. Conviene que nos ayudemos un poco más a dar los pasos que el Señor quiere para nosotros en este hoy de América Latina y el Caribe”, añadió.
En un largo discurso, Francisco analizó el documento de Aparecida y señaló que la Iglesia es institución, pero cuando se erige en “centro” acaba transformándose en una ONG, se vuelve cada vez más autorreferencial y se debilita su necesidad de ser misionera.
Renovación interna
El papa Bergoglio destacó que Aparecida ha propuesto la renovación interna de la Iglesia, y dijo que es necesario con frecuencia que los obispos analicen si el trabajo que hacen es más pastoral que administrativo, si promueven la misericordia de Dios, si hacen partícipes de la misión a los fieles, si les apoyan “superando cualquier tentación de manipulación o sometimiento indebido”.
El Papa rehúsa condenar a los gay
En una inédita rueda de prensa a bordo del vuelo papal, en la que el pontífice argentino respondió con franqueza a los numerosos temas sometidos, desde el escándalo de Vatileaks hasta la reforma de la Curia y el eventual cierre del controvertido banco del Vaticano, Francisco habló también de un tema tabú: la homosexualidad dentro y fuera de las murallas del Vaticano
Por elnuevodiario.com.ni | Nacionales
El papa Francisco habla con periodistas en el avión que lo traslada al Vaticano. AFP / END
“Si una persona es gay, busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?”, declaró el papa Francisco, ayer lunes, en el vuelo de regreso de Brasil, al manifestar por primera vez la tolerancia de la jerarquía eclesiástica hacia los homosexuales.
En una inédita rueda de prensa a bordo del vuelo papal, en la que el pontífice argentino respondió con franqueza a los numerosos temas sometidos, desde el escándalo de Vatileaks hasta la reforma de la Curia y el eventual cierre del controvertido banco del Vaticano, Francisco habló también de un tema tabú: la homosexualidad dentro y fuera de las murallas del Vaticano.
“El problema no es tener esa tendencia, sino constituir un ‘lobby’ (un grupo de presión). Ese es el asunto más grave para mí”, agregó el papa argentino a los periodistas, al responder a una pregunta sobre las denuncias de un ‘lobby’ gay en el Vaticano, que conspira para acceder a cargos de poder.
Lo que dice el catecismo
El papa argentino, que durante su permanencia en Brasil evitó hablar de temas espinosos como el aborto y el matrimonio gay, recalcó en el vuelo papal que “el catecismo de la Iglesia católica explica de forma muy bella” el tema de la homosexualidad.
“Dice que no se debe marginar a estas personas por eso. Hay que integrarlas en la sociedad”, comentó Francisco.
Un cambio de estilo
“Nada nuevo desde el Vaticano, solo un cambio de estilo, la sustancia sigue siendo la misma”, recalcó Aurelio Mancuso, presidente del movimiento Equality Italia.
La referencia hecha por el papa al catecismo universal, que no condena la orientación homosexual, sino los actos homosexuales como pecaminosos, obliga a los gays a la castidad, “sin vida afectiva ni sexual”, lamenta Mancuso.
La postura hacia la homosexualidad es uno de los debates pendientes dentro de la Iglesia católica, y algunos sectores internos piden un cambio de actitud.
El papa Benedicto XVI, quien reconoció en el libro “Luz del mundo. El Papa, la Iglesia y el signo de los tiempos”, la existencia de sacerdotes homosexuales, también consideraba que no debían ser discriminados, “aunque no por ello la homosexualidad pasa a ser moralmente justa, sino que queda como algo que está contra la naturaleza de aquello que Dios ha querido originariamente”, escribió.
¿Una vida casta?
Según la Congregación de la Doctrina de la Fe, “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados y no pueden recibir aprobación en ningún caso”, por lo que invita a los homosexuales católicos a una vida casta.
El mismo principio que el papa latinoamericano explicó a los periodistas en el avión, sin entrar en el debate sobre el matrimonio gay, al que la Iglesia se opone rotundamente porque afecta a la familia tradicional.
“Todos ustedes conocen perfectamente la posición de la Iglesia sobre ese tema”, remató, con la voluntad de evitar condenas públicas y anatemas.
Francisco habló también sin tapujos durante una hora y 15 minutos de otros asuntos candentes dentro del Vaticano.
El pontífice se refirió a la delicada reforma del Instituto para las Obras de Religión (IOR), el banco del Vaticano, acusado de lavado de dinero y objeto de una investigación interna.
“Yo no sé cómo acabará el IOR. Algunos dicen que tal vez sea mejor (convertirlo) en un banco, otros en un fondo de ayudas, y otros que hay que cerrarlo. Yo no lo sé, confío en el trabajo de las personas que están estudiando esto”, confesó.
El bosque y el árbol
Sobre la reforma de la criticada Curia Romana, el gobierno central de la Iglesia, sacudida por escándalos de corrupción, aseguró que no ha notado “resistencias” dentro del Vaticano.
“Ya saben que hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece”, comentó, al mencionar el caso de un importante religioso italiano acusado de reciclar dinero proveniente de evasión fiscal a través del banco del papa.
Insuficiente
El tono tolerante del pontífice argentino ha sido considerado “importante” por representantes del movimiento italiano de defensa de los derechos homosexuales, aunque lo tildan de insuficiente en la sustancia.
  

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