La
revolución tranquila del Papa, que no se detendrá ante las presiones de
los halcones curiales, tiene una hoja de ruta, que Francisco quiso
entregar hoy, explicitada, a sus nuevos cardenales, en una solemne
eucaristía en la Basílica de San Pedro. Consiste, esencialmente, en
pasar de la doctrina al Evangelio. En las últimas décadas, la Iglesia
cargaba las tintas en los principios doctrinales “innegociables”.
Asaeteaba a los católicos, un día sí y otro también, con la estrategia
del no, del pecado, de la aduana. Y hasta amenazaba con la excomunión a
los numerosos pecadores.··· Ver noticia ···
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