Dgo 18
Tpo.Ord. C.C. (Lucas 11,13-21)
EL EMBRUJO
DEL DINERO
Comentario de
Atilano ALAIZ, en El Don de La Palabra,
Ciclo C. en versión libre autorizada.--
El
dinero es la llave maestra, abre todas
las puertas, las lícitas y las
“otras”.
El dinero,
la riqueza, el poder suponen
seguridad, tener espaldas anchas cubiertas y defendidas, por esto las
personas se sienten tentadas en
conseguir esa llave maestra, los que ya la tienen se sienten tentados a usar y
abusar de ella, van entrando en una
verdadera adicción.
Todos en
mayor o menor grado sufrimos alguna dependencia.
El
dinero fácilmente se convierte en un analgésico
que insensibiliza frente al dolor ajeno,
el dinero, la riqueza, el buen pasar, favorecen la autosuficiencia….
Tengamos claro que no todo se compra con
dinero, en nuestras sociedades parecería que lo que no cotiza en bolsa no tiene
valor, no señor ¡! No es
verdad!! Las alegrías más valiosas,
mas exultantes son enteramente gratuitas, “el amigo es un tesoro”,
por eso hay tan
pocos. Con dinero compramos una casa, pero con dinero no edificamos
un “HOGAR”…esposa, esposo, hijos….
Los bienes
económicos bien utilizados ayudan a la felicidad, pero nunca son la
FELICIDAD, mal utilizadas frecuentemente son fuentes de desdicha. ¿ Qué alegría es comparable con
vivir en paz con la conciencia, a la
armonía en la convivencia con los hermanos, a la experiencia de la amistad, a
la satisfacción de saberse útil a los demás ,
si son desconocidos y carentes de retribución mejor, de liberar del sufrimiento a los que
sufren y
darles aunque sea un momento de felicidad y
tranquilidad, todo esto es
enteramente gratuito, requiere de la donación de nuestro
tiempo.
Cuando nos toca partir NADA llevamos, partimos como vinimos, riquezas,
condecoraciones, títulos , no sirven de nada, el verdadero
pasaporte es … “qué hiciste por tu hermano?”….
Los bienes a pesar de que se hayan conseguido con esfuerzo del propio trabajo,
son talentos ..dones que hemos recibido; otros en similares condiciones por infinidad de historias vitales no han
podido lograr, pues agradezcamos al Señor estos dones que ha puesto en nuestras
manos sabiéndolos administrar,
recordemos al pobre
Lázaro, más bien recordemos a quién pasó a su lado y lo ignora….
Es claro que la raya que marca el uso racional
del dinero es difícil de determinar, más
cuando se ha acumulado, y alrededor la
necesidad clama, nos sentimos dueños ,
ahí el peligro de
autoengañarnos, de autojustificar nuestras acciones……
Me siento arrastrado por la codicia? Sufro de consumismo ? Tengo alguna noción que me diga que el dinero
es un bien social? Colaboro sin resistencias ? La
Palabra de Francisco que tanto entusiasmo me provoca llega
hasta el bolsillo,… a donar “tiempo”
gratuito al hermano tirado en el camino…..
Comentario en
versión libre autorizada por el autor,
realizada por Eduardo Bernadá.
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