Dgo.24.Tpo.Ord.C.CLc.15,1-32.
ESTAR EN CASA Y SER DE CASA.-
Comentario del Don de la Palabra,
de Atilano Alaiz. En versión libre
autorizada.
…este
es quizá uno de los evangelios más
conocidos y tratados, con variada reflexión, conocido como el del “Hijo Pródigo” , luego cómo el del Padre Misericordioso,
tomado cómo mas nos apetezca…Jesús abre
sus brazos y ofrece su abrazo del perdón a dos clases de personas: a
los perdidos, que tal
vez crean no tienen perdón, son los sociológicamente fuera de la
casa paterna , de la iglesia; y
a los cumplidores
a los que
creemos que estamos sociológicamente dentro de ella, pero
como en una pensión. Podemos ser cristianos cumplidores pero
mediocres, interesados, desafectos, que tristemente encarnamos
las figuras de los dos hermanos.
Unos tenemos todos los manjares a disposición , La Palabra, los
sacramentos, el testimonio de tantos y tantos que se entregan por los hermanos,
pero no sabemos saborear lo que se nos ofrece, nuestra vida es tristona,
realizamos las tareas por puro cumplir un horario, con espíritu mezquino, no
por amor. El hijo mayor es eso, con el
condimento que desprecia al hermano y lo excomulga, de ninguna manera
compartirá la mesa con un despreciable.
¿No estaremos necesitando una conversión a
la reflexión de ésta parábola? ¿Cómo discernir el gozo del hogar paterno o
necesito entrar en él? El hermano
mayor confundía al Padre con un patrón que da órdenes, no vivía la intimidad
del hogar ( estar sin estar), se atiene a lo mandado, “no he desobedecido una
sola orden, te sirvo de sol a sol y no me has dado ni un cabrito para comer con
los amigos!!” …le pasa
factura al Padre…..nosotros pasamos factura a Dios vivimos una religiosidad gratuita? Nos sentimos ( me siento) recompensados con
luchar por su Reino, ayudamos a los hermanos
o todo esto está empapado de mercantilismo por el futuro ¿ vivimos (vivo) el calor de la amistad entre la familia, los
hermanos, la comunidad o la
familia, la comunidad el templo son para mí una pensión , un restaurante donde comen
muchos pero cada uno come a solas ¿?
“Este hijo mío estaba muerto y ha revivido,
estaba perdido y lo hemos encontrado”
El perdón no es algo que se
otorga o se
recibe, sino algo que se construye,
porque es la vuelta
al amor profundo
y duradero Perdonar y
ser perdonado significa
volver a amar;
el perdón es la síntesis de
dos amores; un
amor muerto que
resucita y un
amor fiel que
recibe.
En encuentros verdaderos con Jesús, son los
propios convertidos los que explotan de gozo y sienten la necesidad de
celebrarlo con un banquete. Los que han dado el paso de
la conversión aseguran
que no nos
imaginamos la dicha íntima
que nos aguarda si
nos decidimos al
cambio…..
Versión libre autorizada por el
autor realizada por J.Eduardo Bernadá
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