DÍA DEL
PATRIMONIO, ayer concurrimos al
CEMENTERIO BRITANICO, donde se realizaron visitas guiadas al mismo, realmente
muy interesantes disertaciones a cargo de
una sicóloga argentina especializada en simbología funeraria y un
especialista uruguayo en historia funeraria.
( The BRITISH CEMENTERY SOCIETY)
Entre
los comentarios escuchados nos llamó la atención
cuando historiando la
construcción del primer Templo Inglés levantado frente al actual,( el primero
estaba cimentado sobre el Cubo del Sur,) financiado principalmente por Diego
Shaw, británico poderoso comerciante. " Junto a Lafond, Thomkynson
y otros financiaron la publicación de las primeras BIBLIAS circulantes en el
territorio, siendo requisadas y quemadas en la plaza pública, algunas fueron guardadas por los ingleses y
en una procesión católica fueron arrojadas a las autoridades presentes……"…
Así es
que he consultado con un irreprochable ciudadano; Methol
Ferré quién describe lo que
sigue……
TIANDAD: DE A
LAS CORRIENTES RELIGIOSAS
EL
AGOTAMIENTO DE LA CRISTIANDAD: DE ARTIGAS A FLORES
.
.."Todas estas vicisitudes
dejan desmantelada a la Iglesia católica en casi toda América Latina. Sus
conventos y seminarios caen en la anarquía, con lo que se empobrece la
formación intelectual y religiosa. Además, el “regalismo” generalizado lleva a
la eliminación de monasterios y casas religiosas en casi todos los países.
Otras circunstancias se
vivían en Montevideo. (Es de señalar que la división del país en dos campos
había hecho a su vez que la Iglesia católica dividiera sus autoridades: Larrañaga residía del lado del Cerrito, y
en Montevideo quedó como Provisor Eclesiástico Delegado, el padre Lorenzo
Fernández). En Montevideo, puerto sitiado, donde había más extranjeros que
orientales, la situación generaba la erección del “Templo Inglés”, comenzado en 1844. Ello fue impulsado por el
poderoso comerciante Samuel Lafone,
uno de los dueños financieros de la plaza e impulsor de las intervenciones
inglesas de 1845, ligado también a la Sociedad Bíblica de Edimburgo. Y
justamente año 1844, en la “Escuela de Niños Emigrados” (de la campaña),
organizada por el jesuita Ramón Cabré – la Compañía de Jesús había vuelto en 1840 -, se desata la
“cuestión de las Biblias”. Lafone había ayudado a levantar económicamente
la escuela, pero luego hizo difundir entre los alumnos las Biblias que recibía
de los protestantes de Edimburgo, hecho que levantó la oposición de Cabré,
quien solicitó a Lorenzo Fernández su intervención. En ese momento se publica
la Encíclica de Gregorio XVI condenando las Sociedades Bíblicas. A pesar del
apoyo del ministro Melchor Pacheco a Lafone, el provisor Lorenzo Fernández
hizo desatar una campaña pastoral contra las actividades de la Sociedad Bíblica. Se argüía que no se trataba de
ocultar a los fieles los libros sagrados, sino de evitar la distribución sin
las anotaciones y explicaciones católicas. La agitación fue grande y hubo una
.
|
En efecto, el proceso de secularización
proseguía su camino. Los viejos nombres del santoral, de las calles de
Montevideo, eran borrados y sustituidos por evocaciones patrióticas. El autor
de esa intención “nacional” del nomenclátor era Andrés Lamas, sobrino de fray
Benito Lamas. Y esto lleva a la significación de la “generación romántica”, que
irrumpe en la década de 1830 y que pretendía completar nuestra independencia
política con la cultural, a la vez que comprender al pueblo de modo más
profundo que los unitarios. Desde la
perspectiva religiosa, el más importante es Echevarría, quien, como la mayor
parte de los románticos, pasa la Guerra Grande en Montevideo, donde morirá.
Echeverría resume muy bien el enfoque real de su generación: en el “Dogma
Socialista” afirma que es “Dios, centro y periferia de nuestra creencia …………….
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