Estimado hermano Eduardo:
Ante el acertado título
conque anuncias la partida de este amigo de los pobres
creo que una vez más es oportuna esta reflexión: ENMANUEL,
DIOS CON NOSOTROS
lo decimos y lo proclamamos en este adviento y durante la
Navidad.
Dios con nosotros: la Iglesia institución desde Puebla
proclama su opción por los pobres,
ahí se ha quedado. Ya es hora de dar el paso para que sea:
Iglesia con los pobres.
Y entonces sí el Enmanuel será real, pues no será
simplemente por, sino CON, caminando
con ellos, asumiendo sus eternos sueños siempre postergados
por una postura capitalista salvaje.
Para eso una Iglesia pobre, despojada del poder, servidora
fiel y humilde a semejanza del ENMANUEL.
Un abrazo en Cristo el que se preocupa y ocupa de todos sus
hermanos. Gerardo
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