En el recuerdo de todos debe estar que cuando el PAPA se dirigía con severas, duras palabras a los LAICOS del mundo diciendo lo que se debía y no hacer, ellas resonaban como diáfanas campanas, Quizás quien escribe por viejo tiene este recuerdo, la diferencia que se observa es que HOY parece las mismas palabras las del PAPA, no tienen el mismo peso ni resonancia en aquellos mismos voceros, la prueba es lo que dice el propio Obispo de Roma.....
Unas palabras que fueron escuchadas bajo un silencio impertérrito por
parte de los responsables curiales, y que no pasarán desapercibidas a
los cuatro cardenales, pero tampoco a aquellos a los que Francisco
denominó como ejemplos de "gatopardismo espiritual": los que
aplauden al Papa pero no hacen nada. Un auténtico toque de atención que
vuelve a colocar el centro de la reforma curial no en un cambio de
cromos, sino "en una auténtica conversión".
Francisco entró en la sala Clementina pocos minutos después de las diez y media de la mañana. Allí le esperaba la Curia,
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