las falencias de jesús Enero 30, 2017
Trece años de cárcel, nueve de ellos en total aislamiento, derrumbaría hasta un gigante. Sin embargo, no logró quebrar a Francisco Javier Nguyen Van Thuan. En la prisión comprobó que el amor es creativo, y él amaba vivir, amaba su fe y amaba su patria. En esa situación, aunque tenía que cargar cadenas, conservó el corazón libre.
El cardenal vietnamita supo sacar bendición de aquello que para todo el mundo era maldición. Con unos alambres retorcidos se fabricó una figura de Cristo que le recordaba que él había padecido primero los manotazos de los hombres, se ganó la confianza de sus carceleros y pudo escribir tres libros aprovechando medios muy rudimentarios.
En uno de esos libros (“Testigos de esperanza”) reflexionó acerca de ciertos defectos que encontró en Jesús de Nazaret.
Esas falencias fueron: Jesús es un desmemoriado, no tiene idea de las matemáticas, no sabe emplear la lógica, no calcula los peligros y, finalmente, es un completo ignorante en las finanzas.
Jesús no tiene memoria.
Una sola prueba de esta aseveración: estando en la cruz, agonizando, escucha que uno de los ladrones que sufría el mismo suplicio, le pide que se acuerde él. Jesús se olvida de todas las picardías y robos de ese hombre y le asegura la vida eterna junto a él esa misma tarde.
Jesús no sabe matemáticas
En sus enseñanzas, Jesús empleaba el método de contar historias, poner ejemplos. Dijo un día que si un pastor tenía 100 ovejas y se le perdía una, dejaba en el redil las 99 y se iba en busca de la oveja perdida. Para él, una sola persona es equivalente a noventa y nueve. O sea, una ecuación que es rechazada de plano por todos los comerciantes del mundo.
Jesús no tiene lógica
También puso el ejemplo de una mujer que tenía diez monedas de mucho valor. Cuando se le extravió una, barrió toda la casa hasta encontrarla. Y cuando la tuvo de nuevo en su mano, invitó a todo el vecindario a hacer una fiesta. Una fiesta en la que gastaría mucho más que el valor de la moneda encontrada. Es decir, no hay lógica alguna en este ejemplo.
Jesús corre demasiados riesgos
Los seguidores de Jesús se han contagiado del marketing empresarial y de las planificaciones de los ejecutivos. Ellos piden asesores de planificación. Parroquias, congregaciones, comunidades, grupos pastorales…todos emplean horas y horas para proyectos, planes, objetivos, estrategias. Alguien dijo que al final de los tiempos, Jesús no encontraría a sus seguidores unidos, pero sí los encontraría reunidos… Jesús se lanzó no más con su propuesta del Reino de Dios. No hizo conciliaciones con los doctores de la ley, no buscó alianzas con los fariseos, no tuvo compromisos con los romanos. Lógicamente su proyecto fue un fracaso. Un líder que termine asesinado como un bandolero, entre dos ladrones, solo con su angustia, es un fracasado. El poder de Dios lo convirtió en un triunfador.
Jesús no entiende de finanzas ni de economía
Si Jesús fuese el administrador de la empresa, de la comunidad, la ruina sería cuestión de días. ¿Como entender a un administrador que paga el mismo salario al que empieza el trabajo antes y al otro que sólo trabaja una hora? ¿Un descuido? ¿Jesús no sabe contar? …
¿Por qué Jesús tiene esas falencias? Porque es el Dios de la Misericordia y el Amor Encarnado. Dios Amor (cf. 1Jn 4,16). Por tanto, no es un amor racional, calculador, que condiciona, ni recuerda las ofensas recibidas. Sino un amor donación, servicio, misericordia, perdón, comprensión, acogida… ¿En qué medida? Infinita.
Las falencias de Jesús son el camino de la felicidad. Por eso, damos gracias a Dios. Para alegría y esperanza de la humanidad, esos defectos son incorregibles.
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