La condición de la sabiduría es saber envejecer. Es decir: saber que hay un tiempo para nacer y un tiempo para morir, un tiempo para intentar y un tiempo para desistir, un tiempo para hablar y un tiempo para callar, un tiempo para crecer y un tiempo para decrecer, un tiempo para liderar y un tiempo para dejarse llevar.
Envejecer es descubrir que todo ha valido la pena a pesar de todo, y que aceptarlo todo aceptándose del todo es la única forma de transformarlo todo. Envejecer es reconocer que la bondad es lo único que ha valido y que valdrá la pena. Y llegar por fin a la paz consigo y con todo.
Envejecer es darnos del todo, hasta morir, hasta nacer, hasta ser nuestro ser verdadero en la Plenitud de lo que ES.
Envejecer es descubrir que todo ha valido la pena a pesar de todo, y que aceptarlo todo aceptándose del todo es la única forma de transformarlo todo. Envejecer es reconocer que la bondad es lo único que ha valido y que valdrá la pena. Y llegar por fin a la paz consigo y con todo.
Envejecer es darnos del todo, hasta morir, hasta nacer, hasta ser nuestro ser verdadero en la Plenitud de lo que ES.
(Publicado en DEIA y en los Diarios del Grupo NOTICIAS el 14-05-2017)
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