En primer lugar dejo
constancia de mis coincidencias genéricas con lo expuesto aunque desconocía los
datos de Portugal.
Me gustaría compartir también algún punto de vista que habla de los
cuestionamientos que se hace invocando la carta democrática. Sin dudas tienen
toda la razón en hacerlo desde el concepto de democracia que practican. Sólo
diría que se trata de una democracia representativa de los grandes intereses
financieros, las corporaciones mediáticas manipuladoras, en donde los más
desfavorecidos no están siendo tenidos en cuenta.
Por contraposición esta propuesta de Asamblea Nacional Constituyente creo que
se aproxima más a una expresión de las unidades populares diversas. Obviamente
me faltan elementos detallados para sustentar cada detalle pero globalmente
está marcando una forma de democracia directa mucho más defendible ya que
apunta a un modelo de elección más incluyente y libertario.
Las circunstancias por supuesto no son las mejores. Hay objeciones valederas
sobre declaraciones poco felices, agresivas y hechos de tipo autoritario. El
clima ríspido no ayuda. Pero en esencia responden a un modelo de participación
ciudadana más amplia, una herramienta más representativa del pensamiento y el
sentimiento de “toda” la sociedad.
Y sobre todo no desconoce los verdaderos motivos maquiavélicos de dominio por
parte del grupo de poderosos que están viendo peligrar sus intereses
absolutamente egoístas. El que gente de bajos recursos tenga mayor acceso a los
bienes que genera la sociedad donde vive, es algo insufrible que no puede ser
tolerado por quienes han expoliado tanto tiempo riquezas y vidas.
Otro apunte es la llamada oposición. Siempre es buena cosa discrepar cuando las
cosas no andan bien. Pero no todo vale. Cuando uno critica es porque cree que
hay algo mejor. Bien. Lo que sigue no es denostar al contrario por lo malo que
es sino proponer qué es eso mejor en lo que creo. Y defenderlo con actitudes y
razones constructivas. No es todo vale. La violencia de algo injusto
necesariamente provoca más dolores e injusticias. Y deja de convertirse en
solución. Por el contrario agrava los problemas. La división interna y menos
las llamadas guarimbas no colaboran para encontrar mejores soluciones. Roberto.-
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