Queridos hermanos
Dado que fue a través de ustedes que tomé conocimiento de la
realización de la Conferencia internacional “50 años después de Medellín”, me
propongo enviarles una breve apreciación sobre la misma. Concurrí con Patricia,
que forma parte también de la CEB Jean Dumont, y con Hilda, una compañera del
curso de Biblia que hacemos en la parroquia.
Desde el punto de vista de la organización considero que no hubo
un buen manejo de los tiempos.
Tuvimos una primera parte que duró desde las 9 hasta las 12.40
sin interrupciones. Muy difícil de sostener desde el punto de vista físico y
mental, sobre todo teniendo en cuenta la enjundia de los temas. Cuando
finalmente se hizo la pausa, se avisó que el encuentro se prolongaría unos 40
minutos más. Pero nosotras nos retiramos porque teníamos reunión de CEB.
De todas maneras suponemos que lo troncal de la jornada ya se había
desarrollado.
Los disertantes, Pbro. Dr. Juan Carlos Scannone SJ (referente de
la Teología del Pueblo) y Pbro. Jorge Techera, compatriota de ustedes y
vicepresidente del CEDIDOSC, fueron impecables. Se hallaba presente también el
embajador de Uruguay.
Hubo en principio un video institucional y luego un paneo sobre
el contexto latinoamericano y mundial de la época en que se desarrolló la
conferencia de Medellín, a cargo de miembros del CLAdeES.
La que sigue es una síntesis muy apretada de los conceptos
desarrollados. Fue imposible registrar todo, especialmente porque las
exposiciones se hacían casi al ritmo de una lectura. Estimo que más adelante el
CLAdeES publicará una síntesis de las mismas (al menos así lo afirmaron durante
la conferencia), de modo que este resumen es apenas un adelanto súper
sintético.
El Dr. Scannone se refirió a la actualidad
de Medellín y al Papa Francisco. A partir de la convicción de que Medellín es
el Pentecostés de América Latina, se refirió a los siguientes puntos:
·
Justicia a partir de la misericordia: Cuestionamiento del paradigma
tecnocrático y la ideologización. La realidad es superior a la idea.
·
Paz y armonía por contraposición a la violencia: No a la absolutización de la
propia posición y a la demonización de la posición ajena. Necesidad de una
conversión afectiva. Modelo del poliedro, donde se da la unidad de las
diferencias.
·
Una iglesia de los pobres, pobre y para los pobres: Los pobres como sujetos
activos (comunitariamente activos) y privilegiados de la vida y la acción de la
Iglesia.
Para mostrar que Francisco es la continuidad de Medellín se
refirió a sus NOES:
·
No a una economía de la exclusión e inequidad
·
No a la idolatría del dinero
·
No a la insensibilidad ante el sufrimiento ajeno
·
No a cualquier forma de muerte provocada… etc.
Señaló también el aprecio del Papa por los movimientos populares
y se refirió a la solidaridad en términos de comunidad.
En cuanto a la exclusión, consideró que es peor aún que la
explotación; y mencionó la creatividad de los pobres, manifiesta en los movimientos
populares, de los que surgen verdaderos “poetas sociales”.
La Iglesia de los pobres debe darse a nivel mundial, sin tener
en cuenta diferencias culturales, étnicas, etc., promoviendo la unidad de los
diferentes.
Se refirió también a dos conceptos básicos:
·
La necesidad de discernir los signos de los tiempos
·
El método de Ver, Juzgar y Actuar de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI)
Por supuesto es ineludible señalar a la encíclica Laudato Si
como la actualización de Medellín.
El Padre Techera se
refirió a la presencia de la iglesia en la transformación de América Latina y
afirmó que una Iglesia en Pastoral de Conjunto es prueba de salud. Todo
Medellín es pastoral.
Mencionó luego someramente los antecedentes de la Conferencia
Episcopal: las encíclicas GS, LS y PP, y el Pacto de las Catacumbas firmado por
obispos de todo el mundo, en reconocimiento de las deficiencias de su vida de
pobreza.
Entre los obispos de Argentina destacó la presencia de los
monseñores Devoto, Zaspe, Iriarte y Angelelli, comprometidos con la búsqueda
comunitaria del espíritu del Evangelio.
Se explayó luego sobre el Concilio Vaticano II como punto de
partida y como brújula segura para orientar la tarea pastoral, que debe estar
centrada en la integración del cristocentrismo y el antropocentrismo, dado que
para conocer a Dios hay que conocer al hombre. Y señaló 2 líneas claramente
definidas:
1) Dirigida a la familia, la
educación, la juventud.
2) Orientada a la evangelización y
a los procesos de maduración de la fe.
Todo ello sin desconocer el marco económico-político: partir de
la realidad e iluminar con la Palabra.
Se trata, en definitiva, de aunar lo antiguo y lo moderno, lo
espiritual y lo temporal, lo que nos enseñaron y nuestra originalidad.
Cabe consignar que Techera matizó su exposición con toques de
humor y anécdotas personales. Por eso terminó con un cuento, que le permitió
esbozar la conclusión de la charla:
“Había una vez un sabio a quien todos consultaban. Un par de
jóvenes resolvió tenderle una trampa, para demostrar que no era tan sabio como
decían. Apresaron entonces un pajarito para llevarlo oculto en el hueco de sus
manos, con el objeto de preguntar al sabio si lo que había allí estaba vivo o
muerto. Si este decía que estaba vivo, bastaría con apretarlo entre las palmas
para presentárselo muerto. Y si decía que estaba muerto, lo soltarían para que
saliera volando, burlándose de él en ambos casos. Pero el sabio respondió: ‘En
sus manos está que viva o muera’”
Y el Padre Techera concluyó: Está en manos de ustedes que
Medellín viva o muera.
A continuación se pasó un video que mostró un modo de traer
Medellín al presente, a través de Fundapaz (Fundación para el Desarrollo en
Justicia y Paz). Se trata de una organización creada por iniciativa de la
Hermanas del Colegio del Sagrado Corazón de Jesús, que funcionó originalmente
en la aristocrática esquina de Callao y Juncal, de la ciudad de Buenos Aires, y
extendió su accionar a varias provincias del norte de nuestro país. Desarrolla
allí funciones organizativas, económicas y productivas en cooperación con el
Estado, promoviendo el desarrollo técnico de esas regiones (acceso al agua
potable, pequeños emprendimientos de cría de ganado, apiarios, pequeñas
producciones agrícolas, etc.).
Si Medellín es la bajada del Concilio a América Latina, y una de
sus herramientas es el discernimiento de “los signos de los tiempos”, las
religiosas que emprendieron esta obra comprendieron que la tarea de este tiempo
no es “educar al príncipe”, sino ocuparse de los más humildes, empoderándolos.
Se trata del desarrollo del hombre y de todos los hombres.
A continuación se dio lugar a las preguntas.
El Dr. Scannone explicó la relación Medellín-Teología de la
Liberación, señalando que ya en la Populorum Progressio se hablaba de
Desarrollo y Liberación. Allí se prepara lo que Medellín pone en marcha y que
Gutiérrez acuña con su libro.
Respecto a la articulación de esta visión de la Iglesia con la
jerarquía, Scannone alude a la tarea de servicio que le está adjudicada desde
el Evangelio.
Luego menciona las diferentes líneas de la TL:
·
Línea radical: acepta como científico el análisis marxista. Hugo Assmann es su
figura más significativa.
·
Línea principal: toma elementos del marxismo pero no su horizonte de
comprensión (n, por ejemplo, la lucha de clases). Representada por Ellacuría y
Arrupe.
·
Línea rioplatense (argentina y uruguaya), conocida como Teología del Pueblo.
Sus representantes son Gera y Tello. No usan las categorías del marxismo sino
las categorías de investigación de las cátedras nacionales (Justino O’Farrell).
No son ni liberales ni marxistas. El peronismo sentó sus bases en esta
teología. De ella deriva toda una línea política latinoamericanista.
Interrogados sobre el Papa, los disertantes señalan que la
conversión pastoral toca a todos los miembros de la iglesia y que los “gestos”
de Francisco son muy importantes, así como sus enseñanzas, que tienen su origen
en el Pacto de las Catacumbas, porque representa una toma de conciencia. Se
trata de trabajar a modo de fermento, irradiar. Se calcula que llevará unos 100
años asentar los cambios que promovió el Concilio. Y llevamos 55…
Se menciona luego al teólogo canadiense Bernard Lonergan y a la
necesidad de una conversión intelectual, ética y religiosa. A esta última
Lonergan la llama también “conversión afectiva , porque para que lo ético
permanezca tienen que haber cambiado los afectos. Y esta conversión comprende 3
niveles:
·
Familiar (que excluye el egoísmo)
·
Civil (que se refiere a la relación con el prójimo)
·
De relación con Dios (El Espíritu Santo derramado en nuestros corazones
repercute en lo ético y lo intelectual)
En la ética y la política se requiere el “apetito recto” del que
hablaba Aristóteles (Esto se refleja en Amoris Laetitia).
El público plantea luego una pregunta sobre lo que significó la
guerrilla latinoamericana. Scannone la define como una posición parcial que se
absolutiza, un imaginario que se transforma en ideología demonizando al que
piensa distinto. Lo considera un tema afectivo.
Volviendo al Papa, se afirma que ya desde sus épocas de cardenal
reunía a políticos de distintos partidos buscando consenso en torno a políticas
de Estado; convencido de que, si son personas de buena voluntad, aún en el
error pueden aportar algo.
Lamentablemente el cierre de esta primera parte estuvo a cargo
de una persona que se definió como ex subteniente del presidente de facto
General Rafael Videla, echando sobre él una mirada piadosa de benevolencia por
la relación que mantuvieron. Lo definió como un hombre “austero” y apeló a la
necesidad de que la Iglesia haga su aporte para favorecer la conciliación de la
sociedad argentina. Su planteo no tuvo eco, pero dejó flotando una atmósfera de
incomodidad. En ese momento se produjo la pausa y nosotras tuvimos que
retirarnos, pero tengo la sensación de que la mayor parte del público no acordó
con esa idea, puesto que se trató de uno de los ejecutores de los crímenes de
lesa humanidad que exigen memoria, verdad y justicia.
Abrazo. Alicia
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