CUANDO
EL PODER SE DISFRAZA DE BUROCRATICO.-
Hace unas horas invitación mediante concurrimos a una celebración
recordando la exaltación del Sagrado Corazón.
Dejé pasar un tiempo prudencial porque el calor y el
dolor son malos compañeros para realizar una crónica. Esta celebración se llevó a cabo en la
coqueta capilla del Pereira. Estaba
muy concurrida además de las
señoras que habitualmente disponen generosamente de su tiempo, vinieron invitados de fuera dando un marco adecuado a la misma. La
celebración transcurrió dentro de los tradicionales esquemas, una homilía
buena, algo extensa. Luego exposición
del Santísimo…..
Ayer
se dio no concurrieron padres de pacientes que suelen acompañar, ellos
están presentes pero con el oído y la atención en la sala no es prudente
ceremonias largas a las que quizá no están familiarizados, concurren
con el afán de poder expresar su dolor, su esperanza y un poco de
arropamiento humano, en el acierto u
error eso es lo que palpamos en nuestro humilde acompañamiento.
Nos hubiera gustado en la celebración, por ejemplo en la oración de los fieles
realizar alguna petición acorde a
la misma, no fue posible. Es entonces
dado que nos encontrábamos en un lugar muy familiar para nosotros luego de dos años golpeando puertas para que
se reabriera la capilla y su posterior recuperación; acompañando a quién ha puesto todo el cariño, el calor, la
pasión en acondicionar un lugar abandonado, húmedo con vidrios rotos, cañerías
obstruidas, paredes descascaradas, pinturas inexistentes, puertas que no
cerraban y un sinfín de inconvenientes que apareja el abandono, nos referimos al diácono
Miguel Zinola, dicho sea de paso nos extrañó mucho su ausencia. Siguiendo con el relato les decía que nos
dirigimos a las asistentes contándoles
nuestra nueva actividad en el hospital, debidamente autorizada por la autoridades respectivas del Pereira. Decimos nuevas porque como casi todos conocen
estos años hemos venido acompañando a
niños muy graves y sus familiares, niños en cuidados paliativos con abuela a
cargo, en el pabellón de mujeres a
madres solas con hijos al cuidado de
terceros, es decir una amplia gama de acompañamientos, al cual no nos gusta
andar “publicitando”. Los mencionamos dado el cariz que tomó nuestro pedido de libros que intentaremos repartir en la labor a desplegar, no con la intención que sean
devueltos sino para que circulen entre
los niños. Ahí el sacerdote que se
aprestaba a retirar sin mediar otra
palabra pregunta fuerte, despectivamente en nombre de quién realizaban
estas tareas , si es en nombre de
la iglesia tienen que pasar por mi
autorización y dispondré en
consecuencia!!
Sinceramente, este desplante de alguien a quién
recién conocimos en la celebración, nos sorprendió por el talante, el desborde de “autoridad”, olvidando aquel principio de humildad tan
recordado por Francisco constantemente “ he venido a servir”….
Nos pregunta los nombres, a lo cual le respondí yo también quería saber con quién estaba
tratando, al decir quién era, me vino a la memoria su nombre porque hace
cuatro o cinco años le llamé por el tema
de la capilla y me contestó que primero debía hacer un curso….y que la capilla
estaba atendida, cosa que sabíamos hasta el cansancio que no lo estaba, dado
nuestro continuo trajinar por el predio y conversaciones con el personal del
hospital. El interlocutor resultó ser el encargado de la pastoral de la salud.
Es muy hermoso llegar a un lugar que estuvo en ruinas y hoy remozado, decir que es lo que se debe hacer, qué fácil son las cosas para algunos. El
trabajar en la capilla no es
venir una vez al mes celebrar, dar
cátedra de lo que hay que hacer o se debería haber hecho, trabajar en la capilla es atender el teléfono
a las tres de la mañana a una madre desesperada porque el bebe se muere,
levantarse, estar, acompañar. A las 22 horas un esposo llama porque la
esposa está grave, ir y estar eso
es ESTAR, estar acompañando el féretro, conseguir alimentos para los gurises que
quedaron al cuidado de vecinos en el asentamiento, eso implica
la tarea ahí, no la de escritorio ordenador, celebración fría una vez al mes para qué? Cuando entramos al hospital llevar un cartel iglesia católica, NO!!
Sacerdote
encargado de la salud,
humildad, conocimiento,
respeto, aprecio por el prójimo, al grito de soy la autoridad, Jesús siempre le
puso coto, siempre estuvo contra ella,
fue, ha sido y es un rebelde que no quiso esta iglesia se lo aseguro, como que tengo la certeza de
la resurrección para usted y para mí
también.
Con el respeto humano y como hermano cristiano a pesar de
las diferencias le saludo fraternalmente
p. Ceb. SanFelipey Santiago
su
hermano José Eduardo Bernadá
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