En una semana, los presidentes de conferencia de obispos del mundo van a comenzar una reunión de cuatro días en Roma para discutir la respuesta de la iglesia sobre el abuso sexual del clero. ¿Qué podemos, razonablemente, esperar de un encuentro tan corto sobre un problema tan complejo?
El informe es Michael Sean Winters , publicado por el National Catholic Reporter , 13/02/2019. La traducción es Natalia Froner dos Santos .
Muchos pronósticos apuntan que el encuentro estará muy por debajo de las expectativas. Creo que dependerá de cómo son esas expectativas. Por ejemplo, mi colega jesuita Tom Reese dio cinco razones por qué cree que la reunión va a fallar . La última razón para tener éxito, Francisco tendrá que establecer la ley y simplemente decir a los obispos que en vez de consultarlo, tendrán que presentar una solución a la crisis y decirles que la implementen ".
Francisco no lo hará. Él no se plantea como CEO de la Iglesia Católica . Él tiene un gran respeto por la colegialidad, la creencia de que el Papa no debe actuar como un monarca absoluto. En su primer sínodo de obispos, alentó a los obispos a hablar osadamente y no tener miedo de discrepar de él.
Sin embargo, los obipos norteamericanos, ninguno de ellos quería que mencionen la fuente obvia del problema McCarrick , el hecho de que Juan Pablo II y sus colaboradores más cercanos miraron hacia otro lado mientras que la promoción McCarrick . Santo súbito troppo , como me dijo la semana pasada.
La verdadera fuente de la crisis es la cultura del clero que nos lleva a la cuestión relacionada, pero distinta, que será abordada, pero no resuelta, en el encuentro de la próxima semana, la cuestión de la responsabilidad episcopal. Todos usamos la frase "crisis de los abusos sexuales del clero" para referirse a los hechos en 2018 , pero esto no es exacto. No supimos que había miles o incluso cientos de nuevos casos de abusos por el clero. Lo que supimos es que algunos obispos todavía no sentían la necesidad de minimizar la responsabilidad de publicar los nombres de estos acusados de abuso para que otras víctimas pudieran ser alentadas a presentarse.
Otros no podían hablar de los daños sacramental que su negligencia causó la comunidad de creyentes, o trató de culpar a otros obispos, como si los obispos estadounidenses perdieron sólo a los oficiales del Ejército y la Marina, cuando se trata de mantener un sentido de identidad corporativa. ¿Por qué fue necesario para los periodistas católicos sugerir rituales de arrepentimiento? Lo que encontramos es que muchos obispos siguen siendo mucho más preocupado por la reputación de la Iglesia- o su propia reputación - que con cualquier otro asunto. 2018 expuso en qué grado la cultura clerical todavía permanecía enfocando en las cosas equivocadas. 2018 no fue un año sobre la crisis de los abusos sexuales, sino sobre una crisis eclesiológica.
Aquí el problema no es qué protocolos las distintas conferencias episcopales van a adoptar, pero que los procedimientos de la curia romana promulgará. Francisco en su motu proprio " Como una madre cariñosa", dejó claro que tenía la intención de culpar a los obispos por negligencia en la protección de los niños, y sería eliminar aquellos que eran tan negligente de sus funciones. "El obispo o eparca diocesano sólo puede ser removido si faltar objetivamente, de una manera muy grave, la diligencia que su oficio pastoral le exige, aunque no hayan ocurrido grandes faltas morales de su parte", alega el documento.
No sé por qué las congregaciones relevantes de la curiano publicaron sus procedimientos para investigar los casos de abandono. No sé por qué no hubo desarrollo canónica en esta área, aunque parece que el Papa estaba esperando tal legislación cuando dijo en la misma conferencia del vuelo de regreso Panamá , quería que los protocolos de vigilancia eran claras. En el caso más notorio de la negligencia, que no estaba a una congregación, pero fue directamente al escritorio del Papa, sabemos lo mucho que fue decisivo: exigió la renuncia de la totalidad de la jerarquía chilena .
Hay una manera por la cual él puede convencer a los dicasterios relevantes a lograr el liderazgo de sus esfuerzos para desarrollar tales políticas. El Papa podría decir que hasta que se adopten dichas políticas, él y el Consejo de Cardenales examinará todos los casos de negligencia episcopal. Si usted sabe algo sobre burocracias, sabe que son conscientes, y el pensamiento de perder el control sobre algo tan importante estimularía los dicasterios a elaborar los procedimientos necesarios.
Mis expectativas para la cúpula, entonces, no son malas, pero tampoco son grandiosas. Espero que cada obispo vaya a la casa con una noción clara de lo que necesita ser hecho a nivel local para proteger a los niños, y más aún, convencido de la necesidad de reexaminar la cultura clerical que sirvió como una "placa Petri" para ese pecado y crimen. Los sucesores de los apóstoles no pueden pasar a la tarea de revitalizar la cultura de una forma que se aproxima a lo que Cristo quiso decir cuando él era el colegio apostólico.
Deben, como el Maestro dijo, recoger su cruz y seguirlo.
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