Leído con atención el mensaje de la CEU " Tiempo de
elecciones, tiempo de esperanza " con ojos de laico inserto en la realidad
de nuestros días, se advierte que los obispos no ven claramente esa
realidad y además que no están capacitados para educar en materia
política.
Los primeros cuatro párrafos intentan dar un panorama
histórico y un tanto"angelical " de la cultura política del cuerpo
electoral uruguayo desconociendo que atravesamos un período de
"desmovilización " propio de las sociedades post modernas donde los
intereses individuales y consumistas ahogan los sueños progresistas y
solidarios.
A partir del párrafo cinco se plantean preguntas sobre la alta
tasa de suicidios o la baja tasa de natalidad cuyas respuestas sociológicas son
muy complejas y no se pueden adjudicar simplemente a cuestiones como la ley del
aborto a la que se cuestiona, sin tener en cuenta que con ella no se busca
favorecer la eliminación de una vida en su inicio ( siempre rechazable ) sino
proteger la de una mujer que ya lo decidió y que de otra manera lo haría
igualmente en las peores condiciones.( párrafo 7)
En los temas de familia y educación se aplican viejos conceptos
eclesiales sin advertir que se hace imperioso para la Iglesia una revisión de
conceptos a la luz de las enseñanzas de Jesús sobre el amor y la libertad que
nuestros obispos parecen haber olvidado.
Estas son algunas de las observaciones que se me ocurre hacer a
nuestros hermanos obispos ( podría haber otras) que resumiría en que haberse
llamado a silencio hubiera sido la mejor opción para recuperar la credibilidad
en una Institución tan devaluada. Sinceramente espero que Jesús resucitado y el
Espíritu Santo la vuelvan a habitar.
Hugo
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