jueves, 27 de febrero de 2020

VOLVER A JESÚS. de José Antonio PAGOLA.- Gabriel Retamoso, lo comparte porque le ha parecido muy buen texto para una reflexión en común.-

Capítulo 5 "Liberar la fuerza del Evangelio 
3 - Contacto directo con el Evangelio (pág. 67) ¿No ha llegado el momento de poner decididamente el Evangelio en el centro de las comunidades cristianas? El Concilio Vaticano II nos ha recordado que, a lo largo de los siglos, el Evangelio es en toda época el que hacer vivir a la Iglesia "El Evangelio es, en todo tiempo, el principio de toda su vida para la Iglesia" Ninguna trasmisión de la Fe es posible sin la presencia salvadora del Evangelio. En estos momentos tan críticos, el Evangelio se ha de convertir en el principal instrumento de la renovación que necesitamos. Hemos de liberar la fuerza del Evangelio. Recuperar el protagonismo central que tuvo en el nacimiento y crecimiento de las primeras comunidades. Ha llegado el momento de entender y organizar la comunidad cristiana como un espacio donde lo primero es acoger el Evangelio de Jesús. Un lugar plantado en medio de la sociedad actual, donde se cuida antes que nada la acogida del Evangelio. Nuestras parroquias necesitan la experiencia directa e inmediata del Evangelio. Sin duda, la homilía dominical de los presbíteros cumple una tarea insustituible, y las diócesis han de promover un esfuerzo de renovación y purificación de la predicación dentro de la liturgia, siguiendo las importantes sugerencias del papa Francisco (Evangelii Gaudium 135-144) Pero, tal como se lleva a cabo,sin posibilidad de diálogo en el interior del pueblo de Dios, que ha de permanecer mudo, sin exponer sus inquietudes, interrogantes y sufrimientos,, no siempre es el mejor camino para descubrir que "el Evangelio responde a las necesidades más profundas de las personas" (E;G; 265) Por una parte los fieles caen fácilmente en la pasividad y el aburrimiento, y, por otra, el riesgo de la rutina y la "profesionalización" de los predicadores lleva no pocas veces a que no sea propiamente el Evangelio lo que se anuncie, sino algunos acentos doctrinales o morales que procedes de determinadas opciones ideológicas. ¿Por que no instaurar en las comunidades cristianas , fuera del contexto de la liturgia dominical, un espacio nuevo y diferente para escuchar juntos el Evangelio de Jesús? ¿Por que no reunirnos, en el nombre de Jesús, presbíteros y fieles, varones y mujeres, creyentes, menos creyentes,poco creyentes y hasta no creyentes, para escuchar y compartir su mensaje? Hemos de dar al Evangelio la oportunidad de entrar en contacto directo e inmediato con los hombres y las mujeres de hoy. Que la fuerza salvadora pueda penetrar en sus vidas, sus problemas, crisis, miedos y esperanzas. Hemos de despertar en el pueblo sencillo el deseo del Evangelio que lo conozcan de verdad, que lo disfruten,que lo reclamen a la jerarquía. Ellos fueron los que mejor acogieron y entendieron a Jesús. Si el pueblo sencillo se hace con el Evangelio nos arrastrará a todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Multimedia


PARTE 1

PARTE 2

Bielli - Bernada