viernes, 25 de septiembre de 2020

COMENTAPAGOLA.- dGO 26.Tpo. Ord. Mt.21,28-32) ¿Qué podía ver Jesús en aquellos hombres y mujeres despreciados por todos? Tal vez su humillación. Tal vez menos orgullo y prepotencia que la de los escribas y sumos sacerdotes.


LAS COSAS NO SON SIEMPRE LO QUE PARECEN

La parábola es una de las más claras y simples. Un padre se acerca a sus dos hijos para pedirles que vayan a trabajar a la viña. El primero le responde con una negativa rotunda: «No quiero». Luego lo piensa mejor y va a trabajar. El segundo reacciona con una docilidad ostentosa: «Por supuesto que voy, señor». Sin embargo, todo se queda en palabras, pues no va a la viña.    También el mensaje de la parábola es claro y fuera de toda discusión. Ante Dios, lo importante no es «hablar» sino hacer; lo decisivo no es prometer o confesar, sino cumplir su voluntad. Las palabras de Jesús no tienen nada de original.  Lo original es la aplicación que, según el evangelista Mateo, lanza Jesús a los dirigentes religiosos de aquella sociedad: «Os aseguro: los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios». ¿Será verdad lo que dice Jesús?   Los escribas hablan constantemente de la ley: el nombre de Dios está siempre en sus labios. Los sacerdotes del templo alaban a Dios sin descanso; su boca está llena de salmos. Nadie dudaría de que están haciendo la voluntad del Padre. Pero las cosas no son siempre como parecen. Los recaudadores y las prostitutas no hablan a nadie de Dios. Hace tiempo que han olvidado su ley. Sin embargo, según Jesús, van por delante de los sumos sacerdotes y escribas en el camino del reino de Dios.   llenad¿Qué podía ver Jesús en aquellos hombres y mujeres despreciados por todos? Tal vez su humillación. Quizá un corazón más abierto a Dios y más necesitado de su perdón. Acaso una comprensión y una cercanía mayor a los últimos de la sociedad. Tal vez menos orgullo y prepotencia que la de los escribas y sumos sacerdotes.  Los cristianos hemos o de palabras muy hermosas nuestra historia de veinte siglos. Hemos construido sistemas impresionantes que recogen la doctrina cristiana con profundos conceptos. Sin embargo, hoy y siempre, la verdadera voluntad del Padre la hacen aquellos que traducen en hechos el evangelio de Jesús y aquellos que se abren con sencillez y confianza a su perdón.      J.A.Pagola

En nuestra larga vida,cuántos casos hemos encontrado de personas que se dicen católicos, pero en su vida son malos padres, malos ejemplos en su vida familiar y peores en sus relaciones sociales. Buscando el enriquecimiento propio muchas veces en detrimento de los más débiles. A su
lado otros que en silencio, en el anonimato, sin una vida religiosa manifiesta, obran por los más necesitados. Pagola nos ilumina al respecto. Gracias.

1 comentario:

  1. En nuestra larga vida,cuántos casos hemos encontrado de personas que se dicen católicos, pero en su vida son malos padres, malos ejemplos en su vida familiar y peores en sus relaciones sociales. Buscando el enriquecimiento propio muchas veces en detrimento de los más débiles. A su
    lado otros que en silencio, en el anonimato, sin una vida religiosa manifiesta, obran por los más necesitados. Pagola nos ilumina al respecto. Gracias.

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