Casaldáliga en el año 2015 y más en nuestro hoy, ha recordado y ratificado los sueños del
“Pacto de las Catacumbas” *
. La gran crisis económica actual es una crisis global de Humanidad que no se resolverá
con ningún tipo de capitalismo, porque no cabe un capitalismo humano; el capitalismo
sigue siendo homicida, ecocida, suicida. ◊
.. No hay modo de servir simultáneamente al dios de los bancos y al Dios de la Vida,
conjugar la prepotencia y la usura con la convivencia fraterna. ◊
.La cuestión axial es: ¿Se trata de salvar el Sistema o se trata de salvar a la Humanidad?
A grandes crisis, grandes oportunidades. En idioma chino la palabra crisis se desdobla
en dos sentidos: crisis como peligro, crisis como oportunidad.
.Con ocasión de los 50 años de la convocatoria del Vaticano II, se ha recordado, con
nostalgia, el “Pacto de las Catacumbas de la Iglesia sierva y pobre”. En el 16 de
noviembre de 1965, pocos días antes de la clausura del Concilio, 40 Padres Conciliares
celebraron la Eucaristía en las catacumbas romanas de Domitila, y firmaron el Pacto de
las Catacumbas. Dom Hélder Câmara, cuyo centenario de nacimiento estamos
celebrando este año (2009), era uno de los principales animadores del grupo profético.
El Pacto en sus 13 puntos insiste en la pobreza evangélica de la Iglesia, sin títulos
honoríficos, sin privilegios y sin ostentaciones mundanas; insiste en la colegialidad y en
la corresponsabilidad de la Iglesia como Pueblo de Dios, y en la abertura al mundo y en
la acogida fraterna.
1. Hoy, nosotros, en la convulsa coyuntura actual, profesamos la vigencia de muchos
sueños, sociales, políticos, eclesiales, a los que de ningún modo podemos renunciar. ◊
Seguimos rechazando el capitalismo neoliberal, el neoimperialismo del dinero y de las
armas, una economía de mercado y de consumismo que sepulta en la pobreza y en el
hambre a una grande mayoría de la Humanidad.
Y seguiremos rechazando toda discriminación por motivos de género, de cultura, de
raza. Exigimos la transformación sustancial de los organismos mundiales (ONU, FMI,
Banco Mundial, OMC…). Nos comprometemos a vivir una «ecológica profunda e
integral», propiciando una política agraria-agrícola alternativa a la política depredadora
del latifundio, del monocultivo, del agrotóxico. Participaremos en las transformaciones
sociales, políticas y económicas, para una democracia de «alta intensidad».
Como Iglesia queremos vivir, a la luz del Evangelio, la pasión obsesiva de Jesús, el
Reino. Queremos ser Iglesia de la opción por los pobres, comunidad ecuménica y
macroecuménica también. El Dios en quien creemos, el Abbá de Jesús, no puede ser de
ningún modo causa de fundamentalismos, de exclusiones, de inclusiones absorbentes,
de orgullo proselitista. Ya basta con hacer de nuestro Dios el único Dios verdadero. «Mi
Dios, ¿me deja ver a Dios?». Con todo respeto por la opinión del Papa Benedicto XVI,
el diálogo interreligioso no sólo es posible, es necesario. Haremos de la
corresponsabilidad eclesial la expresión legítima de una fe adulta.
2. Exigiremos, corrigiendo siglos de discriminación, la plena igualdad de la mujer en la
vida y en los ministerios de la Iglesia. ◊
3. Estimularemos la libertad y el servicio reconocido de nuestros teólogos y teólogas. ◊
La Iglesia será una red de comunidades orantes, servidoras, proféticas, testigos de la
Buena Nueva: una Buena Nueva de vida, de libertad, de comunión feliz. Una Buena
Nueva de misericordia, de acogida, de perdón, de ternura, samaritana a la vera de todos
los caminos de la Humanidad. Seguiremos haciendo que se viva en la práctica eclesial
la advertencia de Jesús: «No será así entre vosotros» (Mt 21,26). Sea la autoridad
servicio. El Vaticano dejará de ser Estado y el Papa no será más Jefe de Estado. La
Curia habrá de ser profundamente reformada y las Iglesias locales cultivarán la
inculturación del Evangelio y la ministerialidad compartida.
4. La Iglesia se comprometerá, sin miedo, sin evasiones, en las grandes causas de la
justicia y de la paz, de los derechos humanos y de la igualdad reconocida de todos los
pueblos. Será profecía de anuncio, de denuncia, de consolación. La política vivida por
todos los cristianos y cristianas será aquella «expresión más alta del amor fraterno» (Pío
XI). ◊
Nos negamos a renunciar a estos sueños aunque puedan parecer quimera.
«Todavía cantamos, todavía soñamos». Nos atenemos a la palabra de
Jesús: «Fuego he venido a traer a la Tierra; y qué puedo querer sino que
arda» (Lc 12,49). Con humildad y coraje, en el seguimiento de Jesús,
miraremos de vivir estos sueños en el cada día de nuestras vidas. Seguirá
habiendo crisis y la Humanidad, con sus religiones y sus iglesias, seguirá
siendo santa y pecadora.
Pero no faltarán las campañas universales de
solidaridad, los Foros Sociales, las Vías Campesinas, los Movimientos
populares, las conquistas de los Sin Tierra, los pactos ecológicos, los
caminos alternativos de Nuestra América, las Comunidades Eclesiales de
Base, los procesos de reconciliación entre el Shalom y el Salam, las
victorias indígenas y afro y, en todo caso, una vez más y siempre «yo me
atengo a lo dicho: la Esperanza».
*El Pacto de las Catacumbas”, firmado por cuarenta padres
conciliares el 16 de noviembre de 1965, pocos días antes de la
clausura del Concilio.
2. EL MENSAJE PARA NOSOTROS Y LA SOCIEDAD DE HOY
Benjamín Forcano
¿Qué mensaje nos deja Pedro a nosotros y a la sociedad en
que vivimos?
Se trasluce en todos sus escritos, con rigor, con veracidad y,
sobre todo, porque mana directamente de su identificación con los
pobres y de su oposición radical a la realidad imperante que los
oprime.
Siempre nos asombró su capacidad de hacer mística , teología
y profecía, al hilo de los acontecimientos, de conflictos y progresos
tecnocientificos de esta nuestra sociedad dual y pluriforme. Como si
en su casita de Sao Félix do Araguaia, hubiese levantada una potente
estación emisora que alcanzara a todos los rincones de la tierra.
Recuerdo muy bien cómo describía la contradicción entre el
Primer y Tercer Mundo, en una entrevista que le hice:
-“Mira, Benjamín, nadie libera a nadie, incluso nadie concientiza a
nadie, si uno mismo no se libera y autoconcientiza. Se puede ayudar,
no sustituir.
En ese sentido, el Primer Mundo sólo podrá liberarnos en la
medida en que él se libere. Sólo en la medida en que el Primer
Mundo deje de ser Primer Mundo podrá ayudar al Tercer Mundo. Para
mi esto es dogma de fe. Si el Primer Mundo no se suicida como
Primer Mundo, no puede existir humanamente el Tercer Mundo.
Mientras haya un Primer Mundo , habrá privilegio, exclusión,
dominación , explotación,lujo y marginación. Si vosotros, en el Primer
Mundo no resolvéis ser un mundo humano, nosotros no podemos
serlo”.
. Nadie es menos que nadie ni como persona ni como pueblo
1.Se trata de implantar un proyecto humano, ético-religioso,
liberador, planetario, que rompa el proyecto homicida del
neoliberalismo. El neoliberalismo hoy se ha globalizado
y pasa olímpicamente de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, de la Carta de las Naciones Unidas y de la Carta de la
Tierra.
Pedro Casaldáliga sabe de qué habla, sabe de las causas de
tanta invasión, explotación, dominación y guerra. Lo ha afrontado él
en su propia sociedad que es eco y espejo de la sociedad universal;
el aquí y el allí están relacionados, hay allí tanto retraso y miseria,
tanta deuda, porque aquí, -en Europa, en el Mundo occidental-,
es interminable el robo, la incautación y la dominación.
Los colonialismos e imperialismos, viejos y modernos, se
atienen siempre a su lógica: ignorar y despreciar la alteridad,
humillar, destruir, imponer la ley del más fuerte.
2.Se trata de contar con personas que se salgan de ese proyecto
homicida, que le hagan frente desde la dignidad de la persona y sus
derechos inalienables. Sobre ese quicio podemos reconstruir una
convivencia fraterna, que erradique el egoísmo y la avaricia,
la soberbia y la prepotencia, la desigualdad, la injusticia, la rivalidad,
las guerras, que matan la libertad y la paz.
Nadie es menos que nadie, ni como persona ni como pueblo.
Todo ser humano esta obligado a hacer el bien y evitar el mal, a
hacer efectiva la regla universal de: “Trata a los demás como tú
deseas que te traten a ti”. El hombre es para el hombre cosa
sagrada, hermano, no lobo.
Llegar a eso, no es posible sin personas libres, que detesten la
idolatría del dinero, del hedonismo, del consumismo, del racismo, del
patriarcalismo, de todas las cadenas que aprisionan y oprimen al ser
humano.
El ser persona significa ser libre; ser libre significa ser pobre; y
sólo es profeta quien vive con libertad y pobreza.
En esta nuestra sociedad hoy en tantos aspectos manipulada y
esclavizada, el ejemplo de Pedro Casaldáliga seguirá siendo señal,
luz y camino para vivir con dignidad y autonomía, con libertad, con
pobreza, con profecía y esperanza.
ME LLAMARÁN SUBVERSIVO
Con un callo por anillo,
monseñor cortaba arroz.
Monseñor ¿”matillo
y hoz”?
Me llamarán subversivo.
Y yo les diré: lo soy.
Por mi pueblo en lucha, vivo.
Con mi pueblo en marcha, voy.
Tengo fe de guerrillero
y amor de revolución.
Y entre Evangelio y canción
sufro y digo lo que quiero.
Si escandalizo, primero
quemé el propio corazón
al fuego de esta Pasión,
cruz de Su mismo Madero.
Incito a la subversión
contra el Poder y el Dinero.
Quiero subvertir la Ley
que pervierte al Pueblo en grey
y al Gobierno en carnicero.
(Mi pastor se hizo Cordero.
Servidor se hizo mi Rey).
Creo en la Internacional
de las frentes levantadas,
de la voz de igual a igual
y las manos enlazadas…
Y llamo al Orden de mal,
y al Progreso de mentira.
Tengo menos Paz que ira.
Tengo más amor que paz.
…¡ Creo en la hoz y el haz
de estas espigas caídas:
una Muerte y tantas vidas!
¡ Creo en esta hoz que avanza
– bajo este sol sin disfraz
y en la común Esperanza –
tan encurvada y tenaz!
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