"[ Trump ] está teniendo problemas para dejar el camino libre , aceptando el veredicto de la democracia . Su Ego no puede tolerar la presencia del oponente político ni siquiera de un simple adversario. Quien se atreva a criticar su trabajo no expresa un punto de vista diferente al el tuyo, pero encarna el mal y, como tal, no merece una respuesta, sino sólo su extirpación. Es la quintaesencia de todo populismo : la lucha política no es una lucha entre distintas interpretaciones del mundo, sino entre el bien y el mal ", escribe Massimo Recalcati , psicoanalista italiano y profesor en las universidades de Pavía y Verona, en un artículo publicado por La Stampa , 12-01-2021. La traducción es de Luisa Rabolini .
Aquí está el artículo.
La figura psicológica más profunda de todo el populismo es el incesto. Desde este punto de vista, el populismo nacionalista-soberano de Trump no es una excepción, reflejando una concepción cerrada, exclusiva e incestuosa de la relación con el pueblo. No solo representa a la gente, sino que es la gente. El líder populista se dirige a su pueblo como si "su" pueblo fuera el pueblo . El miedo a los inmigrantes y el estímulo a las presiones racistas alentaron a Trump a responder a esta lógica.
En primer plano hay un proceso de identificación simbiótica . Por eso Trump no apoya la contradicción, el espíritu crítico, el debate abierto, porque eso rompería la asociación íntima con su pueblo. Esta intimidad oscura que excluye cualquier forma de mediación simbólica es la figura incestuosa que estructura genéticamente todas las formas de populismo . Esto se traduce en el rechazo del espíritu democrático, que se basa en el principio de representación y la difícil prueba del pluralismo.
Trump no solo no cree en la democracia concebida en estos términos, sino que siempre la ha considerado hostil a su afirmación personal como emprendedor antes y como presidente después. Su concepción del poder sigue siendo antiinstitucional e íntimamente totalitaria . Juró sobre la constitución, pero su juramento fue, en el momento de su investidura como presidente, perjurio porque su credo no es la democracia . Solo cree en el derecho de su Ego . Las leyes son vistas con recelo, ya que imponen una regulación arbitraria de este derecho, que quisiera ser absoluto.
Lo único que lo acerca a las clases medias, rurales, indigentes o a los empresarios en busca de rescate que votaron por él es el rechazo a la política vista como un lugar de impureza moral y corrupción que ha traicionado al pueblo estadounidense. Es por eso que Trump realmente autoriza a su pueblo a invadir y devastar las instituciones democráticas , ya que son los principales culpables de esta traición.
La falta de lealtad es otro rasgo obvio de la personalidad de Trump . Corresponde a la ausencia de auténticas pasiones civiles . A diferencia de los líderes totalitarios del siglo XX, no está impulsado por una Causa ideal, por ilusoria que sea - la revolución, la lucha de clases, la superioridad de la raza - porque la única Causa que le interesa es la de su Ego. . En esto es un exponente significativo del liderazgo en la llamada era post-ideológica. Su ambición es acrecentar el poder de su nombre sin límites , es "hacerse famoso", como ha dicho varias veces con franqueza adolescente. Esta ausencia de lealtad e idealidad es la expresión de un cinismo desencantado .
La corrupción, el racismo, el sexismo revelan una concepción de la vida como la prevaricación del más fuerte . Su narcisismo , calificado por algunos psicoanalistas de su país como "malvado", es en realidad " narcisismo ", una mezcla difusa entre el culto al Ego mismo y la ausencia de auténticas pasiones ideales. Su nombramiento como presidente amplió enormemente su megalomanía , pues le llevó a confundir la responsabilidad que su rol conllevaba con la mera adquisición de una propiedad. Por eso, ahora tiene dificultades para dejar el camino libre , aceptando el veredicto de la democracia .
Tu Ego no puede tolerar la presencia del adversario político o incluso un simple adversario. Cualquiera que se atreva a criticar su obra no expresa un punto de vista diferente al suyo, sino que encarna el mal y, como tal, no merece una respuesta, sino sólo su extirpación. Es la quintaesencia de todo populismo : la lucha política no es una lucha entre diferentes interpretaciones del mundo, sino entre el bien y el mal.
No es casualidad que la batalla personal de Trump sea evocada para defender los ideales de Estados Unidos (patria, familia, libertad) de improbables asociaciones secretas de pedófilos y satanistas que reclutarían demócratas de alto rango (sic ..).
Pero el punto más decisivo es que, a sus ojos, es la política misma la que es corrupta como tal. No es casualidad que todo líder populista se enorgullezca de no pertenecer a la cultura política y de ser profundamente ajeno a ella. Las instituciones representan la Ley que obliga a su narcisismo sin límites a ver que no puede doblegar la realidad a sus fantasías más regresivas y omnipotentes .
Y es precisamente la alteridad de la realidad -como sucedió con la gestión burlesca e irresponsable de la pandemia- la que ahora pide la cuenta. Acepta lo que para él es inaceptable: el reconocimiento de la derrota .
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