Los números del hambre son horrorosos, y pienso, por ejemplo, en países como Siria, Haití, Congo, Senegal, Yemen, Sudán del Sur pero el hambre también se hace sentir en muchos otros países del mundo pobre y, no pocas veces, también en el mundo rico.
Decir que por culpa de la pandemia, se ha incrementado la pobreza severa en España respecto a 2018, en cerca de 2.000.000 de personas más. (Informe de Caritas 2021)
La pobreza es la consecuencia directa de un sistema económico (el capitalismo) que sólo mira el beneficio de los grandes capitales, el interés del dinero por encima de cualquier otra consideración. Le da igual si la gente muere de hambre, si se desforestan los bosques, si el cambio climático nos lleva al abismo.....Es un sistema, como dice Francisco "que mata". En el recién terminado IV encuentro de los Movimientos Populares el Papa , dirigiéndose a los poderosos de la tierra les ha dicho: "En nombre de Dios cambien un sistema de muerte".
Porque, como venimos diciendo, la raíz del problema del hambre, de las desigualdades, de las injusticias, del cambio climático...es el actual sistema económico que domina el Mundo: el capitalismo, que sólo mira por el dinero y sus beneficios, utilizando todos los medios que tengan que utilizar, como la corrupción de políticos y gestores y aunque ello sea a costa de la muerte de millones de personas o de provocar en la naturaleza cambios que nos llevan a la destrucción.
Es muy fuerte el poder de las grandes multinacionales, de las grandes corporaciones bancarias, de los grandes capitales, que eluden el pago legítimo de impuestos evadiendo su dinero a paraísos fiscales, a costa de dejar a la población sin los necesarios recursos para sanidad, educación, infraestructuras, atenciones sociales...
Personalmente pienso que la Iglesia debería dar ejemplo a todos los niveles: Estado Vaticano, Conferencias episcopales, obispados, parroquias, órdenes de religiosos y religiosas para donar al menos una parte de sus bienes y ponerlos al servicio de los necesitados. Ello ayudaría muchísimo a solucionar el hambre en el Mundo.
El Papa Francisco viene insistentemente diciéndolo, sobre todo en las encíclicas Laudato sí y Fratelli tutti y, entre otros, en sus
discursos ante los participantes en los 4 encuentros de los Movimientos Populares celebrados, a los que anima a seguir en su esfuerzo por luchar por ese otro Mundo más justo, fraterno y solidario.
Muchos harán oídos sordos a estas palabras! Aquello del Evangelio de hace dos domingos, la pregunta de aquel joven, que tengo que hacer para obtener la vida eterna.
ResponderEliminar