lunes, 25 de julio de 2022

CUANDO SE ESCONDE LA VERDADERA HISTORIA. UN ABRAZO QUE NO EXISTIÓ...“EL ABRAZO DEL MONZÓN” - UNA MENTIRA HISTÓRICA -

 

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“EL ABRAZO DEL MONZÓN” - UNA MENTIRA HISTÓRICA -
<<El Abrazo del Monzón es uno de los hechos históricos que ha generado controversia en el correr de los años. El 19 de abril de 1825 los patriotas comandados por Juan Antonio Lavalleja desembarcaron en la playa de la Agraciada, iniciando así la gesta emancipadora.
Fructuoso Rivera (“Don Frutos”), que había permanecido en suelo oriental, había pasado a servir en el ejército de los invasores brasileños. Y fue enviado a detener a los orientales que habían desembarcado en La Agraciada.
El 29 de abril de 1825, según una versión difundida durante años, Lavalleja y Rivera se encontraron en un rancho, donde se habría producido el histórico abrazo que selló la unión de estos dos caudillos en la lucha independentista contra las fuerzas brasileñas.
Con el correr de los años varios historiadores dieron por tierra esta versión y del tal abrazo sólo quedó el nombre.
Según pudo documentarse posteriormente en aquel encuentro Lavalleja literalmente le perdonó la vida a Rivera, que no tuvo más remedio que incorporarse a las fuerzas patriotas. El Gral. José Brito del Pino en su "Diario de la Guerra del Brasil", escrito durante esa campaña, expresa: "Se pudo ir (Rivera) al galope y cuando llegó, recién se apercibió de su engaño y de que se hallaba prisionero de los mismos que iba a combatir. Como al verlo todos desnudaron sus espadas, creyó que iba a ser muerto y lleno de terror le dijo a Lavalleja: 'Compadre, no me deje Ud. asesinar'.
Entonces Lavalleja mandó que envainasen los sables y le contestó: 'Aunque no merecía otra suerte que morir a mano de sus paisanos a quienes ha traicionado como igual a su patria, he querido demostrar toda la generosidad que nos anima y ver si con conducta tal de nuestra parte, olvida Ud. su pasado de crímenes y traiciones y entra a hacer causa común con nosotros para libertar la patria'.
Ya repuesto Rivera de su primer terror, se negó a cooperar, fundándose en que estaba al servicio del Imperio y no podía traicionarlo, añadiendo otras excusas, hijas de su malvada voluntad.
Entonces replicó Lavalleja: 'Pues bien, compadre, piénselo bien hasta la madrugada; si entonces no se ha decidido a volver al camino del honor, será fusilado y la patria vengada'.
Se le hizo retirar enseguida a una tienda de campaña guardada por centinelas de vista. (...) Entregado quedó a sus reflexiones hasta las 2 de la mañana, más viendo que el término fatal se aproximaba, mandó llamar al general Lavalleja y le dijo: 'Compadre, estoy decidido, vamos a salvar la patria y cuente Ud. para todo conmigo'. Lavalleja lo abrazó entonces y lo comunicó a los demás".
La verdadera historia de lo sucedido cerca de Cardona en aquel lejano 1825 demoró algún tiempo en conocerse, fundamentalmente por las pasiones políticas que estas dos relevantes figuras históricas generaron en la política de la naciente nación oriental>>.
Revista Cultural “HUM BRAL”, de Mercedes, Soriano.
OTRA VERSIÒN
<<Pero Lavalleja, prevenido, avanzó vertiginosamente. Y fue así que sus enviados como baqueanos sorprendieron a uno enviado por Rivera, quien, engañado oportunamente, creyó que quienes se acercaban eran las fuerzas aliadas de lsás (brasileño).
Fue así que, con reducida escolta, se adelantó a todo galope, y antes de que pudiera desengañarse se vio rodeado por grupos de patriotas que esperaban a su paso.
Y entre ellos, Oribe, quien se propuso liquidar a quien se había puesto tan indignamente de parte de los imperiales.
Lavalleja ordenó que Rivera fuera apresado y recluido en una tienda de campaña con cuidadosa vigilancia, y no en un rancho que, con la acostumbrada invención de muchos "historiadores" de ocasión, se conserva como escenario de un imaginario abrazo.
Los reproches de Lavalleja fueron de gran severidad, sin que Rivera, sin reaccionar ante tan inesperada prisión, pudiera interponer excusa alguna.
Pero su instinto ventajero lo indujo, al amanecer, a solicitar la presencia de Lavalleja, a quien prometió acompañarlo en su empresa, denunciando para ello la cercanía de su compadre lsás.
Y Lavalleja, sabiendo la importancia que tendría esa incorporación, aceptó finalmente esa adhesión, reaccionando ante la natural indignación que sintió al hallarse en la cartera de Rivera dos vales por mil pesos que Lecor le ofreciera por la cabeza de Lavalleja y por la de Oribe. Tal fue lo que historiadores indignamente politizados llamaron "el abrazo del Monzón.">> - Libro “RIVERA TAL CUAL ERA – Prof. Washington Lockhart
Imagen_ Foto del monumento existente en el lugar donde se produjo el "Abrazo del Monzón", márgenes del arroyo Monzón, cerca de Cardona, el 29 de abril de 1825, a diez días del Desembarco de los “33”.

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