El pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en las oscuras regiones de la muerte, se levantó una luz”.
Hoy también vivimos tiempos de oscuridad e incertidumbres, en donde los pobres y oprimidos muchas veces no ven esa gran luz de Cristo que ilumina las tinieblas y nos guía por senderos de paz y abundancia.
¿De qué depende que se vea esa gran luz de Cristo?
De nosotros. Nosotros los bautizados, nosotros la iglesia de Cristo, de nuestro testimonio coherente y vivo que inspira y guía a otros hacia la luz de Cristo. Nosotros la gente común, los pobres de Jesús, al igual que Pedro, Andrés…los pescadores que llamó a dejarlo todo y seguirlo. Sin esa actitud de vida es muy difícil que los que están en las tinieblas vean la gran luz.
“Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca”.
Convertirnos, cambiar nuestra mirada hacia el hermano que sufre. El Reino de los Cielos ya está entre nosotros y es la gran luz de Cristo, que ilumina las tinieblas de este mundo arrollador, con guerras hambre, muerte de inocentes, pagas injustas que no nos permiten vivir con dignidad, una iglesia institución con acomodos políticos y muchas más tinieblas, pero la gran luz de Cristo las venció y las vence hoy.
No debemos perder la esperanza. Orar y actuar. Amar.
¿Hemos dejado nuestras redes para seguirlo?
¿Hemos pescado a otros para juntos seguir en la luz?
¿Hemos salido del individualismo para compartir lo que tenemos con los que lo necesitan?
Esas y muchas otras preguntas debemos hacernos a diario. No pensar que ya estamos, que ya llegamos, que ya hemos hecho suficiente. Que estamos cansados y desanimados. Que parece que nada cambia y todo empeora. NO.
Cristo nos invita hoy de nuevo a levantar la mirada hacia su Luz porque su Reino de amor esta en nosotros.
No pasan más de cinco minutos, estoy repasando estas humildes pero sentidas palabras; que Jesús me dice, ve, deja las palabras, actua......
me tocan la puerta; una mama con 3 niños chicos, pidiendo agua y algo de comida.
Oportunidad de mostrar la Luz de Cristo a través de agua fresca y unas frutas.
Sin más que agregar, Gracias Señor Jesús)
Has dicho, humildes palabras. Y si, así es el mensaje del evangelio, humilde para oídos humildes, obras humildes para los necesitados. Que así sea!
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