Nos animamos a vivir juntos este proyecto ?
Las Bienaventuranzas.....
Seguir a Jesús no es fácil, pero no estamos
solos en ese caminar porque Él va con nosotros.
Las bienaventuranzas son un proyecto de vida
para amarnos y así amarlo, seguirlo y encontrar la felicidad. Aunque a veces
parezca que eso no es posible para los pobres, para los que sufren injusticia,
pero sí lo es.
Aceptar lo que nos toca en la vida es muy
importante, que no significa resignarse, pero ser feliz y vivir en una
condición de vida, poniendo en práctica los valores cristianos, como la
paciencia, la pobreza, el consuelo o el servicio a los demás, estamos en el
camino hacia Dios.
Ser pobre en espíritu, es ser humilde y
despojarse de todo orgullo. Lo cual se puede experimentar aun teniendo
satisfecho lo económico / material.
Este proyecto de las bienaventuranzas no está
dirigido a un grupo selecto, sino que es para todos nosotros.
Jesús nos llama felices, pero a la vez nos pide
que con nuestras actitudes diarias hagamos presente el reino de los cielos, y
que llegue a su plenitud a través del cariño, el compromiso y el amor concreto
y solidario, que nos tengamos como fraternidad y hermandad. (miren cómo se
aman).
Si somos capaces de vivir una pobreza
espiritual, aquella que logra ser desprendida, generosa, confiada en Dios, sin
máscaras. Seremos felices y haremos presente el reino de los cielos hoy.
Sintámonos dichosos los que nos atrevemos a
expresar delante de Dios y de los demás aquello que nos duele o nos ha dolido,
porque seremos consolados.
Si lloramos y sentimos, somos capaces de ser sensibles a la realidad de los que sufren, de los que no tienen quien los defienda, y al mismo tiempo trabajar para conseguir un mundo más justo para todos. Dios nos capacita para hacerlo, no desperdiciemos su bendición.
Ser mansos, tener el valor de despojarse del
poder, cualquiera sea, y ponerse cerca de los que nos necesitan y tenderles una
mano.
La justicia de las bienaventuranzas, habla de
una vida correcta desde Dios, es posible. No al concepto de justicia desde los
intereses creados por hombres de poder y codicia, por la competencia violenta
entre seres humanos.
Hablemos de lograr una paz con métodos
pacíficos, que produzcan profundos cambios en la sociedad, con actitudes
chiquitas, casi invisibles, como lo hizo Jesús en lo pequeño. (pero todo lo que
hagamos en lo micro impacta en lo macro).
El reino ya está aquí entre nosotros. Hagámoslo
presente, viviendo en presencia de Jesús para encarnarlo, cada día.
Aún no estamos terminados como individuos, pero
somos dignos de ser soñados por Dios. Madilene
Muy de acuerdo con la reflexión. La difundo. Saludos, Juan Cejudo
ResponderEliminarCoincido con tu reflexión, pero al leer las Bienaventuranzas quiero detenerme en una "Bienaventurados por los que trabajan por la Paz...."
ResponderEliminarAhondar en lo que es la paz, cual es la Paz que nos trasmite el Evangelio.
Es acaso la ausencia de guerras? Sólo eso? Pienso que la Paz que Cristo nos trasmite es mucho más que eso. Es la ausencia de la violencia ejercida por el que tiene poder hacia el desposeído, la del fuerte frente al débil. Es la de una justicia igualitaria, el que todos tengan derecho a las necesidades básicas de todo ser humano, vivienda, salud, trabajo, educación. Y Jesús nos indica el camino....