domingo, 4 de junio de 2023

Al caer la tarde dominical, CarlitoSaracini sugiere esta lectura,A PUERTAS ABIERTAS de Ana María Díaz, Ñuñoa, 28 de mayo 2023S

 A PUERTAS ABIERTAS ....La encuesta What Worries the World, de abril 2023, que investiga lo que más le preocupa a la gente en el mundo, informó que las cinco principales aflicciones son la Inflación 41%, pobreza e inequidad social 32%, crimen y violencia 30%, desempleo 27%, corrupción política y financiera 27%. Además, constató que el 64% de la gente del mundo piensa que su país va en una dirección equivocada. Estos datos y preocupaciones reflejan el difícil momento que vive la humanidad. Cada una de las preocupaciones y todas en su conjunto muestran la tremenda inseguridad en la que experimentamos nuestras vidas hoy: Nos sentimos inermes ante la precariedad económica, la amenaza criminal, el abuso político y financiero. Además, la gran mayoría muestra desconfianza en la dirección que sigue su país. Detrás de estos datos hay seres humanos que pasan hambre, viven injusticias, padecen abusos, viven en la violencia, ven deteriorarse su esperanza y caen en grave escepticismo ciudadano. Este domingo de Pentecostés, el evangelio cuenta que habiendo pasado 7 semanas desde los acontecimientos de la pasión, los discípulos y discípulas de Jesús, se encontraban, el primer día de la semana, al anochecer, a puertas cerradas, tratando de superar la decepción de la muerte de su maestro, el miedo por lo que pudiera ocurrirles a ellos también y la incertidumbre sobre su futuro. En eso estaban, cuando entró Jesús, se colocó en medio y les dijo: “Paz a vosotros” y luego sopló sobre ellos para infundirles su Espíritu y todo cambió. Es que Jesús viene a abrir puertas, las puertas que impiden vivir en contacto consigo mismo, las que nos distancian auto protectoramente de los demás; las que cierran el corazón al reencuentro y la confianza; las que impiden el dialogo social y la fraternidad universal, las que mirar el futuro con desencanto, las que nos han exiliado de la naturaleza, con desastrosas consecuencias. Sobre todo, es capaz de abrir las puertas de esa reserva de coraje que tenemos todos y todas para hacer frente a los tiempos difíciles. Como decía el teólogo Dietrich Bonhoeffer, sobre sus propios tiempos difíciles: “No es mi intención despreciar la tierra en la cual tengo la posibilidad de vivir. Le debo fidelidad y agradecimiento. Debo ser huésped con todo lo que esto implica. No debo cerrar mi corazón a la participación en mis deberes, a los dolores y a la alegría de la tierra”.

Jesús se entendía a sí mismo como una puerta, y así nos lo dijo. No estamos condenados a la desesperanza y temor de las puertas cerradas. Estamos invitados e invitadas a cruzar la puerta que nos lleva reunirnos con quienes aún creen que la humanidad es una familia, con los que aún no han renunciado a sus sueños como imposibles, con los que creen en el milagro de renacer en medio de tanto golpe de muerte, de los que porfiadamente militan en la bondad y el bien para todos, de los que aún creen posible abrir los oxidados canales que conectan con nuestra profunda consciencia de comunión y con nuestra vocación de no estar completos si no somos un genuino “nosotros”. Como canta el poeta: “Aunque quieran decretar que es imposible, que es mejor que de una vez nos resignemos, has grabado en nuestros huesos tu esperanza la que alumbra cuando viene anocheciendo”. (Humberto Pegoraro) Que el soplo del Espíritu nos siga inspirando una vida de puertas abiertas. ¡Feliz Pentecostés para todas y todos! Ana María Díaz, Ñuñoa, 28 de mayo 2023

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