COMENTA ATILANO.- El Don de la Palabra. Versión abreviada, autorizada por el autor.- Mateo 10,26-33OME

 "Anunciarlo desde las terrazas"

…La fe no es una serie de informaciones para uso personal, ni privado.  La fe es un compromiso misionero.  No podemos encerrarla en las sacristías.   No es cristiano el que se siente afónico o mudo para anunciar la Buena Noticia con la vida y la Palabra.  Así de sencillo y rotundo.                  C. de Foucauld decía a sus discípulos  “! Qué nuestra vida grite el Evangelio”!    Solo quienes anuncian el Evangelio como experiencia es creíble;  a los demás se les escucha como quién lanza anuncios publicitarios.    Para los integrantes de la comunidad el primer medio de evangelización es el testimonio.  Por supuesto que hay que hay que confesar la fe también de palabra.  Callarla sería una traición al Señor y a los demás  

 ¿ En qué consiste  ponerse de parte de Jesús ?     Ponerse de parte del Señor no se reduce solo a hacer apologética o defender los derechos de la iglesia, sino también los derechos del hombre.  No olvidemos que ponerse de parte del hombre  es ponerse de parte del Señor.  “A mí me lo hiciste “  (Mt. 25,40).     Jesús fue condenado a muerte por agitador, por defender a los excluidos,  por gritar  el derecho sagrado  de toda persona como hijo de Dios y por pregonar  la igualdad  radical de todos los hombres.    Ponerse del  lado  de Jesús es testificar  a favor del inocente  atropellado, aunque ello nos complique la vida.  Los mártires de hoy , más que mártires de la fe, son mártires de la justicia y de la defensa de los derechos humanos, porque molestan a los amos de la sociedad, estafadores y opresores de sus hermanos.  La pasividad  nos convierte en cómplices.  Jesús proclama: “Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia” (Mt. 5,10)

   Lo propio de la espiritualidad cristiana es la confianza y la audacia.  No soy incrédulo, me consta en muchos ambientes es difícil dar testimonio, algunos amigos me cuentan que salir de la comunidad, de una celebración es salir de un ambiente grato a un clima abrasante, es lo que advirtió  Jesús  “los mando como ovejas en medio de lobos”   (Mt. 10,16). Pero no tengan miedo. 

    Sí,  el  Señor empeña su palabra,!    ¿  quién  dijo  miedo  ?

  Versión abreviada del comentario de AtilanoAlaíz. (autorizada por el autor)

COMENTAMADILENE.- Dgo. 25 Tpo.Ord. Evangelio según la comunidad de Mateo 10, 26-33

            En muchos pasajes Jesús dice que no tengamos miedo, porque Él está con nosotros, aquí nos dice que no tengamos miedo porque Él acompaña junto a nosotros todo lo que nos pasa todos los días de nuestra vida, por eso dice tener contados nuestros cabellos,  nos  conoce con detalles, y que ninguno se cae sin que Él lo permita.

Jesús nos invita a afrontar los miedos de nuestra vida, con valentía y coraje. El miedo es algo normal. Es la reacción frente a una amenaza o a un riesgo. El miedo nos ayuda a protegernos y eso nos lleva a la prudencia, pero tenemos dificultad con el miedo a lo diferente, a lo desconocido, a lo nuevo, a aquello que no entiendo.

Vivimos en una sociedad que debemos aparentar ciertas cosas para ser aceptados, como ser fuerte, exitoso, pero este evangelio nos habla de no temer a ser vulnerables: a la frustración, a la enfermedad, al sufrimiento, al dolor o a la muerte. A través de ellos podemos experimentar la necesidad de que nos cuiden o la capacidad de cuidar. A través de ellos podemos experimentar la ternura y el cuidado amoroso de Jesús, saber que Dios nunca nos deja solos, que  siempre está con nosotros en el camino de la vida, que nos toma de su mano.

El mensaje que hemos recibido de salvación, no debemos guardarlo para nosotros, sino anunciar la buena noticia a los pobres. Muchos quieren callar la verdad del evangelio, porque no les conviene, pero debemos de tener conciencia de que la proclamación profética y con coraje del evangelio, da la medida de la libertad y de la confianza en Dios, y muchos hermanos desesperanzados esperan por ese anuncio para revivir, el mensaje de Jesús es universal y debemos proclamarlo públicamente, contemos las maravillas que ha hecho en nuestras vidas para que otros puedan experimentar también.   El adherir a ese mensaje no solo debe ser en una dimensión personal, sino comunicativa.

No temer a los poderosos de este mundo y tener coraje profético para anunciar la buena noticia, todos podemos hacerlo, comunicar esta experiencia, con acciones y palabras. Creer en la verdad del evangelio que tiene el poder de transformar nuestras vidas. De oscuridad en luz, claridad. De sufrimiento vacío en sentido y esperanza. De dolor en justicia y sanación.

El mundo sigue necesitando el anuncio de la Buena Noticia, y Jesús nos envía a nosotros. No temamos.                            Madilene