El Estado de Río de Janeiro , como laboratorio del crimen , desafía cualquier hipótesis histórica o sociológica. Es como si siempre hubiera sido diferente para que todo siga exactamente como siempre. Esta frase es tan paradójica como la realidad de Río de Janeiro. Si en muchos casos la línea que separa el crimen de las acciones policiales es difícil y tenue , en Río estos límites son aún más indistinguibles. “El Estado, como principal ente que tiene prerrogativa de Seguridad Pública , necesita repensar sus policías, sus procesos de investigación, la corrupción y el fortalecimiento de la propia investigación para que no continúe esta fábrica de producción de impunidad”, evalúa Pablo Nunes , integrante del Centro de Estudios de Seguridad y Ciudadanía de la Universidad Cándido Mendes – CESeC , en entrevista vía WhatsApp con el Instituto Humanitas Unisinos – IHU . Entre las preguntas que la investigación aún no ha respondido de manera consistente está por qué Marielle era el objetivo. “Esta es todavía una cuestión que los investigadores aún deben explicar bien y todavía no tenemos suficientes respuestas”, advierte el investigador. En la infinidad de explicaciones, a veces se considera que el clan Bolsonaro está relacionado con el crimen, pero también como no relacionado. Pero hay algo innegable en esta relación, aún por explicar mejor: la concesión, en la época en que Jair Bolsonaro presidía Brasil, de pasaportes diplomáticos a los familiares de los acusados de ser los autores intelectuales del crimen contra Marielle . “Sin lugar a dudas, es posible imaginar muchos favores que Bolsonaro le debe a la familia Brazão y esta concesión de un pasaporte diplomático podría ser parte de la ecuación”, recuerda Nunes . El entrevistado añade: “Estamos viendo en Brasil la expansión de esta 'ideología', de esta mentalidad miliciana, y en algunos estados ya está muy avanzada en términos de consolidación de estos grupos”. Al final, nos recuerda que no debemos pasar por alto la responsabilidad del Ministerio Público y su ceguera en el seguimiento de la policía. Como señala, la "proliferación de grupos criminales dentro de las corporaciones es el resultado de la ceguera selectiva del diputado en relación con sus determinaciones constitucionales de controlar a la policía ". Y advierte que no hay salida sin una acción efectiva del MP : "no podremos salir de esta situación sin responsabilizar al MP y llamar su atención para que vuelva a su deber constitucional de controlar la policía".
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