Hemos tenido un, una compañera de clase, que hoy es mujer de consulta médica, científica etc. nos encanta comentarlo; Quienes consiguen la firma de alguien importante la muestran con orgullo..!! Ahora bien, si queremos, todos podemos gloriarnos y gozar del mayor de los parentescos: somos hermanos de Jesús.!!! No les parece, debemos reflexionar esto, lo hemos pensado alguna vez??.
"El que escucha mi Palabra y la pone en obra, el que hace la voluntad de mi Padre, ése es mi hermano y mi Madre" es categórico Jesús. Jesús nos hace esta invitación: ser miembros de su FAMILIA.
Pata integrar la familia, son imprescindibles unas condiciones: Escuchar la Palabra, cumplirla, lo que equivale a hacer la voluntad del Padre.
Escuchar la Palabra es acogerla benévolamente. Ser hermano de Jesús supone identificarse con sus sentimientos, tener su sensibilidad ante Dios, ante la realidad, ante los que nos rodean, ante las cosas, ante la vida...supone "tener un solo corazón y una sola alma"; como ocurría con los miembros de las primeras comunidades, con la de Jerusalén. Su palabra nos describe quién es, para que nos vayamos familiarizando con Él.
No es suficiente escuchar la Palabra, es acogerla, rumiarla, cumplirla. En la comunidad es donde debemos templar el compromiso, si no se cumple es porque en realidad no se ha acogido de verdad. Si la recibimos de verdad, se vuelve fuego en el corazón. Jesús no habla de recibirla con sensiblerías, ni con mero asentimiento intelectual: "Qué palabra tan conmovedora" o "Cuanta razón Tiene !!" "Padre que buen sermón"!! NOO, hay que llevarla a la vida, hay que actuar bajo su inspiración, Jesús advierte: " No basta decir: Señor, Señor!!, para entrar en el Reino de Dios; no; hay que cumplir la voluntad de mi Padre". Por lo tanto no es cuestión de misas, oraciones, genuflexiones, de bonitas reflexiones como las del hijo educado, que no fue a la viña, sino de las buenas obras como la del hijo que fue a la viña. Repito no es solo cuestión de rezar: "Hágase tu voluntad" : sino de hacerla...
Fragmento de "El Don de la Palabra" de Atilano Alaíz. (C.B. 2003) ajustado a nuestro vocabulario con autorización del autor.-
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