…”mi madre y mis hermana/os son los
que escuchan el mensaje de Dios y lo llevan a la práctica…” (Lc. 8,21)
Jesús le dice al pueblo judío que
no han recibido el mensaje de conversión del Bautista; pero como todo profeta siempre hay un pequeño
grupo que se deja interpelar, siempre
existe “un resto” , que no se
caracterizan por ser piadosos, son un
puñado de gente sencilla, humilde, sincera que el evangelista presenta como
modelo de escuchas, son los excluidos , publicanos, soldados, gente marginal,
de fronteras, pero con el corazón bien dispuesto, ellos acogen el mensaje de
salvación que “los piadosos” , escribas , fariseos, sacerdotes, rechazan….
Un grave error, mucha/os
escuchamos atentamente, asentimos con movimientos de cabeza, creemos hemos
cumplido con asistir a la misa, saludar al cura, felicitarlo;
hemos confundido la fecundidad de la palabra con las emociones que ésta
nos provoca. Escuchar la Palabra no es
un acto pasivo, significa comprenderla,
asimilarla. Cuando el que proclama la
Palabra termina; empieza su tarea y la del que la escucha… la parábola del sembrador donde Jesús pone de
manifiesto las distintas formas de acogida a la semilla de la Palabra..
Juan, a la pregunta de los oyentes, no los invita a las prácticas
religiosas, no alude a ritos, rezos y cumplimientos, sino a los deberes
sociales, porque los deberes sociales son deberes religiosos, Él reclama una
religiosidad verdadera, que va más allá del mero culto ritual y se encarna en
la justicia, en los derechos del otro y en la actitud samaritana que nos lleva
a compartir con generosidad.
Estaremos tan cerca de Dios
Padre-Madre como lo estemos de
nuestra/os hermanos de familia, comunidad y el entorno….
“Creer es compartir” repitió incansablemente Dm Pedro. Atilano
Comentario de "El Don de la Palabra" C.C. (2002) pag.30.
Breve comentario adaptado, autorizado por el autor, ejecutado por J.E.B. dic 2024
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