Mientras el Gobierno de Javier Milei se muestra intransigente con Bolivia y levanta banderas de soberanía en sus discursos, el Reino Unido continúa vulnerando la soberanía argentina en el Atlántico Sur con la complicidad del silencio oficial.
El Gobierno de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur denunció la presencia del rompehielos británico RRS Sir David Attenborough en aguas argentinas, enarbolando la bandera ilegal de “Falklands”. La embarcación navegó por el estrecho de Le Maire, que separa la Isla Grande de Tierra del Fuego de la Isla de los Estados, tras partir desde el archipiélago ocupado con destino a la base antártica británica de Rothera.
Ante este hecho, la provincia reclamó una postura más firme del Gobierno nacional en la defensa de la soberanía sobre las Islas Malvinas. Andrés Dachary, secretario de Malvinas, Antártida, Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales, manifestó su preocupación por lo que calificó como un “nuevo avasallamiento británico”. A través de sus redes sociales, sostuvo que es urgente adoptar medidas más contundentes frente a estas acciones unilaterales que vulneran los derechos argentinos en la región.
Mientras el Gobierno se rasga las vestiduras con discursos de soberanía y endurece su postura con países de la región como Venezuela, Colombia o Bolivia, permite que los británicos sigan avanzando sobre los intereses argentinos en el Atlántico Sur sin mayores consecuencias. La pasividad frente a estas incursiones y la falta de medidas concretas exponen un doble discurso que deja en evidencia quiénes son los verdaderos titiriteros detrás de la política exterior del gobierno libertario.
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