Hoy elegimos un hecho de vida, ocurrido
hace días atrás, que aún nos conmueve cuando lo recordamos.
Es muy
personal, al compartirlo no es nuestro
interés imponer nuestra posición, solamente compartirla y escuchar otras
voces. Ya lo hicimos en la familia de
sangre, ahora nos toca escuchar a la “familia espiritual”, al decir de
Atilano.
Como es de conocimiento general Ana María,
mi hermana sufrió un quebranto de salud, al principio sin mayores
consecuencias, luego se fue complicando hasta el deceso. Unos días antes, Mercedes nos reunió a los
más allegados y planteó el panorama real,
la enfermedad no tenía vueltas, Ana se negaba a comer y a ingerir
líquidos, quedaba la posibilidad de
colocar una sonda para proporcionarle lo que no hacía por si. Con explicaciones más detalladas que no viene
al caso, decidimos se continuara con Cuidados Paliativos (*) tratando
no sufriera dolores.
En pocos días se produjo el desenlace
natural. (Hugo puede ampliar con
palabras técnicas este proceso)
Producida la Pascua, su hijo Alejandro nos
comunica que su madre, le había pedido la cremación.
Se realiza el velatorio, se traslada al cementerio, se deposita en la
sala de cremación. Se debe retirar a las 48 horas.-
Nuevamente Alejandro nos expresa, otro
pedido de Ana, de ser posible, se le llevara al pueblo natal de nuestra madre
María Elena en Goñi, dpto. de Florida, lindero con Durazno.
Nos pide si nos parece hacer el traslado y
acompañarlo en la tarea. Quedamos un
sábado ir hasta Goñi (175K.). Hasta
acá, sin problemas de nuestra
parte.
La casa, un caserón que albergó una familia numerosa, al fallecer la última tía hace unos 12 años, quedó abandonada, hoy las malezas se fueron apoderando de parte de ella. A pesar de esto, vimos que una parte está habitada por intrusos, luego nos dijeron, el hijo de una señora que nuestra tía crió alquila algunas piezas….
Bueno llegado a este punto, Alejandro nos
pregunta qué hacer? Personalmente le
digo si trajo una pala, para hacer un pozo y depositar el estuche. No se le
había ocurrido tal situación. Éramos unos
seis los presentes, cada una/o dio su opinión, Cristina frente a la falta de decisión se le ocurre ir
a la capilla y depositar en un lateral las cenizas, no se llega a un acuerdo y
se resuelve esparcir en el terreno de la casa las mismas. Hasta aquí el relato. Perdonen si ha sido largo.
Este desenlace que es el motivo de nuestra
compartida nos dejó un gran sabor amargo, ya les adelantamos a nuestros hijos
no compartir este fin para nosotros.
Dejo firmado un testamento vital en el que,
no se nos apliquen tratamientos médicos desproporcionados…
En cuanto al velatorio, le den el espacio que
se les ocurra, luego entierro tradicional, si pueden ir cantando mejor, lo
bueno está llegando.-
(*) La Española, no le brindó Cuidados Paliativos por estar fuera de MVD.-
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