Queridas/os amigas/os:
Mejor no cerrar ninguna puerta que nos pueda ayudar a abrir nuevos caminos,
con la sorpresa rondando por el sendero siempre inédito de la vida.
Un gran abrazo.
Miguel Ángel Mesa
No cierres las puertas de tu
corazón
a la claridad del nuevo día,
a la sorpresa de la melodía de una canción,
al delicado pétalo de la alegría.
No cierres las puertas de tu corazón
al recuerdo de la arena sobre tu cuerpo
al desierto, un pueblo, tu emoción,
a las manos que sanarán tanto desconcierto.
No cierres las puertas de tu corazón
a la amistad que no es flor de un día,
a la ternura que limpia la herida como una bendición,
al verde clamor de la esperanza y su utopía.
No cierres las puertas de tu corazón
al incierto camino y su admiración sorprendida,
a los pasos que lo recorren sin desazón,
al pan caliente del cariño sobre la mesa compartida.
No cierres las puertas de tu corazón
a la pregunta, a la duda, a la búsqueda incesante,
pues a la verdad no se la puede encerrar en ninguna prisión,
porque conquistar un espíritu libre es el horizonte más apasionante.
No cierres las puertas de tu corazón
a los muros que dividen, incomunican y abrasan,
a los cuerpos doloridos por la sinrazón,
a las lágrimas que tanto enseñan y amasan.
No cierres las puertas de tu corazón,
deja siempre abierto un resquicio, una hendidura,
para que penetre un rayo de luz, la enardecedora pasión,
una brecha por la que se deslice el amor y su finura.
No cierres las puertas de tu corazón,
no dejes que nada ni nadie las dé por concluidas,
lleva siempre a mano las llaves de la ilusión,
porque sólo así te manará desde dentro el manantial de la vida.
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