viernes, 25 de octubre de 2013

PARA QUIENES GUSTAN DE LAS ENCUESTAS.

ENCUESTA REALIZADA POR CIFRA.-... 
  Esta encuesta la comparte con nosotros dn Raúl Scarrone obispo emérito de Florida-Durazno

LA BUENA IMAGEN DE FRANCISCO NO CAMBIA QUE MÁS DE LA MITAD CONFÍA POCO Y NADA EN LOS SACERDOTES, AUNQUE LOS OBISPOS VEN UN "REPUNTE" EN LA ASISTENCIA.


 

La amplia mayoría de los uruguayos tiene una opinión positiva del Papa

—¿Va a ver al Papa? ¡Qué hombre extraordinario, qué cercano, qué bueno, qué corazón! Veramente, è un pacioccone!

—No entiendo…
—¡Ah, pacioccone quiere decir, bueno, feliz, ¡grande!, muy bueno… Mia nonna lo diceva proprio a me… Sei un pacioccone! Y el Papa… ¿Usted lo va a ver?... ¡Ah, qué bien! Entonces se dará cuenta de que es verdad lo que le digo: es un pacioccone!
El diálogo entre el obispo de Minas, Jaime Fuentes, y un taxista que lo llevaba en la mañana del 2 de octubre a la Plaza San Pedro, donde tendría su primera audiencia con Francisco, fue reproducido por el religioso en su blog pocas horas después porque tenía que contar "ya mismo" su encuentro con el Papa.
Las señales de austeridad y el cambio en el discurso de la Iglesia que impuso Francisco desde que fue elegido Papa el 13 de marzo le han granjeado simpatía en la opinión pública a nivel internacional. Y Uruguay, pese a su temprana secularización, no es una excepción. Según una encuesta de la consultora Cifra, el 83% de los uruguayos tiene una opinión "positiva" o "muy positiva" del nuevo ocupante del trono de San Pedro.
Sin embargo, la imagen del Papa no se desparrama hacia el resto de la Iglesia, al punto que dos tercios de los consultados desconfían de los sacerdotes, quienes son el punto de contacto más directo de la institución con la sociedad. Pese a ello, integrantes de la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU) creen que la ola de opiniones positivas que genera Francisco es una oportunidad que no pueden desaprovechar, porque incluso algunos sectores de la sociedad que les daban la espalda hoy tienen una posición más flexible.
"Muy positiva". Cuando la figura del cardenal Jorge Bergoglio asomó por el balcón que da hacia la plaza San Pedro para hablar por primera vez como Papa, los teléfonos de muchos católicos uruguayos no paraban de sonar. Los primeros comentarios eran una mezcla de sorpresa y alegría porque el primer Papa nacido fuera de Europa es argentino y conoce la realidad uruguaya.
Los primeros pasos de Francisco en el Papado y sus declaraciones profundizaron el optimismo en algunos sectores de la Iglesia local. En un vuelo que lo llevaba de vuelta al Vaticano desde Brasil, donde participó a fines de julio en la Jornada Mundial de la Juventud, el Papa aceptó responder a las preguntas de los periodistas que lo acompañaron en el viaje. En esa oportunidad dijo algo que en pocos minutos sería titular de todos los portales de noticias: "Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?". En entrevistas posteriores planteó que es necesario dar un rol más importante a las mujeres dentro de la Iglesia y nombró cardenales para que lo ayuden a enfrentar problemas como el del Banco del Vaticano (cuyo nombre oficial es Instituto para las Obras de Religión), investigado por presunto lavado de activos. El último episodio que provocó amplia cobertura mediática fue su reunión con el obispo de Limburgo, Franz-Peter Tebartz-van Elst, quien desató la polémica después de iniciar reformas en su sede obispal por 31 millones de euros.
Un sondeo de Cifra, realizado a 1.007 personas entre el 7 y el 13 de octubre, indica que las acciones de Francisco han tenido un efecto favorable en la opinión pública uruguaya. El 83% de los encuestados tiene una opinión "positiva" (60%) o "muy positiva" (23%) del Papa, mientras que menos de uno de cada 10 tiene una opinión negativa."Las diferencias entre todos los grupos analizados son sólo de matices, ya que la amplia mayoría absoluta de jóvenes y mayores, más y menos educados, izquierdas y derechas, tienen un juicio positivo sobre el nuevo Papa", explicó a Búsqueda la directora de Cifra Adriana Raga. "Razonablemente, la diferencia más grande se observa según cercanía a la Iglesia Católica, pero la diferencia es de énfasis" (ver recuadro).
Según Cifra, los uruguayos tienen una opinión más favorable del Papa que la que se registra en Estados Unidos. Una encuesta del Pew Research Center de setiembre, citada por Raga, indica que el 57% de los estadounidenses tiene una opinión positiva. "Sin embargo, si se considera sólo la opinión de la minoría de estadounidenses católicos, los juicios positivos trepan al 79%, una proporción muy similar a la que se observa entre el conjunto de los uruguayos".
A su vez, una encuesta realizada en Italia en setiembre muestra una aprobación del 85% al desempeño del Papa, mientras que un estudio de opinión pública hecho en Argentina por Poliarquía, poco después de que asumiera el Papado, señalaba que "el 89% de los argentinos tenía una buena imagen de Francisco, el papa argentino", dijo Raga.
"La imagen positiva del papa Francisco no me sorprende", declaró el obispo de Melo, Heriberto Bodeant, al ser consultado sobre los resultados de la encuesta en Uruguay. "Hay una credibilidad muy grande en lo que él comunica a través de sus gestos y de sus palabras, porque se siente su autenticidad, es decir, que lo que comunica no es una ‘imagen’ sino lo que él es, en su experiencia de fe, de iglesia, de relación con los demás".
"Repunte". La designación de Francisco luego de la renuncia sorpresiva el 11 de febrero de su antecesor Benedicto XVI llegó justo a tiempo según muchos católicos. Apenas faltaban 10 días para la Semana Santa, la fecha más importante en el calendario cristiano —mayor incluso que la Navidad—, y había quienes temían que el Colegio Cardenalicio no llegara a un acuerdo para designar a un Papa antes del Domingo de Ramos, el primer día de la semana (este año el 24 de marzo).
El efecto que provocó el Papa argentino superó las expectativas de algunos. Si bien no tienen datos estadísticos, Bodeant dijo que muchos obispos han sentido "un repunte en la práctica religiosa, con acercamiento o reacercamiento a la Iglesia de personas que no frecuentaban las comunidades" y que "dentro de las comunidades se siente un nuevo entusiasmo".
Para el obispo de Tacuarembó, Julio Bonino, se percibe que los "ambientes" sociales que "estaban de espaldas" a la Iglesia "se han abierto más" y que "hasta los jóvenes, que tienen más lejanía con la institución, demuestran interés" por lo que el Papa dice. "Todos hemos sentido que la Iglesia se acercó de golpe más la gente, le habló más comprensible y aceptable para los oídos de la sociedad".
Sacerdotes. Tanto Bonino como Bodeant creen que la Iglesia puede "aprovechar" este momento positivo ante la sociedad uruguaya, una de las más secularizadas de América Latina. Sin embargo, para lograrlo deberán superar la mala imagen que tienen los sacerdotes en la opinión pública local. La encuesta de Cifra indica que la buena opinión que existe sobre Francisco "no se extiende al conjunto de los sacerdotes".
Los datos marcan que solo el 4% de los uruguayos "confía mucho en los sacerdotes" y el 63% "confía poco" (26%) y "no confía nada" (37%). Solo entre los que se declaran católicos practicantes (el 12% del total de encuestados) la mayoría (60%) confía en los sacerdotes. "Desde el punto de vista de la Iglesia católica, entonces, la buena noticia es que a más cercanía a los sacerdotes, mayor confianza despiertan —explicó Raga—. La mala es que, al menos en Uruguay, son pocos los fieles que tienen contacto frecuente con la iglesia, y la mayoría, que ve a los sacerdotes sólo de lejos, desconfía de ellos".
Al comparar con lo que sucede en otros países, Cifra detectó que "la falta de confianza en los sacerdotes no es un sentimiento exclusivo de Uruguay, aunque aquí parece más acentuado". En Estados Unidos, por ejemplo, una encuesta de Gallup que preguntaba por la "honestidad y los estándares éticos" de distintas profesiones, desarrollada en diciembre de 2012, ubicó al clero en la "mitad de la escala".
Bodeant dijo que la imagen "más bien negativa" que refleja la encuesta le hace pensar en "un ‘anticlericalismo’ de una parte de la sociedad uruguaya, que tiene ya una larga historia de secularización, a veces con episodios no de sana laicidad sino de laicismo exacerbado". "Confían más en los sacerdotes quienes tratan más con ellos como miembros de una comunidad, es decir, quienes establecen una relación personal con un trato más o menos frecuente", añadió.
El obispo de Tacuarembó opinó que en los últimos años "lo que más se difunde" por los medios son las "denuncias" de abusos de sacerdotes contra niños. "No hay duda que no ha sido este tiempo el tiempo en el que se destaquen las virtudes de los sacerdotes, sino sobre todo sus defectos y eso ha incidido en la credibilidad".
"No queda muy de esta época manifestar" que se confía en los sacerdotes, dijo Bonino. "Lo único es que cuando nadie nos ve, recurrimos a quienes decimos que no confiamos de una manera más contundente. Al menos esa es la experiencia que uno tiene".


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