CAMINO DE
PENTECOSTÉS
Dentro
de la Vida Cristiana y aún dentro de las mismas CEB, el Espíritu Santo suele
estar relegado a un segundo plano, si comparamos con el Padre o con el Hijo. O
a lo más está presente el día de Pentecostés y en cantos tipos carismático como
el Espíritu de Dios se mueve.
Primera parte: El Espíritu Santo en
la vida de Jesús.
Creo
que si leemos el Evangelio, podemos ver claramente que el Espíritu Santo y su
acción están muy presentes y son decisivas en la vida de Jesús. Podemos pensar
por ejemplo en la Anunciación a María y en el mismo canto de Isabel y la
presencia del Espíritu en María y en el mismo Juan Bautista en el vientre de
Isabel.
Si
nos vamos deteniendo en la vida de Jesús, podemos ver que va de cierto guiado
por el Espíritu Santo. Cuando Jesús se presenta en la Sinagoga de Nazaret, y
nos presenta su Misión, nos habla de que está consagrado por el Espíritu que es
el que lo envía a anunciar la Buena Noticia a los Pobres y la liberación a los
oprimidos. En el Evangelio Jesús nos dice que actúa movido por el Espíritu y
también nos dice que el único pecado que no se puede perdonar es el pecado
contra el Espíritu Santo al cerrarse al amor de Dios que impulsa y guía toda la
Historia de Salvación.
En
otro momento clave de la vida de Jesús como es su Oración en la Última Cena que
es como su testamento, nos habla expresamente de que Él no nos dejará
huérfanos, sino que nos dará al Espíritu para que nos guíe, para que nos
recuerde y nos haga comprender el mensaje de Jesús. Y nos dice también que el
Espíritu es el Espíritu Consolador y es
el que aboga en contra del misterio de iniquidad en el mundo.
Y
todas y todos nosotros hemos sido Bautizados – Consagrados como discípulas y
discípulos de Jesús, precisamente en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo.
Así
como he puesto estos ejemplos, podemos ir leyendo el Evangelio y sentir la
presencia del Espíritu en las palabras, en las actitudes y en el actuar todo de
Jesús.
Pregunta:
Si
es tan importante el Espíritu Santo en la vida de Jesús y en la orientación de
su misión y de su caminar ¿Por qué es tan poco relevante en nuestra vida
cotidiana como cristianos? Y por qué no lo retomamos para reavivar el espíritu
o dimensión misionera de nuestras CEB,digo dimensión misionera en su sentido amplio?
Segunda Parte: El Espíritu Santo en
la vida de las Primeras Comunidades y de la Iglesia naciente.
Si
pensamos en la vida cotidiana de los cristianos y aún de las Comunidades, podemos decir que la referencia al Espíritu
Santo casi siempre se centra en la celebración de Pentecostés y a lo más en su
vigilia o novenario.
Si
recorremos los Hechos de los Apóstoles podemos ver muy claramente que no
solamente hubo un Pentecostés, sino varios Pentecostés, por ejemplo cuando la
naciente Iglesia se abre a la Evangelización de los Paganos o Gentiles.
Más
aún el libro todo de los Hechos de los Apóstoles, como bien lo hace notar Pablo
Richard, es ante todo el libro del caminar e impulso del Espíritu en las
Comunidades e Iglesia naciente. Muchas veces más bien solemos decir que el
libro de los Hechos es la historia de las primeras Comunidades o sobre todo del
caminar Evangelizador de los misioneros y en especial de San Pablo. Pero si
leemos y meditamos con detención el libro de los Hechos, podemos descubrir que
el actor principal de esta vida inicial de la Iglesia es el Espíritu Santo. Y
este Espíritu no sólo impulsa a los evangelizadores, sino que también sabe
ayudarlos a corregir su camino.
Un
punto muy importante de la acción del Espíritu, es no centrarse solo en la
consolidación de las Comunidades existentes recién conformadas, sino también
simultáneamente y prioritariamente salir e ir a las fronteras, ir a formar
nuevas Comunidades en las distintas partes de Asia y Europa entonces conocidas.
Parece que parte del conflicto de Pablo y Bernabé, no fue solo por Juan Marcos,
sino por no quedarse prioritariamente, como en ese momento quería Pablo en la
consolidación de las Comunidades, sin lanzarse simultáneamente y con prioridad
a Evangelizar y formar nuevas Comunidades.
Pregunta
Si
esto es así, ¿Por qué al celebrar Pentecostés no nos centramos en renovar
nuestro Espíritu Misionero en la formación de nuevas Comunidades y nuevos
espacios de la presencia del Evangelio en nuestra sociedad?
Nota:
En otro escrito puedo aportar un poco más en detalle lo que aquí vengo diciendo
sobre los Hechos de los Apóstoles y que Pablo Richard desarrolla muy amplia y
justificadamente.
Nota:
Conviene reflexionar juntos en qué enfoque vamos a dar este año a la Celebración
de Pentescostés. Se me ocurren estas pistas:
a)
Qué no solo se trate de celebrar el propio día o una
Vigilia,sino que al menos desde 2 3semanas antes, reflexionemos unos temas y
vayamos haciendo oración junto con María como hicieron los apóstoles esperando
y deseando la venida del Espíritu prometido por Jesús especialmente en la
Ultima Cena.
b)
En cuanto a esos temas previos,como indico en este escrito,
propongo que meditemos en cómo el Espíritu Santo está ´presente desde la
Anunciación,la Visitación y como acompaña e impulsa a Jesús en su vida como vemos desde la proclama de su Misión en
la Sinagoga de Nazaret.- o sigamos esta pista descubriendo esto en el
Evangelio.
c)
Si tomamos como eje
el impulso que el Papa Francisco está dando a la Iglesia, podemos ver cómo una
característica especial de lo que impulsa el Papa es la apertura, lo misionero,
el ir a las fronteras, y podemos relacionar esto con lo vivido ´por Pablo y los
demás apóstoles impulsados por el Espíritu Santo. O sea el enfoque sería la
apertura misionera de nuestras CEB movidos por el Espíritu como lo fue Jesús y
lo fueron Pablo, Bernabé etc. y las primeras Comunidades. O sea podemos
descubrir a la luz del caminar de Jesús
y de los Hechos de los Apóstoles como lo que el Papa está impulsando está en sintonía y
continuidad con lo que ellos hicieron, y nos invita a reviltalizar la dimensión misionera de nuestras CEB guiados e
impulsados por el Espíritu. Esto se puede concretar tanto en lo misionero en la
formación de Comunidades Nuevas, como en las Misiones más allá de Managua y en el sentido o dimensión misionera de
nuestros Proyectos, al anunciar el Evangelio en las fronteras donde están los
más excluidos.
Es muy importante que expresamente lo
relacionemos lo Misionero con el Espíritu que nos impulsa a renovar nuestra
misión y procurar hacer llegar la presencia de la Buena Noticia de Jesús en
distintos ámbitos y espacios y no sólo en nuestras actuales Comunidades. Propon
go que con su perfil propio esto se haga desde el perfil propio de cada una de
las 4 Mesas, y que la Celebración se haga en conjunto por las 4 Mesas
compartiendo lo reflexionado y los compromisos concretos que se fueron viendo
en las semanas de preparación.
Fraternalmente,
Arnaldo
Zenteno. Abril del 2014. CEB Nicaragua.
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