Plegaria al Espíritu Santo en el
contexto actual.
José Antonio Pagola.
El Espíritu Santo de
Dios no es propiedad de la Iglesia. No pertenece en exclusiva a las religiones.
Hemos de invocar su venida al mundo entero tan necesitado de salvación.
Ven Espíritu creador de Dios. En tu mundo no hay paz. Tus hijos e hijas se matan de manera ciega y cruel. No sabemos resolver nuestros conflictos sin acudir a la fuerza destructora de las armas. Nos hemos acostumbrado a vivir en un mundo ensangrentado por las guerras. Despierta en nosotros el respeto a todo ser humano. Haznos constructores de paz. No nos abandones al poder del mal.
Ven Espíritu creador de Dios. En tu mundo no hay paz. Tus hijos e hijas se matan de manera ciega y cruel. No sabemos resolver nuestros conflictos sin acudir a la fuerza destructora de las armas. Nos hemos acostumbrado a vivir en un mundo ensangrentado por las guerras. Despierta en nosotros el respeto a todo ser humano. Haznos constructores de paz. No nos abandones al poder del mal.
Ven Espíritu liberador de Dios. Muchos de tus hijos
e hijas vivimos esclavos del dinero. Atrapados por un sistema que nos impide
caminar juntos hacia un mundo más humano. Los poderosos son cada vez más ricos,
los débiles cada vez más pobres. Libera en nosotros la fuerza para trabajar por
un mundo más justo. Haznos más responsables y solidarios. No nos dejes en manos
de nuestro egoísmo.
Ven Espíritu renovador de Dios. La humanidad está
rota y fragmentada. Una minoría de tus hijos e hijas disfrutamos de un
bienestar que nos está deshumanizando cada vez más. Una mayoría inmensa muere
de hambre, miseria y desnutrición. Entre nosotros crece la desigualdad y la
exclusión social. Despierta en nosotros la compasión que lucha por la justicia.
Enséñanos a defender siempre a los últimos. No nos dejes vivir con un corazón
enfermo.
Ven Espíritu consolador de Dios. Muchos de tus
hijos e hijas viven sin conocer el amor, el hogar o la amistad. Otros caminan
perdidos y sin esperanza. No conocen una vida digna, solo la incertidumbre, el
miedo o la depresión. Reaviva en nosotros la atención a los que viven
sufriendo. Enséñanos a estar más cerca de quienes están más solos. Cúranos de
la indiferencia.
Ven Espíritu bueno de Dios. Muchos de tus hijos e
hijas no conocen tu amor ni tu misericordia. Se alejan de Ti porque te tienen
miedo. Nuestros jóvenes ya no saben hablar contigo. Tu nombre se va borrando en
las conciencias. Despierta en nosotros la fe y la confianza en Ti. Haznos
portadores de tu Buena Noticia. No nos dejes huérfanos.
Ven Espíritu vivificador de Dios. Tus hijos e hijas
no sabemos cuidar la vida. No acertamos a progresar sin destruir, no sabemos
crecer sin acaparar. Estamos haciendo de tu mundo un lugar cada vez más
inseguro y peligroso. En muchos va creciendo el miedo y se va apagando la
esperanza. No sabemos hacia dónde nos dirigimos. Infunde en nosotros tu aliento
creador. Haznos caminar hacia una vida más sana. No nos dejes solos. ¡Sálvanos!
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