Serie 2014
Subsidios Domingo 17 de agosto de 2014A DISCERNIR PARA VOTAR RESPONSABLEMENTE
Se nos llama a
pronunciarnos sobre “la baja de la edad de imputabilitidad penal”. En realidad,
se trata de una cuestión opinable, pero que compromete seriamente el futuro del
país. De ahí nuestra invitación a pensar, reflexionar y en su momento decidir
responsablemente con el voto. He aquí el aporte para la reflexión de un laico.
El Sistema Preventivo
de
Don Bosco y la Baja de la edad de imputabilidad penal: responsables de ser libres
Dr. Juan Pablo Pío Guarnieri, Prof. Derechos y Ciencias Políticas – Educación Ciudadana – JUAN XXIII (3 de Agosto de 2014)
INTRODUCCIÓN
“…el que tenga oídos, que oiga…” Mt. 11, 15.
La Comisión de Seguridad integrada por los sectores Vamos Uruguay y Unidad Nacional, de los Partidos Colorados y Nacional respectivamente, se constituyó a los efectos de recolectar firmas para la reforma del artículo 43 de la Constitución de la República bajo la consigna “firme para vivir en paz”. En 2012 se logró el número de adhesiones
necesario, y
en
consecuencia el próximo 26 de Octubre, conjuntamente con las elecciones
nacionales, se plebiscitará la propuesta de modificación de la Carta Magna.
Hemos reflexionado
a partir del intercambio con
muchos ciudadanos, particularmente educadores, y arribado a la necesidad de posicionarnos en
contra de esta reforma y de toda la plataforma de pensamiento que la funda. Un
conjunto de argumentos técnicos ya
fueron aportados en otra nota, por lo que estas líneas serán una reflexión autónoma tanto por su particularidad como
por
la focalización de su público.
Está motivada por el hecho de haber sido formado en
el
Sistema Preventivo de Don Bosco (Salesianos) y
por
ser desde 2005, educador. Pero
además, tienen en cuenta las
declaraciones del P. Inspector Néstor Castell Henderson quien, el 1 de Agosto de 2014, hizo públicos ciertos “aportes” para el
discernimiento en el contexto del
plebiscito.
Finalmente, es nuestro interés saludar con beneplácito el
hecho de que también
la Familia
Salesiana haya
hecho pública una
clara
y contundente postura sobre el tema, tanto a través del P. Inspector como del Arzobispo Sturla. Sabemos que el
silencio es también una posición.
Con esta reflexión pretendemos contribuir a su más amplia y reflexiva
difusión
entre educadores,
educandos
y
todo integrante de
la Familia Salesiana. Cumplimos
con
un compromiso institucional y
un
deber moral al
hacer
eco
de estas palabras.
CONTENIDO DE
PROPUESTA DE REFORMA CONSTITUCIONAL
En lo medular, propugna que algunas personas menores de 18
años y
mayores de 16, que cometan determinadas conductas
delictivas, sean
sometidas al sistema penal de las personas adultas.
¿POR QUÉ LOS SALESIANOS ABOGAMOS
POR LA NO APROBACIÓN
DE ESTA REFORMA?
1.- Dimensión real
de la problemática – rol de los medios de
comunicación – manipulación a
través del miedo.
De todos los asuntos penales iniciados en 2013, sólo el
6.7%
corresponden al sistema penal juvenil. Del total de la población de niños, niñas y adolescentes (13 – 17 años) en Uruguay, el 0.73%
fue sentenciado por la
comisión
de un
delito. Sin embargo,
la
cantidad de noticias, en relación
a la infracción de la ley penal
por adolescentes, aumentó un 200%.
Los sectores más conservadores
y
sus medios, han aplicado
exitosamente la premisa de J. Goebbels, a quien se le atribuye la máxima
según la que “una mentira dicha mil veces se transforma en verdad.”
Con la esquizofrénica repetición
de los casos de extrema violencia, han creado, a partir
de ciertos hechos trágicamente
puntuales, una tendencia
generalizada ficticia. Atribuyen responsabilidad
al joven pobre, desocupado y adicto que, además,
es ubicado en el lugar del enemigo.
Éstos son los
“nuevos elegidos” que pueden ser expuestos a la violencia “sin riesgos
de venganza”; víctimas del nuevo “ritual sacrificial” necesario para devolver la paz
a la
sociedad[1].
La manipulación de las emociones humanas elimina
toda posibilidad real
de debate de
fondo. Se evita la
discusión de
las
causas
de la criminalidad, no se involucran
a los demás actores sociales no excluidos y se
da la señal política de “estar haciendo
algo” sin proveer de soluciones
estructurales. Es engañoso inducir a creer que la inseguridad pública se basa
en
delitos cometidos por menores.
Por supuesto, postular el No a la
Baja en
este
caso, no implica, bajo
ninguna circunstancia, negar los problemas de seguridad pública o
la responsabilidad de los menores en la comisión de actos delictivos, conforme a la ley vigente.
2.- Adolescentes
– ahora y siempre – adolescentes.
El P. N. Castell, a
partir
de
una reflexión “…elaborada a partir de criterios
evangélicos
y eclesiales, intuiciones y rasgos
de
nuestro carisma, y principios pedagógicos fundamentales
de la misión salesiana…” afirma, sin
hesitaciones, que: “…Los adolescentes que
delinquen son el emergente de
una realidad
social
compleja, son
el
“fusible que salta”, son los hijos vulnerables de una sociedad que sufre una fuerte pérdida de aquellos valores que humanizan y
ayudan a crecer a la persona.
Estoy convencido de que es un
error creer que esta realidad se resuelve con penas, más aún la experiencia nos dice que más penas no solo no resuelven el problema, sino que lo agudizan. El
castigo, y el
miedo al mismo, no es lo que los educará e integrará a la sociedad: la cárcel no es el
ámbito para su educación…” (subrayados nos
pertenecen).
En una sociedad fragmentada, no hay
una única adolescencia. Para unos significa preparación. Para otros, hostil supervivencia.
El aumento de la pena de privación de
libertad, que propone
esta reforma, reafirma
y recrea sus comportamientos antisociales, lo estigmatiza, no
promueve un cambio inclusivo, vuelve rígido lo que se pretende modificar y
se le impone un castigo a un sujeto carente de los recursos
psíquicos del
adulto[2].
La privación de libertad debe ser de última ratio, el último recurso utilizado por una sociedad que antes, debe utilizar todas sus
fuerzas sociales y económicas para conservar la humanidad de los más vulnerables.
La adopción de penas alternativas han significado medidas socio – educativas
más eficaces,
y con
menor reincidencia. En
ningún país
del
mundo han mejorado los niveles de seguridad por el incremento de penas de
reclusión. Por el contrario, han aumentados
los niveles de delincuencia y
han retrocedido en sus
políticas
criminales. Si
en
nuestro país no fuera así,
deberíamos tener indicadores
más alentadores, dado que desde 1995 la
cantidad de normas represivas y el número de reclusos ha aumentado sin parar.
3.- La (Re) Baja de
la edad
de imputabilidad penal es para algunas personas menores de 16 años y sólo
para
algunos delitos.
Hecha la aclaración de la existencia actual
de
un sistema penal juvenil –
conforme CNA – los autores de la reforma se proponen la aplicación del
Código
Penal de adultos a algunas
personas comprendidas entre los 16 y los 18 años
de
edad por la comisión
intencional de
los delitos de homicidio, homicidio
especialmente agravado, homicidio muy
especialmente agravado, lesiones graves, lesiones gravísimas, rapiña con
privación de libertad (copamiento), extorsión, secuestro y violación, así como cualquier
otro
que la ley establezca.
Una cuestión, en la que no muchos se han detenido, radica en el carácter
“selectivo”
de la propuesta. En efecto, de
la nómina
resulta evidente
la inclinación hacia los sectores (vulnerables) responsables de este tipo de delitos que, además, tienen la mayor exposición. Por ejemplo, el adolescente de 16 años que, por autorización o negligencia de
sus progenitores,
conduce un
vehículo, sin licencia y en estado no apto, dando muerte o lesionando a una persona aun sin intención no ingresa en el régimen de adultos sino que se juzgará en el marco del CNA. Es lo que se ha
denominado “selectividad del sistema penal” y que se vincula con el sacrificio necesario del “chivo expiatorio” de la sociedad (joven pobre y adicto).
Es la negación de toda causa y de toda responsabilidad. Es no asumir los
problemas
estructurales y utilizar electoralmente
el sufrimiento de muchas
generaciones. Es la estigmatización de jóvenes pobres,
sin
educación y adictos, un segundo
castigo que se suma a las oportunidades que le robó esta sociedad. De forma insólita, el aparato estatal los vuelve a sancionar fundándose en las condiciones de las que el Estado es también responsable.
Además,
ante la ausencia de madurez o discernimiento de quien hubiere
cometido el delito, el Tribunal podrá admitirla como eximente o atenuante de la pena. No es necesaria demasiada imaginación para predecir qué jóvenes serán
los beneficiarios
en
el azar de la conciencia.
4.- Sistema Preventivo de Don Bosco – una forma de entender y actuar el mundo.
Desde el Sistema Preventivo, creemos en el joven a partir de una mirada
integral de todas las dimensiones de su persona en la construcción de
experiencias de bien. El objetivo es que el adolescente tenga la oportunidad de
apreciar su historia, ser conciente de su presente, su modo de ser y dueño de su proyecto. Ello implica, desde los educadores, un trabajo de superación de estigmas, prejuicios, preconceptos, de los que es destinatario y los que se originan en su intimidad. Preventivo es creer en la bondad del joven y crear las condiciones para que se desarrolle; preventivo es promover y no
condenar.
Honestamente,
hace tiempo que venimos observando
las diversas fundamentaciones y no hemos podido encontrar un solo argumento en la propuesta que pueda alinearse
con nuestro sistema preventivo.
Es más, desde nuestra
perspectiva, los dos caminos se revelan prácticamente incompatibles, un educador salesiano no puede pretender imitar al Fundador y apoyar la
reforma a plebiscitarse, sin perjuicio de su claro derecho a
discrepar con
el carisma y de nuestro máximo deseo de conocer sus puntos de vista.
En este sentido, a todos nos resulta bien
conocida la premisa de Don
Bosco según la que: “…No con golpes sino
con
la mansedumbre y la caridad deberás
ganarte
a
éstos
tus amigos…” aún
cuando esos amigos se presentaban en el famoso sueño en forma de lobos.
“…Un domingo de abril tuvo Don Bosco
una
conversación
un político italiano Urbano Rattazzi. El político
se admiró de cómo Don Bosco lograba
disciplina sin tener hacer uso de la fuerza y el castigo.
Don Bosco le explicó que había dos métodos en la educación de los jóvenes: uno represivo y
el otro preventivo. El
primero, usaba la fuerza y el castigo, en cambio el segundo,
procuraba con persuasión, ayudar a observar la ley, buscaba los
medios necesarios para alcanzar la virtud. (…) Don Bosco le dijo que también el Estado
debiera de usar
este
método
“preventivo”[3]….”
El Papa Francisco[4]
también ha sido contundente en sus
intervenciones.
En carta enviada al coordinador
de
la comisión especial para la redacción del anteproyecto del Código Penal en Argentina, Roberto Carlés, dejó bien
clara la posición institucional. Criticó a los medios de comunicación: “…De ellos
depende informar rectamente y no contribuir a crear
alarma o pánico
social
cuando se dan noticias de hechos delictivos…”; resumió: “…la
experiencia nos
dice
que el aumento y
el endurecimiento de las penas
con
frecuencia no
resuelve los problemas sociales,
ni logra disminuir los índices
de delincuencia…” y
enfatizó en que: “…No pocas veces la delincuencia hunde
sus
raíces en las desigualdades económicas y sociales,
en las
redes de la corrupción y en el crimen organizado, que buscan cómplices entre los más
poderosos
y víctimas entre los más vulnerables…”
(subrayados nos pertenecen).
Asimismo, M. Daniel Sturla[5]
– Salesiano y ex
Director del PREUNIVERSITARIO JUAN XXIII (2003–2008), desde siempre ha manifestado
su posición contraria a la propuesta de reforma: “…mi postura, que me surge “de piel”, es el no a la rebaja de la edad. Creo que hay
otros caminos y no creo
que el mensaje positivo para los jóvenes sea este...”
Frei Betto[6], brasileño teólogo de la
liberación, ha expresado concretamente que: “…Reducir la mayoría de edad penal es tratar el efecto y no la causa. Nadie nace delincuente o criminal. Un joven ingresa al mundo del crimen debido a la falta
de escolaridad, de
afecto familiar, o por la presión consumista que le convence de que sólo verá reconocido su valor socialmente
si lleva determinados productos de marca. El menor infractor es
el resultado de la indiferencia
del
Estado, que no garantiza a muchos niños guarderías ni
educación de calidad, áreas de deportes, arte y juegos, ni a sus padres trabajo
decente o un salario mínimo para que puedan subsistir con dignidad en caso de desempleo….” (subrayados nos pertenecen).
CONSIDERACIONES FINALES
La inseguridad
ciudadana es una consecuencia de la desigualdad
social y de la indiferencia, no de la pobreza. La distancia entre los fines que persigue una sociedad y los medios con los que cuenta cada ciudadano para
alcanzarlos incide en los índices
de
violencia. Una solución integral y definitiva debe trabajar sobre las causas
de la desigualdad y no solamente
en
sus consecuencias. Debemos cambiar las reglas de juego para hacer
que el cambio imprescindible sea posible. En
Uruguay, lamentablemente, no existen tantos caminos para apagar la máquina que genera la desigualdad.
Nuestra cosmovisión de mundo,
fundada en el pensamiento
de nuestros
referentes
institucionales, es
incompatible con una propuesta de
esta
naturaleza.
El rechazo y la militancia por la negativa a la reforma se transforman en un
imperativo para quienes
participamos de
esta
“corriente espiritual
en favor de la juventud” ésa que, como decía nuestro
Padre Fundador, “...es la porción más delicada de la sociedad…”
Finalmente, como exalumno y educador, deseo que la razón predomine sobre la emoción para evitar la consagración de un
modelo excluyente y desintegrador. En contra
de
la baja sí, pero también de todo su sustento. Es
que no tenemos mucho margen, en temas como
éstos, nuestra resiliencia resulta netamente insuficiente. No vale disimular. Es
imprescindible nuestra
adhesión estricta a un paradigma según el cual es tan importante decir lo que se piensa como
hacer lo que se dice. Nuestras
acciones definen los
que somos.
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Los subsidios son material de reflexión que
les enviamos por si les sirven. Pueden servir para el trabajo de los grupos o
para la reflexión personal. Si desean que les sean enviados, nos avisan.
27.
Cree
en lo bueno (Domingo 6 de julio de 2014))
28.
La
dimensión social del Evangelio (Domingo 13 de julio de 2014)
29.
Memorias
de corazón (Domingo 20 de julio de 2014)
30.
Pier
Paolo Pasolini (Domingo 27 de julio de 2014)
31.
Un
recuerdo inolvidable (Domingo 3 de agosto de 2014)
32.
Se
tropezó, se cayó, se levantó y… (Domingo 10 de agosto de 2014)
33.
A discernir
para votar responsablemente (Domingo 17 de agosto de 2014)
[1] Peppe Mileo, María del Luján – “La Ilusión purificadora del encierro” en ponencias presentadas
en
la réplica del seminario en Regional Norte – Salto
– 8/11/2012 – FCU – p. 129
[2] Idem.
[3] Extraído de http://www.vidadonbosco.7p.com/vida_de_don_bosco_cap22.htm#El diálogo con
Urbano Rattazzi 3 de Agosto de 2014.
[6] Extraído de http://www.lr21.com.uy/comunidad/1174312-bajar-edad-de-imputabilidad- criminalizar-a-los-adolescentes 2
de
Agosto de 2014
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