Adital, 21.09.2015
Francisco pasará a la historia como uno de los personajes clave de este
siglo. Su inesperado ascenso a la máxima posición jerárquica de la
Iglesia Católica y su compromiso con la justicia social lo han elevado a
un nivel de popularidad excepcional, no solo entre el pueblo católico,
sino incluso entre fieles de otros credos y entre agnósticos, quienes
ven en él a un auténtico líder.
Su viaje a Cuba y su mensaje dirigido a enfatizar la trascendencia
del entendimiento y la amistad entre los pueblos, le han otorgado el
título adicional de “Papa del deshielo”, debido a su papel como mediador
en la reciente reanudación de relaciones diplomáticas entre Cuba y
Estados Unidos. Esta gira papal tiene una connotación distinta a las de
sus antecesores, Francisco se ha bajado del boato para caminar entre la
gente como uno más. Y esa actitud sencilla ha sido su mejor herramienta
para divulgar su llamado a la paz y la concordia.
Durante su homilía, Francisco recalcó con énfasis en el valor de
servir a los demás, haciendo una clara referencia a la importancia del
ser humano por sobre las ideas —o ideologías— lo cual lleva un trasfondo
dirigido a consolidar el deshielo de las relaciones entre aquellos dos
países antagónicos, pero sobre todo a llamar a la apertura de un régimen
poco tolerante a las disidencias.
Los tres viajes papales de los últimos 18 años a la isla caribeña, en
donde el catolicismo experimentó fuertes limitaciones debido a la
declaratoria oficial del ateísmo como política de Estado en los años de
1960, han tenido el efecto de suavizar notablemente las relaciones entre
Cuba y el Vaticano, aun cuando sus efectos no han sido notables en el
incremento de la feligresía.
Sin embargo, esta última jornada trajo a un pontífice mucho más
político, más cercano como latinoamericano y argentino, trajo a un
hombre sencillo en su actuar y en su manera de enfrentar la realidad de
los desafíos sociales y políticos de la actualidad. ¿Cuál será el efecto
de su paso por Cuba, cuáles serán los cambios provocados por una
homilía cuidadosamente dosificada para no levantar resquemores ni
conflictos a pesar de la firmeza de sus conceptos? Es difícil
predecirlo, pero en la isla los nuevos Aires —provocados algunos de
ellos por el nuevo clima de las relaciones entre los dos países— podrían
traer una interesante etapa de renovación política.
El llamado de Francisco resonando en medios internacionales y redes
sociales, fue el de “servir a las personas, no a las ideologías”. Es um
llamado que encaja de maravilla no solo en Cuna, también en todos
nuestros sistemas políticos, los cuales siempre han estado sólidamente
orientados a servirse de los ciudadanos para favorecer a sus intereses
particulares; y muy especialmente oportuno para el momento que vive
Guatemala.
Finalmente, Francisco pidió que recen por él. Es una frase recurrente
em sus apariciones y muy del caso para un Papa que ha arrojado chorros
de luz en los oscuros pasillos vaticanos, en los herméticos códigos de
silencio sobre sus abusos y su histórica falta de contacto con quienes
conforman la esencia de su misión. Por eso, sea o no católico, le
recomiendo hacerlo.
Fuente: Prensa Libre
No hay comentarios:
Publicar un comentario