20.04.2016
[.Amoris Laetitia apuesta a los fieles como
sujetos conscientes y responsables de sus situaciones de vida
matrimonial y familiar. Entrevista con Márcio Fabrio dos Anjos.
IHU - Unisinos
Adital
La Exhortación Apostólica desempeñará un papel mediador
en la superación de las tensiones que implican algunos aspectos doctrinales en
la Iglesia, apuesta el secretario de la Sociedad Brasileña de Bioética.
*La entrevista es de Patricia Fachin | Traducción de Patricia Pizzorno.
Los verbos "acompañar", "discernir" e "integrar", que le dan el título al capítulo VIII de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, indican que "no todas las discusiones doctrinales, morales y pastorales deben ser resueltas a través de intervenciones magisteriales", sino por medio de un "programa de criterios, actitudes y métodos que atraviesan toda la Exhortación", dice Márcio Fabri dos Anjos al comentar la Exhortación papal a IHU On-Line en la siguiente entrevista realizada por correo electrónico y publicada el 08-04-2016.
Para él, la propuesta del Papa Francisco con el documento final del Sínodo sobre la Familia consiste en demostrar que es posible conciliar la base doctrinal de la Iglesia como guía para la acción y una interpretación hermenéutica de la doctrina para atender "a las personas en sus situaciones y contextos concretos a partir de los cuales se tejen las propuestas y desafíos de la fe". En este sentido, señala, es importante "reconocer" que se trata de una Exhortación "programática, es decir, que propone una manera de ver, analizar y encauzar las muchas cuestiones que rodean a la familia”.
IHU On-Line - ¿Cuáles son los tres puntos importantes de Amoris Laetitia?
Márcio Fabri dos Anjos – Creo que es importante reconocer, en primer lugar, que Amoris Laetitia es una Exhortación programática, es decir, que propone una manera de ver, analizar y encauzar las muchas cuestiones que rodean a la familia. Es sintomático darle el nombre de Alegría del Amor, al tratar un tema lleno de complejidades y tensiones. Es un título dinámico, estimulante. Ya en el prólogo indica que no todas las discusiones doctrinales, morales y pastorales deben resolverse mediante intervenciones magisteriales. Antes que reglas y determinaciones, el Papa desarrolla un programa de criterios, actitudes y métodos que recorren toda la Exhortación. No es casualidad que nombre el capítulo sobre las irregularidades matrimoniales utilizando tres verbos: acompañar, discernir e integrar la fragilidad. El criterio guía es el Amor misericordioso revelado en Jesús.
Otro aspecto fundamental en este tiempo de la Iglesia: Amoris Laetitia tiene un importante papel mediador en la superación de las tensiones que implican ciertos aspectos doctrinales y disciplinares. Esta función mediadora había ya comenzado mucho antes, con el decidido énfasis del Papa Francisco en asumir su "pontificado” con la fuerza original del término, es decir, como un "constructor de puentes", un facilitador en el enfrentamiento de los problemas, un discípulo animador entre muchos discípulos, aprendices de Cristo en la vida. Fue innovador al promover el Sínodo en dos etapas y no se asustó por el clima acalorado de las discusiones, no siempre cordiales, como él mismo señaló. Más bien subrayó el éxito del proceso sinodal en el que se dejó hablar y escuchar la voz de las diferencias.
Con ese paso indispensable fue posible avanzar en esta Exhortación en la búsqueda de criterios para tratar las diferencias. En vez de comenzar por una revisión de la indispensable base doctrinal de la Iglesia, propone asumir como criterio hermenéutico que hay diferentes maneras de interpretar algunos aspectos de la doctrina o algunas consecuencias que se derivan de ella. Pero no deja esta propuesta hermenéutica sin un criterio guía, el Amor misericordioso que el Espíritu enseña en el discernimiento en medio de las diferentes situaciones y contextos. El Papa considera centrales en la Exhortación a los dos capítulos sobre el Amor. Si fuese necesario hacer una revisión doctrinal, ésta encontrará su momento más maduro a la luz del Amor. Es notable cómo esta Exhortación cita explícitamente numerosas contribuciones de diferentes episcopados en la lectura de sus contextos particulares.
Amoris Laetitia es un acercamiento extraordinario entre la fe cristiana y las situaciones concretas de la gente. Muestra una preocupación constante en ver a la gente en sus situaciones y contextos concretos, a partir de los que se tejen las propuestas y los desafíos de la fe. Rescata las contribuciones sinodales llegadas desde los diferentes contextos y culturas, y considera la cotidianeidad de la vida de las personas sometidas a los condicionamientos socioambientales. Con esto, cambia el foco de atención desde la pureza de la doctrina de la fe a su servicio para animar la vida de las personas en sus debilidades y en el enfrentamiento de los problemas. Reconoce que la insistencia en los aspectos doctrinales no tiene el efecto animador que habría de esperarse, especialmente cuando se transforma rápidamente en culpa y en un peso que se carga toda la vida. Así, la expectativa del Papa es que en la lectura de la Exhortación las personas se sientan llamadas a cuidar con amor la vida de las familias.
IHU On-Line - ¿La Amoris Laetitia logra resolver la dicotomía entre las prácticas concretas de los individuos reales y las orientaciones teóricas de la Iglesia?
Márcio Fabri dos Anjos - Esta pregunta es frecuente y refleja un deseo de soluciones prácticas a problemas apremiantes. Estamos habituados a llegar a esas soluciones luego de un período de discusión, luego de la cual una autoridad "baja el martillo” para resolver. De principio a fin, la Amoris Laetitia cree que la solución de estas cuestiones no se logra a través de simples determinaciones que fácilmente son incapaces de proteger y de animar a la gente en sus diferentes situaciones. La Exhortación ofrece entonces, una nueva manera de resolver; una manera, que en mi opinión, rebosa de sabiduría evangélica.
• La entrevista completa, en portugués, se puede leer aquí.
*La entrevista es de Patricia Fachin | Traducción de Patricia Pizzorno.
Los verbos "acompañar", "discernir" e "integrar", que le dan el título al capítulo VIII de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, indican que "no todas las discusiones doctrinales, morales y pastorales deben ser resueltas a través de intervenciones magisteriales", sino por medio de un "programa de criterios, actitudes y métodos que atraviesan toda la Exhortación", dice Márcio Fabri dos Anjos al comentar la Exhortación papal a IHU On-Line en la siguiente entrevista realizada por correo electrónico y publicada el 08-04-2016.
Para él, la propuesta del Papa Francisco con el documento final del Sínodo sobre la Familia consiste en demostrar que es posible conciliar la base doctrinal de la Iglesia como guía para la acción y una interpretación hermenéutica de la doctrina para atender "a las personas en sus situaciones y contextos concretos a partir de los cuales se tejen las propuestas y desafíos de la fe". En este sentido, señala, es importante "reconocer" que se trata de una Exhortación "programática, es decir, que propone una manera de ver, analizar y encauzar las muchas cuestiones que rodean a la familia”.
Márcio Fabri dos Anjos
es doctor en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, experto
en Bioética y actual secretario de la Sociedad Brasileña de Bioética. Es Profesor
de Teología en ITESP y de Bioética en el programa de doctorado del Centro
Universitario São Camilo, en Sao Paulo.
Lea aquí la entrevista.IHU On-Line - ¿Cuáles son los tres puntos importantes de Amoris Laetitia?
Márcio Fabri dos Anjos – Creo que es importante reconocer, en primer lugar, que Amoris Laetitia es una Exhortación programática, es decir, que propone una manera de ver, analizar y encauzar las muchas cuestiones que rodean a la familia. Es sintomático darle el nombre de Alegría del Amor, al tratar un tema lleno de complejidades y tensiones. Es un título dinámico, estimulante. Ya en el prólogo indica que no todas las discusiones doctrinales, morales y pastorales deben resolverse mediante intervenciones magisteriales. Antes que reglas y determinaciones, el Papa desarrolla un programa de criterios, actitudes y métodos que recorren toda la Exhortación. No es casualidad que nombre el capítulo sobre las irregularidades matrimoniales utilizando tres verbos: acompañar, discernir e integrar la fragilidad. El criterio guía es el Amor misericordioso revelado en Jesús.
Otro aspecto fundamental en este tiempo de la Iglesia: Amoris Laetitia tiene un importante papel mediador en la superación de las tensiones que implican ciertos aspectos doctrinales y disciplinares. Esta función mediadora había ya comenzado mucho antes, con el decidido énfasis del Papa Francisco en asumir su "pontificado” con la fuerza original del término, es decir, como un "constructor de puentes", un facilitador en el enfrentamiento de los problemas, un discípulo animador entre muchos discípulos, aprendices de Cristo en la vida. Fue innovador al promover el Sínodo en dos etapas y no se asustó por el clima acalorado de las discusiones, no siempre cordiales, como él mismo señaló. Más bien subrayó el éxito del proceso sinodal en el que se dejó hablar y escuchar la voz de las diferencias.
Con ese paso indispensable fue posible avanzar en esta Exhortación en la búsqueda de criterios para tratar las diferencias. En vez de comenzar por una revisión de la indispensable base doctrinal de la Iglesia, propone asumir como criterio hermenéutico que hay diferentes maneras de interpretar algunos aspectos de la doctrina o algunas consecuencias que se derivan de ella. Pero no deja esta propuesta hermenéutica sin un criterio guía, el Amor misericordioso que el Espíritu enseña en el discernimiento en medio de las diferentes situaciones y contextos. El Papa considera centrales en la Exhortación a los dos capítulos sobre el Amor. Si fuese necesario hacer una revisión doctrinal, ésta encontrará su momento más maduro a la luz del Amor. Es notable cómo esta Exhortación cita explícitamente numerosas contribuciones de diferentes episcopados en la lectura de sus contextos particulares.
Amoris Laetitia es un acercamiento extraordinario entre la fe cristiana y las situaciones concretas de la gente. Muestra una preocupación constante en ver a la gente en sus situaciones y contextos concretos, a partir de los que se tejen las propuestas y los desafíos de la fe. Rescata las contribuciones sinodales llegadas desde los diferentes contextos y culturas, y considera la cotidianeidad de la vida de las personas sometidas a los condicionamientos socioambientales. Con esto, cambia el foco de atención desde la pureza de la doctrina de la fe a su servicio para animar la vida de las personas en sus debilidades y en el enfrentamiento de los problemas. Reconoce que la insistencia en los aspectos doctrinales no tiene el efecto animador que habría de esperarse, especialmente cuando se transforma rápidamente en culpa y en un peso que se carga toda la vida. Así, la expectativa del Papa es que en la lectura de la Exhortación las personas se sientan llamadas a cuidar con amor la vida de las familias.
IHU On-Line - ¿La Amoris Laetitia logra resolver la dicotomía entre las prácticas concretas de los individuos reales y las orientaciones teóricas de la Iglesia?
Márcio Fabri dos Anjos - Esta pregunta es frecuente y refleja un deseo de soluciones prácticas a problemas apremiantes. Estamos habituados a llegar a esas soluciones luego de un período de discusión, luego de la cual una autoridad "baja el martillo” para resolver. De principio a fin, la Amoris Laetitia cree que la solución de estas cuestiones no se logra a través de simples determinaciones que fácilmente son incapaces de proteger y de animar a la gente en sus diferentes situaciones. La Exhortación ofrece entonces, una nueva manera de resolver; una manera, que en mi opinión, rebosa de sabiduría evangélica.
• La entrevista completa, en portugués, se puede leer aquí.
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