viernes, 10 de junio de 2016

Dgo 11° Comenta Atilano ALAIZ. Versión libre adaptada. (autorizada)



Domingo 11    DEJARSE QUERER POR DIOS.
….EL RELATO SE CENTRA  EN  TRES PERSONAJES,   SIMÓN  EL FARISEO,   LA PROSTITUTA  y  JESÚS.
     Simón encarna la espiritualidad de los escribas y fariseos, autosuficiente, confiada en los propios méritos;  los ejecutores serviles de la ley creen que con sus observancias convierten al mismísimo Dios en acreedor.   Le confunden con un  empresario.  Esa frialdad funcionaria se manifiesta en la falta de atenciones de Simón con el huésped Jesús, para con el cual no ha tenido la mas mínima hospitalidad.
   Por otra parte, está la prostituta, un desastre de mujer, que se ha metido en todos los fangos.
Como decimos  vulgarmente es una mujer con “calle”, conoce el talante de  Jesús, sin duda le ha visto en algunas aglomeraciones ;  ha quedado cautivada por sus iojos limpios y el cálido tono de voz.   Se ha dicho  “el comprende y acoge a personas  como yo;  no nos desprecia como los  santos del pueblo”  Por eso decide ir personalmente a verle.       No le importa lo que dirán irrumpe en escena en medio de los “puritanos”, provocando la impureza legal, pero no le importa; está necesitada de una palabra de acogida y perdón del profeta Jesús.   Ella quiere regenerar su vida.  
    A Jesús  tampoco le importa  caer en impureza lega por dejarse tocar por una  mujer impura.     Simón  cree que Jesús acepta el homenaje porque no sabe de quién se trata, por lo tanto bien poco tiene de profeta.   Por el contrario Jesús consiente porque sabe que es pecadora, y  él no ha venido a salvar justos sino pecadores”
  La defensa plena de respeto y por eso liberadora que Jesús hace de la pecadora y arrepentida ante el fariseo Simón, dice mas sobre la identidad de Jesús que todas las hermosas parábolas sobre la misericordia que se encuentran en el mismo Lucas.
 Según Jesús, el movimiento de acercamiento parte de Dios, que sale al encuentro del pecador para pedirle el retorno y testimoniarle que,  se arrepienta  o  no,  Él sigue amándole entrañablemente.  Así aman los padres al hijo que se va de casa, que les   ha jugado una mala pasada, que comportan  bellacamente con ellos y con sus hermanos.    Es precisamente en el perdón donde se revela el amor de los padres,   amar al hijo adorable, intachable, cariñoso, agradecido, no supone demasiada grandeza de corazón, éste se manifiesta ante todo en el hijo mezquino, desgraciado.
  Varias cosas deja claras Jesús.    El perdón viene de Dios gratuitamente, de su amor misericordioso que se adelanta.     Es ese amor de Jesús,  ese amarle  “porque si” ,  lo que trastorna a Zaqueo, el Rabí  de Nazaret, sin que él haya hecho nada para ganarse la mistad, le honre con hospedarse en su casa, a pesar de jugarse su reputación, esto es lo que les deshila totalmente el corazón y le convierte apasionadamente a Jesús.
  Dios nos ama a todos antes de que nos  arrepiéntamos.   Lo que ocurre a veces es que no somos capaces de recibir el perdón, si no nos arrepentimos.   Dios  no nos ama  ”porque”  somos  buenos;    Dios nos ama” para que”  seamos buenos .
  Aquí el riesgo de nosotros cristianos cumplidores y de vida socialmente honrada y ordenada,    veamos:  contrapuesto   a la mujer pecadora, Simón, (cualquiera de nosotros) no se siente demasiado entusiasmado ni por Dios ni por Jesús.  Y ello porque cree que Dios, propiamente no tiene nada que perdonarle y , en todo caso, agradecerle.  Tiene el virus del orgullo, de la clase farisea.   ES (somos) correctos; cumple (cumplimos) minuciosamente con  las prescripciones de la Ley.  ¿Qúe mas puede pedirle Dios?   Simón intachable  autosuficiente y frío, es el símbolo de la persona  correcta , cumplidora, pero apagada,  del cristiano que ama poco, porque se le ha perdonado poco (cree que se le perdona poco) Los obispos  vascos afirman “la fidelidad a la ley, cuando se vive con autosuficiencia y sin amor, se convierte en coraza que impide la conversión" .
Muchos decentes, pero mediocres necesitamos un tropezón, caer de bruces en un charco del camino para conocer de una vez para siempre nuestra fragilidad, para comprender a los demás y saber todo el amor  que hay en el perdón de Dios..
 Simón, la mujer, Jesús, tres personajes un relato;   de todo esto algo nos puede ocurrir con respecto al  Señor y a los hermanos.   No hemos armado ningún escándalo, no hemos cometido nada grave contra Dios ni contra los demás, pero con todo, hemos cometido un pecado muy grave:  “el pecado de no amar”,  el pecado  de la frialdad, de la indiferencia, de la tibieza.   Esto es lo que  echa  en cara Jesús a su anfitrión:   no ha tenido ninguna delicadeza con  él  ; le ha hecho un recibimiento cortés, pero frío, en contraposición al encuentro cálido de la mujer pecadora.
   Muchos viven casi sin pecado.  Pero su  existencia parece vulgar, fría, sin luz, les falta amor de Dios,      Son como hogares (estufas-fogones)  muy bien construidos, pero sin leños encendidos.      Que poco sirve mucha corrección si hay poco amor.
       (Comentario   en versión libre, sintetizada, autorizada, del libro de Atilano Alaíz
         El Don de la Palabra    Ciclo C


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