COMUNIDADES
ECLESIALES DE BASE UN BUEN INSTRUMENTO PARA APRENDER A CUIDAR Y ACRECENTAR LA FE
Aumenta
nuestra fe. Le piden los discípulos a Jesús. Lc. 17, 5.
La
fe es un don de Dios, un regalo de su infinito amor. Ahora bien¿ como agradecer
ese don? Se me ocurre, partiendo de la parábola de los talentos, preocupándonos
por acrecentarla, pero también cuidarla. Santiago nos advierte que la Fe sin obras es
vacía y estéril. Sgo 2, 14 – 19. Mat. 25 es explicito al decirnos que Jesús
llamó bendito de mi Padre a los que actuaron solidariamente con los más
pequeños.
En los documentos conclusivos de Aparecida Nral. 178 consta que en América Latina y el Caribe
“las Comunidades Eclesiales de Base han sido escuelas que han ayudado a formar
cristianos , comprometidos con su fe…” Es bueno precisar que nuestra afirmación
no excluye otras formas de vivir la fe.
Además
la fe es un don, por lo tanto es necesaria la oración y la celebración
Eucarística, Pan partido repartido a fin, de que, cada vez más, seamos ese pan
que se parte para repartir amor y solidaridad.-
Gerardo
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