(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha explicado,
en la homilía de este lunes en Santa Marta, que la fe cristiana no es “una
teoría o una filosofía”, sino que es “el encuentro con Jesús”. De este modo, ha
recordado que para encontrar realmente a Jesús tenemos que ponernos en camino
con tres actitudes: vigilantes en la oración, trabajando en la caridad y
exultantes en la alabanza.
Asimismo ha subrayado que “la gracia que queremos en Adviento”
es encontrar a Jesús. Por eso ha precisado que en este periodo del año, la
Liturgia nos propone numerosos encuentros de Jesús: con su Madre en el vientre,
con san Juan Bautista, con los pastores, con los Magos. Todo esto nos dice que
el Adviento es “un tiempo para caminar e ir al encuentro del Señor, es decir un
tiempo para no estar parado”.
De ahí, la pregunta planteada por el Pontífice en su homilía:
¿cuáles son las actitudes que debo tener para encontrar al Señor? ¿Cómo debo
preparar mi corazón para encontrar al Señor?
Así, ha explicado que en la oración al principio de la misa, la
Liturgia nos señala tres actitudes: vigilantes en la oración, trabajando en la
caridad y exultantes en la alabanza. Y cuando habla de caridad se refiere a
caridad fraterna: “no sólo dar limosna” sino también “tolerar a la gente que me
molesta, tolerar en casa a los niños cuando hacen ruido, o al marido o la mujer
cuando están en dificultad, o a la suegra…”.
A continuación, también ha recordado que Él es “el Señor de las
sorpresas”. Tampoco el Señor “está parado”. Yo –ha explicado Francisco– estoy en
camino para encontrarla y Él está en camino para encontrarme, y cuando nos
encontramos vemos que la gran sorpresa es que Él me está buscando, antes que yo
empiece a buscarlo.
Esta es la sorpresa del encuentro con el Señor: “Él nos ha
buscado antes. Él siempre está primero. Él hace su camino para encontrarnos”.
Eso es –ha recordado– lo que le sucedió al centurión. “Nosotros damos un paso y
Él da diez”. Así, ha asegurado que es “la abundancia de su gracia, de su amor,
de su ternura que no se cansa buscarnos”. El Pontífice ha subrayado que el
nuestro es el Dios de las sorpresas, el Dios que nos está buscando, no está
esperando y “solamente nos pide el pequeño paso de la buena voluntad”. Nosotros
“tenemos que tener las ganas de encontrarlo”. Y después “Él nos ayuda”. Al
respecto, ha asegurado el Papa que muchas veces Dios “nos verá alejarnos de Él,
y Él espera como el Padre del hijo pródigo”.
Por otro lado, el Santo Padre ha asegurado que siempre le ha
conmovido lo que Benedicto XVI dijo en un ocasión: que la fe no es una teoría,
una filosofía o una idea sino un encuentro con Jesús.
Finalmente, el
Pontífice ha señalado que los doctores de la ley “sabían todo de la dogmática
del tiempo, todo de la moral de aquel tiempo”. Pero –ha lamentado– no tenían fe
porque su corazón se había alejado de Dios.
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