2°Dgo. ADVIENTO (Mt.
3,1-12) ciclo A RECONCILIADOS y
RECONCILIADORES.-
Juan ha manifestado que el Mesías tiene como
misión “reunir a los hijos de Dios que
andan dispersos”; “Padre que sean uno como tú yo somos uno” (Jn 17,23). Es cierto que millones de personas vivimos
reconciliadas por la fe común en él. Pero no deja de ser cierto también que
muchos de nosotros tenemos que dejarnos reconciliar más por él, con
nuestros familiares, con nuestra esposa/o, vecinos,
compañeros de labor, en el templo, con nuestros hermanos de Ceb……..
Llegaremos a una nueva verdadera NAVIDAD, si a
través del esfuerzo de aproximación en ADVIENTO nos acercamos más unos a otros
y todos al Señor. Ahí tendremos derecho
a celebrar la NAVIDAD, porque el misterio se ha hecho acontecimiento para
nosotros.-
Convengamos que nuestras relaciones están más
cargadas de agresividad de lo que nos parece,
en casa, en el trabajo, en la calle, en el templo, en la Ceb. A veces la agresividad es manifiesta, otras
está encubierta. Rivalidades, competencias, apropiación de
lugares por años acumulados, sillas atornilladas, en fin estas formas de
relacionarnos entre “hermanos” no son verdaderamente cordiales, menos
fraternales. No
aportan más que conflictos, sufrimientos, y deshumanización.
Frente a todo esto que hoy vivimos, una vida competitiva,
consumista, agresiva, inmediatista, individualista, Jesús
nos vuelve a proponer una vida de colaboración
fraterna, Jesús quiere que sus
discípulos formemos una sociedad de contraste, distinta de la sociedad temporal
en las que los “progres” y
los “conserva”, los que tienen
más y saben más convivan fraternalmente con los que tienen menos y saben menos
, en la que los lobos y leones , los que
por temperamento somos más violentos o autoritarios convivamos en actitud de armonía con los demás, Jesús
quiere una comunidad de hermanos en la que
“nadie sea más que nadie”, cuando
pensamos en comunidad de hermanos, lo hacemos en función de “pueblo de Dios”…….
Lucas en el libro de los Hechos y Pablo en
sus cartas presentan a las primeras comunidades cristianas como el cumplimiento
parcial de la utopía de Jesús. “Tenían un solo corazón y una sola alma” (Hc.
4,32)
El Obispo de Roma, Francisco nos ha encomendado continuar siendo
misericordiosos como el Señor ha sido,
es y seguirá siendo con nosotros.
Francisco con su palabra, su
vivir transgresor a las
normas de boato palacescas, nos
está invitando constantemente a
ser verdaderos seguidores del Evangelio
que tantas y tantas veces proclamamos, pero tantas y tantas veces dejamos de lado.
Los discípulos de Jesús hemos de vivir
reconciliados y al mismo tiempo ser reconciliadores.
Estamos acostumbrados
a que para el político una mujer, un hombre,
es un voto, para el shopping unos clientes, para
el deporte unos hinchas, para la oficina
de rentas un número, para el empresario
un obrero/a; para el cristiano
todo hombre un hermano…!!!!! no perderlo de vista jamás.
Qué esta paz,
hermanos nos conduzca en este
ADVIENTO.
Comentario de “El Don
de la Palabra” de Atilano Alaiz, en versión libre autorizada por el autor
realizada por José Eduardo Bernadá.-
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